sábado, 12 de julio de 2014

Buena lectura veraniega




Segunda novela que se publica de este autor. La anterior, La cena,  me gustó por el buen tratamiento que hacía de un conflicto familiar por un lado y de las relaciones sociales por otro. Aquí, de alguna manera retoma los mismos elementos aunque la trama sea bastante diferente.
Historia sencilla en apariencia, pero que recuerda mucho, obviamente salvando las distancias, a la gran Patricia Highsmith en la creación del suspense y la tensión; esa forma de  ir acercándose poco a poco al clímax  y cuando parece que se va a producir, de repente,  se detiene y vuelta a empezar. También ese médico protagonista cínico y desvergonzado que es capaz de…
Aprovechando esa profesión del  protagonista, el autor habla de las listas de espera, de la eutanasia activa, de la ética profesional o de los entierros alegres.
Novela de tensión, de acercamiento progresivo al momento central y mientras tanto, la vida cotidiana reflejada de una forma magistral que es para mí el gran acierto de esta novela y de la anterior, esas escenas de las comidas, de las sobremesas, de los acercamientos sexuales, etc.
Muy entretenida , apropiada para estos momentos veraniegos y no exenta de calidad. No me extrañaría que se plantease la posibilidad de hacer la versión cinematográfica que podría ser una película interesante.
Una buena reseña y otro comentario con entrevista indirecta al autor.
 
Herman Koch, Casa de verano con piscina

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