viernes, 30 de julio de 2010

Algunas frases para esta época de crisis económica

Un hombre puede retener la tierra mientras pueda comer y pagar los impuestos; puede hacerlo.
Sí, puede hacerlo, hasta que un día una cosecha se arruine y tenga que pedir un préstamo al Banco.
Pero..., usted ve, un Banco o una Compañía no puede hacer eso, pues esas criaturas no respiran aire, no comen carne. Respiran dividendos..., comen el interés sobre el capital. Si no lo tienen, mueren..., como moriría usted si le faltase el aire, si no comiese. Es una cosa desagradable, pero es así. Así es.

John Steinbeck, Las uvas de la ira


Cada vez resulta más evidente que las ganancias, y la vida fácil que ellas traen consigo, tienen reveses, y que el dinero y quien lo posee no pasan de ser simples posturas en un gran juego caprichoso, del cual nadie conoce todas las reglas ni del que se puede prever el resultado. Y sin sospecharlo, todos participamos en el juego haciendo una postura más o menos grande, pero siempre con un riesgo constante.

Ivo Andric, Un puente sobre el Drina


Una economía de mercado, lo he aprendido, no está ni siquiera remotamente prevista para que una persona consiga lo que quiere. La premisa es que te ofrezcan algo que nunca habías imaginado que te pudiera gustar, pero que está a tu alcance, y en consecuencia lo aceptas y empiezas a encontrar modos de reconciliarte con esa solución y contigo mismo. Y no es que haya nada malo en eso. ¿Por qué tendría uno que conseguir sólo lo que cree que quiere, o quedar limitado por los planes que haya hecho?

Richard Ford, El día de la Independencia


(...) la democracia es tendencialmente igualitaria, en la medida en que se basa en el principio de un hombre un voto; el capitalismo es esencialmente desigualitario en tanto que se funda en la ley del más fuerte, en la lucha por la supervivencia en el campo de batalla del mercado.

Josep Ramoneda, Después de la pasión política


Nunca tuvo tanta actualidad el viejo proverbio que enseña: El vivo vive del bobo, y el bobo de su trabajo. En cambio, ya nadie dice, porque nadie lo creería, aquello de trabajarás y prosperarás

Eduardo Galeano, Patas arriba. La escuela del mundo al revés.

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