jueves, 23 de junio de 2016

Citas últimas lecturas

Lectura, libro


La lectura altera la apariencia de un libro. Una vez leído, ya nunca parece el mismo; la gente deja su impronta individual en un libro que ha leído. Uno de los placeres de la lectura es percibir esa alteración de las páginas y el modo en que, leyéndolo, te apropias del libro.
Paul Theroux. El viejo Expreso de la Patagonia



Edad


¿Virgen santa!¡Apenas le quedaban dos años para ser un sesentón!
A partir de aquel momento, no subiría en ningún tipo de transporte público, por miedo a que algún crío, al verlo, se levantara y le cediera el asiento. Luego recapacitó: podía seguir yendo en transporte público tranquilamente, porque lo de ceder el asiento a los ancianos era una costumbre que ya no se estilaba.
Bernhard Schlink, Mujer bajando una escalera



Edad, Cuerpo


A veces me veo el cuerpo desnudo en el espejo y siento compasión por él. ¡Hay que ver todo lo que ha vivido, lo que se ha esforzado y ha bregado! No siento autocompasión; eso sería despreciable. No es compasión por mí, sino por mi cuerpo. O por la decadencia en general.
Bernhard Schlink, Mujer bajando una escalera



Muerte, Eutanasia


En realidad, estaría bien que todo el mundo trabajara, pero pudiendo determinar el momento `para dejar de hacerlo. A partir de ese momento, la sociedad debería pagarle al individuo durante tres años el dinero que necesitase para llevar una vida digna y agradable. Después, tendría que despedirse de la vida, pudiendo establecer por sí mismo la manera de hacerlo.
Bernhard Schlink, Mujer bajando una escalera



Edad, Vejez


Hacerse viejo para, por fin, ver el mundo es una tremenda tontería. También es una tontería hacerse viejo para participar en la historia del mundo o para ver crecer a los nietos. ¿Y para qué ponerse a leer un libro  cuando se sabe que no se podrá leer hasta el final, sino que a la mitad habrá que cerrarlo y ponerlo a un lado?
Bernhard Schlink, Mujer bajando una escalera



Religión


Son, entre otros, los curas. Son ellos quienes mantienen en nuestras vidas la mentira de que los instintos han sido creados por Satán y que la fornicación se convierte en amor cuando la gente se casa. Los curas leen un ritual y dicen amén al pago de unas cuantas coronas, que consideran una suerte de comisión. Y Dios bendice ese acto.

Torborg Nedreaas, Nada crece a la luz de la luna

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