lunes, 19 de diciembre de 2016

La monarquía al desnudo



Quintans ha escrito un libro enormemente comprometido y me atrevería a decir que muy necesario en estos momentos. Es una biografía de Juan Carlos, pero es también en muchos aspectos un repaso a la Transición y al papel que tuvieron en ella, que no siempre se corresponde con el que nos han vendido, alguno de sus protagonistas.
Decía que es un libro comprometido porque la autora no se casa con nadie y no se frena ante ningún tema aunque, obviamente, en más de un caso hable de rumores o no termine de concretar las implicaciones correspondientes porque no debe de tener los datos suficientes.
Es también un texto tremendamente duro tanto con la figura del rey emérito como con el resto de su familia y con una gran parte de quienes les han rodeado.
Así, se pueden leer cosas como:

“El amor al dinero y la falta de moral a la hora de conseguirlo es sólo una parte, pero una pieza  clave para el retrato psicológico del clan borbónico.” (p. 578)

O lo que dice al referirse a la muerte, al caer desde un balcón de su casa,  de la joven actriz Sandra Mozarowski que estaba embarazada parece ser que del propio Juan Carlos:

 “Fuera como fuera, nada hay que impidiera a Juan Carlos, con la legislación que le protegía mientras fuera rey, cobrar comisiones legales o matar a una amante molesta arrojándola por la borda de su barco o desde el balcón de su casa. Porque ninguna denuncia habría prosperado, ni siquiera se hubiera abierto ninguna investigación, La familia de Sandra asumió un resignado silencio sobre todo el asunto. Y ahí sigue, enterrado en el fondo de la memoria, esperando la mano que levante el veo.” (p. 353)

Como se ve, no le tiembla el pulso a Quintans a la hora de contar y valorar las cosas.
Hay muchas informaciones en el libro que me han llamado la atención porque las desconocía, en unos casos, o porque no las recordaba, en otros. Así, la cantidad de apoyos y repasos que requirió el futuro monarca en su educación; el papel de García Trevijano en apoyo de Don Juan y en la Transición en general; la financiación iraní de la UCD; las múltiples relaciones amorosas del rey, así como las también múltiples relaciones comerciales; algunas actuaciones políticas de Felipe González o incluso una cinegética consistente en cazar desde un helicóptero; la interesante historia de Sabino Fernández Campo; algunas alusiones a la posible homosexualidad del actual monarca, así como al papel que juega la reina Letizia, etc.
Además de todo eso me ha parecido muy bien trabajados y explicados temas como el 23 F o los GAL. En ambos casos utilizando mucha información y sacando las conclusiones que parecen más lógicas. Asimismo, la descripción cronológica que hace al final bajo el título de Rosario de una abdicación anunciada con apartados como: Misterios de la penitencia, Misterios del golpe de Palacio, etc. me parece plenamente lograda ya que en apenas diez páginas tenemos una panorámica de los últimos años que da mucho que pensar.
En definitiva, estamos ante un texto relevante que, incluso con sus posibles errores, da una visión de nuestra monarquía que se ajusta bastante a lo que debe de ser la realidad. Es una edición corregida y actualizada de otro que la autora escribió hace unos años  que creo recordar haber leído pero, craso error, prestado.
No quisiera terminar sin dejar constancia de algunos errores de otro tipo que contiene el texto y que creo que obedecen  a la ausencia de una última corrección. Así, por dos veces se habla de José María Ansón cuando se le ha mencionado en otra correctamente como Luis; se escribe “Espíritu del 12 de Octubre”, por febrero, claro,  o en más de una ocasión se utiliza la famosa, e incorrecta,  expresión  en “olor de multitudes”. Obviamente, no son errores que tengan importancia, pero siempre es mejor que no aparezcan.
En otro orden de cosas, tampoco me ha parecido muy acertada la distinción semántica que establece al hablar de los “asesinatos” de los GAL y las “ejecuciones” de ETA.
Hay una interesante entrevista con Karina Sainz  Borgo en vozpopuli.coml.



Rebeca Quintans, Juan Carlos I. La biografía sin silencios

1 comentario:

  1. Muy interesante. Y es que los Borbones siempre han sido muy de temer y mucho más el personaje retratado.
    Un saludo.

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