martes, 16 de diciembre de 2014

Indagación sobre una impostura


 
Cercas es uno de los pocos escritores españoles que he leído en los últimos años. Leí Soldados de Salamina y Las leyes de la frontera y me interesó esa forma de plantear sus historias. Posteriormente conocí la obra de un autor francés que ha aparecido varias veces en el blog, Emmanuel Carrére, cuyos escritos tienen bastantes similitudes con los de Cercas en lo que se refiere al planteamiento de los temas, es decir, al empleo de materiales reales para dar forma a sus novelas. Cercas habla de novelas sin ficción y tengo que re conocer que me ha convencido. Yo pensaba que una novela lo era solo cuando contaba cosas ficticias e inventadas por el escritor. Desde no hace mucho tiempo, desde que ha leído a Carrére y a Cercas, mi concepción ha cambiado.
Todo lo anterior la verdad es que resulta bastante irrelevante. Lo realmente importante es la forma y el contenido de esta nueva obra de Cercas sea cual sea la manera en que se la defina. Es una novela en la que he ido de menos a más, a mucho más. Me ha costado un poco entrar, me resultaba un tanto fatigosa toda la iniciación, pero, poco a poco, de forma casi imperceptible la novela me ha ido absorbiendo la atención hasta el punto de que la terminé en una madrugada, algo poco habitual pues no suelo leer por la noche.
La historia de Enric Marco tal como la cuenta Cercas resulta apasionante tanto en lo que tiene de verdad como en lo inventado por el protagonista; como apasionante resulta el método que ha empleado el autor para contárnosla, en el que va mezclando los diferentes aspectos y etapas  de la vida de Marco con la búsqueda que fue realizando el propio Cercas para ir confirmando o rechazando los hechos y, de vez en cuando, realizando digresiones sobre el carácter de la novela, la verdad y la mentira, la ficción y la realidad, etc. Además, no todo lo cuenta de forma lineal y cronológica, sino que va alternando momentos pero de tal manera que el lector siempre sabe perfectamente dónde está.
Todo ello, además, contado con esa facilidad para la narración que caracteriza al escritor no exenta, por supuesto, de la calidad del lenguaje.
Al final me quedo con la duda de qué pensar de Marco y sus mentiras. Si da la impresión de que Cercas sufre un cierto “síndrome de Estocolmo” con él, creo que a mí me ha pasado un poco lo mismo y, desde luego, lo cierto es que se trata de un auténtico personaje novelesco.
En fin, una gran novela de la que se pueden decir muchas cosas para lo  que remito al texto preparado por Cercas como invitación a la lectura de su obra, a una entrevista realizada por Guillermo Altares en El País y a la crítica hecha por J.M Pozuelo en el ABC. En los tres enlaces se puede encontrar información de gran interés para el mejor conocimiento de la obra.
 
Javier Cercas, El impostor

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