viernes, 1 de octubre de 2010

Descubriendo a otro clásico


Me ha producido una gratísima sorpresa la lectura de Los días contados, primera parte de la Trilogía transilvana de Miklós Bánffy. No tenía ni idea de la existencia de este escritor que creo que puede compararse a Zweig y, al menos en lo que a capacidad narrativa se refiere, a Tolstoi. Es cierto que me costó más de cien páginas entrar en su universo pero una vez dentro he estado varios días tan magnetizado casi como con Ana Karenina, con la que comparte ambientación, temas, descripciones, etc. Esta primera parte de la trilogía se desarrolla en torno al año 1905. Muy interesante es ver la dura visión que un noble húngaro (Bánffy era conde) tenía de la nobleza. Un problema que puede presentar su lectura son las referencias a la situación política por el desconocimiento de la misma y la dificultad de desentrañarla una vez obtenida alguna información. El libro fue escrito a principios de los años 30 del siglo pasado.
Pronto me pondré con el segundo volumen que espero no defraude las expectativas que, ahora sí, pongo en él.

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