miércoles, 9 de julio de 2014

Unas memorias muy interesantes




 El autor fue uno de esos directores de cine de los que a finales de los sesenta y primeros setenta me perdía ninguna de sus películas; otra cosa es que las entendiera del todo.
Cuando me enteré de la existencia de estas memorias las adquirí con mucha ilusión, pues aunque ahora apenas recuerdo las historias de sus películas, sí tengo el recuerdo de las sensaciones que me producían. Además, ya es posible volver a ver en casa la filmografía de cualquier director, lo que haré desde luego con varias de Bergman.
Se trata de unas memorias muy selectivas en el sentido de que elige los momentos, periodos, obras de teatro, películas, mujeres,… que le apetece contar o recordar. También utiliza una técnica narrativa en la que mezcla bastante los diferentes momentos aunque, eso sí, sin que el lector se pierda.
Personaje curioso y apasionante. Con unos problemas físicos muy originales, una gran sinceridad al hablar sobre todo de sus (muchos) fracasos, una dilatadísima obra tanto teatral como cinematográfica  o amorosa (siete matrimonios aunque no todos salen en el libro).
Habla más de teatro que de cine lo que es una pena porque, obviamente, aquí no lo vimos y yo desconozco las obras de las  que habla así como los actores que menciona; no obstante, tiene el interés de saber qué tipo de problemas tenían algunos montajes y cómo podía ser la vida de un creador en la Suecia de los cincuenta y sesenta.
En definitiva, un libro con muchas vertientes, siempre jugoso e interesante y en el que se echa de menos que no haya escrito otras 300 páginas en las que hablase más de su familia (del padre sobre todo), de sus ideas políticas, de su experiencia religiosa y, claro, de sus películas.

 

Ingmar Bergman, Linterna mágica

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