"Si un lector no se emociona y sonríe leyendo Viena(...)(Die Zeit en la contraportada del libro.) Pues bien, ese ha sido mi caso en lo que a emoción se refiere. Efectivamente, la novela hace sonreír en muchos momentos pero no logra emocionar en ninguno a pesar del tema y la época de la que habla (el mundo judío en gran parte del siglo XX). Creo que ello se debe a la forma de contar la historia como si se tratase de una crónica periodística. Es la primera novela de su autora y en ella despliega todo un conjunto de historias familiares por otra parte interesantes. Una obra irregular que se suma a mis últimas decepciones con escritores en lengua alemana. Eva Menasse, Viena.
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