lunes, 28 de marzo de 2016

Una vida impresionante



“Ese personaje (el narrador de la historia, esto es, Pepper) es un héroe que ha dimitido de la virtud, un títere sin cabeza que exhibe sus polvos y sus lodos con la fruición de un pornógrafo, sus fechorías con el orgullo de un santo, sus chutes con la añoranza de un sibarita, sus cárceles con el realismo de un cirujano, sus disparates con la inocencia de un párvulo, sus viejos amores con la piedad de una hiena, su música con la pasión de un amante incansable y siempre perplejo…No hay pelos en la lengua.”

Es una de las pocas veces que utilizo en mi comentario lo puesto en la contraportada por la editorial, pero es que es una de esas veces en que refleja casi a la perfección lo que es el libro.

A pesar de sus 550 páginas con letra pequeña y formato grande he leído este libro de corrido, sin leer ningún otro al mismo tiempo como suelo hacer, dedicado en cuerpo y alma a penetrar en la vida de este personaje del que desconocía casi todo incluida su música. Siendo el jazz la música que más escucho apenas conocía a Pepper; sin embargo, mientras leía el libro lo ponía como fondo y me ha sorprendido muy favorablemente. Quizá mi desconocimiento anterior se deba a que el instrumento que toca, el saxo alto, no es de los que más me gustan.
Su libro, o mejor, el libro escrito por su tercera y última mujer transcribiendo cintas grabadas por Pepper, no deja indiferente. Es la vida de alguien que la vivió con una intensidad inusual en lo bueno y en lo malo; así: una infancia muy desgraciada, la iniciación muy temprana en el alcohol y las drogas, los amores bastante problemáticos, sus cuatro estancias en la cárcel, incluidas dos en San Quintín, varios años en un centro de rehabilitación y, al mismo tiempo, grabar discos, actuar con varias orquestas o en grupos más reducidos, ser uno de los intérpretes de jazz más valorados. ¿Cómo se puede compaginar todo esto? Reconozco que después de leer el libro sigo sin terminar de entenderlo, pero fue así.
Dos breves fragmentos pueden ser un buen ejemplo de esa vida:

“Me daba cuenta de que a partir de ese momento iba a ser, si queréis que usemos esa palabra, un yonqui. Era la palabra que por entonces se utilizaba. Es la palabra que se sigue empleando. En eso me convertí entonces. Eso es lo que sigo siendo. Y así voy a morir.” (p.110)


“Andaba arriba y abajo por las calles, entraba a robar, en las tiendas también, sin coche ni nada, y tenía que llevarme el botín arrastrándolo por la calle –televisores, ropas, electrodomésticos-,…“ (p.280) (en los años 60-61)

Según la parte que fuese leyendo me iba recordando el libro de memorias de Edward Bunker o el de Dan Fante o Let's Get Lost, el impresionante documental sobre Chet Baker. Con los tres comparte muchas cosas que seguramente tienen también que ver con toda una época sobre todo en los Estados Unidos.
 En este libro todo es remarcable, pero me quedo especialmente con: su peculiar relación con los negros, la vida en la prisión de San Quintín, las escenas con su segunda mujer, sus tribulaciones para pillar droga, sus actividades como ladrón y, desde luego, sus reflexiones sobre la música y su propia música aunque me hubiera gustado que dedicara más espacio del libro a este aspecto.
Además de las memorias propiamente dichas se incluyen entrevistas con familiares y amigos que completan, confirmando o desmintiendo, algunas de las cosas que se cuenta. También se van intercalando varias críticas de revistas especializadas sobre alguno de sus discos y entrevistas al músico.
Completa el libro un Epílogo de Laurie Pepper escrito para la edición de 1994, la primera edición se hizo en 1979 viviendo aúnArt. En él entre otras cosas interesantes cuenta el proceso de elaboración del libro que fue largo, unos siete años, y complejo. Casi al final del Epílogo hay un par de momentos muy emocionantes en los que se me ha hecho un nudo en la garganta. Hay también una buena y muy representativa colección de fotos.
Un libro muy recomendable y no solo para aficionados al jazz. Asistimos a una vida realmente diferente contada además con una agilidad narrativa sorprendente para quienes no son profesionales de la escritura.
Lógicamente salgo de la lectura con el deseo y el compromiso de escuchar más la música de uno de los grandes del jazz.



Art y Laurie Pepper, Una vida ejemplar

miércoles, 23 de marzo de 2016

La última de Mankell sobre África




Es uno de los últimos libros de Mankell y se incluye en su serie dedicada a temas africanos. Dentro de los de esta serie es quizá el que más me ha gustado y el que me parece más conseguido.
Cuenta la historia de una joven sueca de diecisiete años que, ante la pobreza en la que vive su familia, se embarca como cocinera en un carguero que transporta madera sueca hasta Australia. Por un determinado suceso abandona el barco en Lourenço Marques, la actual Maputo,  donde terminará llevando un burdel de mujeres negras para clientes blancos. Este es el núcleo de la historia, pero lo importante es cómo la desarrolla y la cuenta Mankell.
En el primer capítulo, quizá el que me ha resultado más interesante, describe la situación de la protagonista y su familia en Suecia con unas deplorables condiciones de vida en un clima, además,  tan riguroso. De ahí, como decía antes, la necesidad de huir. El resto del libro se desarrolla en Mozambique lo que le da pie al autor para hacer multitud de críticas al racismo y al comportamiento de los colonizadores portugueses y de sus vecinos sudafricanos (estos son una parte importante de la clientela del burdel).
Como ejemplo, estas palabras que Mankell pone en la boca de una enfermera blanca: “Los negros sólo son sombras nuestras. No tienen color. Dios los hizo negros para que no tuviéramos que verlos en la oscuridad. Y para que tampoco olvidáramos de dónde vienen.” (p.101) O también la existencia de un personaje que cría y entrena pastores alemanes albinos para atacar a los negros.
Uno de los grandes hallazgos de la novela es el de su protagonista, Hanna o Ana Branca como también se llamará; el personaje está muy cuidado y vamos asistiendo a su evolución desde la pobreza en su lugar de origen hasta convertirse en una rica propietaria por herencia matrimonial sin que eso le cambie lo esencial de su forma de ser y pensar; todo un carácter en un mundo tan de hombres y tan duro.
También aparecen algunos interesantes personajes secundarios que sirven para hacer de contrapunto o complemento de Hanna.
En fin, una buena historia, emotiva a veces, en la que están todas las virtudes de este gran escritor: agilidad narrativa, sensibilidad, compromiso con algunas causas, trama bien construida con alguna que otra sorpresa y, por supuesto, muy entretenida. Solo una pega: aparece muy a menudo  un chimpancé, de nombre Carlos, con comportamientos muy humanizados  y que no me parece que aporte nada a la novela.
Recomendable como todas las del autor. Bueno, salvo Profundidades que en su día no me gustó absolutamente nada.


Henning Mankell, Un ángel impuro

lunes, 21 de marzo de 2016

Monumental trabajo sobre el Gulag



Con este libro la autora obtuvo el Premio Pulitzer en 2004 y no parece nada extraño por el monumental trabajo realizado.
El libro está dividido en tres grandes partes. En la primera analiza los orígenes del Gulag; en la segunda hace un repaso de cómo se vivía en los campos; y en la tercera vuelve a la cronología para explicar su auge y caída entre 1940 y 1989.
Applebaum ha utilizado todo tipo de fuentes para documentarse: desde numerosos  archivos a las memorias, tanto las publicadas como las que no lo han sido, pasando por entrevistas, principalmente a represaliados, así como utilizando la enorme bibliografía existente. Con esa documentación la autora ha elaborado un texto muy alejado de lo académico, aunque no esté exento de valoraciones, pero que se lee con suma facilidad  incluso a pesar de la abundancia de cifras que da en ocasiones.
Al tratarse de un libro de más de 650 páginas son muchas las cosas que se podrían comentar, pero ni aun haciéndolo se daría una mínima idea del trabajo hecho por esta historiadora estadounidense.
En mi caso hay algunos aspectos que me han llamado más la atención. Por un lado, la visión que se da del trato dado por el ejército soviético a los prisioneros que se aleja bastante de la que he leído recientemente en el libro La guerra no tiene rostro de mujer, de la premio Nobel S.Aalexiévich. Las páginas dedicadas a este tema resultan bastante estremecedoras. Por otro lado, me ha resultado muy interesante conocer las muchas huelgas y los diferentes intentos de rebelión que se produjeron y que desconocía a pesar de haber leído ya varios libros sobre los campos soviéticos. Finalmente, la visita que en 1944 realizó a Kolimá el vicepresidente Wallace de los Estados Unidos resulta particularmente curiosa.
Para dar una idea de la importancia que tuvo el sistema de los campos soviéticos, dejaré alguna de las cifras que la autora pone en el Apéndice final:
Unos 18 millones de ciudadanos soviéticos pasaron por los campos y colonias entre 1929 y 1953.
Sumando todas las cifras, el número total de trabajadores forzados asciende a 28,7 millones.
Varios investigadores citan una cifra de 786.098 ejecuciones políticas entre 1934 y 1953.
Es decir, un fenómeno de unas proporciones realmente desmesuradas.
No he comentado nada sobre la segunda parte del libro, aquella en la que se explican las forma de vida y trabajo, porque siendo interesante no hace sino reproducir, citándolos claro está, lo que han dicho autores como V.  Shalámov, E.Guinzburg, G.Herling o J.Bardach cuyos libros he leído y recomiendo muy especialmente si se tiene interés en el tema.
Hay una buena reseña de Rafael Núñez en elcultural.com.


Anne Applebaum, Gulag. Historia de los campos de concentración soviéticos

domingo, 20 de marzo de 2016

Ejemplos de actitudes de resistencia




 “Lo que parece haber desempeñado un papel decisivo en la evolución de nuestros personajes es conocer un mal que viven como extremo. Este mal adquirió la forma de un campo de concentración en el caso de Hillesum y de Tillion, de un Estado totalitario y de un gobierno que vigilaba a todos sus ciudadanos en el de Pasternak, Solzhenitsyn e incluso Snowden, de un régimen que instituye la desigualdad legal entre dos partes de la población para Mandela, Malcolm y Shulman. Es como si la asfixia asegurara la respuesta del espíritu, como si la falta radical de humanidad preludiara el brote de su esplendorosa manifestación, como si hubiera que ser expulsado de la vida para llegar al centro. El dolor extremo engendra entonces la plena liberación. Del miedo total surge el valor total.
Sin embargo, el precio de esta sublimación es elevado. Consiste en acceder a un estadio humano que está por encima de las vivencias personales, con su carga de resentimientos y de afectos. Un camino que la mayoría de nosotros, aunque admire a los que se adentran en él, duda en tomar.” (p.210)

Con estas palabras se cierra el nuevo libro de uno de los intelectuales más interesantes de la actualidad. He leído bastantes libros de Todorov y es quizá el autor que más me ha hecho reflexionar y replantearme cosas. Siempre resulta enormemente sugerente porque tiene además la virtud de tocar temas muy actuales y no dar siempre las respuestas más fáciles.
En este caso para hablar de la moral o, mejor dicho, de los comportamientos morales. Para ello ha escogido ocho ejemplos de personas que han dado ejemplo con su comportamiento de resistencia al poder sea cual sea la forma de este. Sus nombres aparecen en la cita con la que abro este comentario.
De todos ellos a mí me han interesado tres especialmente. La francesa G.Tillion porque he leído muchas referencias a su  persona en diferentes libros, pero no sabía bien por qué era tan mencionada; el escritor ruso B.Pasternak tan famoso por su Doctor Zhivago, pero del que desconocía la historia de su a veces ambivalente comportamiento  y también porque es otra buena muestra de lo que supuso el estalinismo y, finalmente, ese N.Mandela que cuanto más se conoce más se admira.
De los ocho se pueden extraer enseñanzas y eso es precisamente lo que hace Todorov con su habitual maestría. Queda eso sí la sensación final de que se trata de seres tan excepcionales que juegan en otra división y de ahí el riesgo de dejarlos en el pedestal y nosotros, simples mortales, seguir con nuestras rutinas y egoísmos cotidianos. No obstante, siempre es útil mirarnos en esos espejos aunque nuestra imagen aparezca bastante deformada.
“En el mundo de los valores hemos pasado del espejismo comunista al desierto capitalista.” (p.21) Y así nos va.
Son solo algo más de 200 páginas, pero no se necesita más para decir lo fundamental. Otro buen libro de este francés nacido en Bulgaria o búlgaro residente en Francia.
Una interesante entrevista en elcultural.com



Tzevetan Todorov, Insumisos

Artículos interesantes

No sé que está pasando con la prensa, pero no hay muchos artículos que merezcan la pena a pesar de cómo está la situación política. Eso sí, lo que hay y en abundancia son encuestas que dan la impresión de estar algo más que cocinadas.


Sugerente reflexión teórica de Josep Ramoneda sobre el poder en la democracia y el uso de la legalidad. (El País)

Miguel Urbán da la visión de la crisis de Podemos desde uno de los sectores. (eldiario.es)

Entrevista a Ignacio Sánchez-Cuenca en la que da las principales claves de su magnífico libro ya comentado en el blog.(elconfidencial.com)

viernes, 18 de marzo de 2016

Un Nobel en decadencia




He leído la última novela del premio Nobel prácticamente de un tirón. ¿Quiere esto decir que estamos ante otra buena novela del que ha sido uno de mis autores favoritos? Desgraciadamente no. Sin embargo, tiene una de las virtudes que han hecho de Vargas Llosa un escritor tan leído por el público: una gran agilidad narrativa y una enorme capacidad para contar historias.
Aunque la historia de ese periodista amarillo y su intento de chantaje a un miembro de la alta burguesía peruana esté un poco cogida con alfileres, aunque los personajes que mantienen la trama son muy planos y carecen de interés (salvo ese Doctor, alter ego de Montesinos, que debería tener mayor protagonismo) y aunque los momentos dedicados a las relaciones sexuales estén introducidos un tanto a martillazos, a pesar de todo esto, tiene el autor la capacidad de conseguir que su libro se lea con un cierto interés por  saber hacia dónde puede dirigirse el autor.
Realmente, la novela es un thriller en lo fundamental y es una pena que no haya indagado más en el poder y en las relaciones entre este y la prensa no precisamente amarilla. Es uno de los grandes temas de nuestro tiempo y del que seguro que sabe bastante el autor.
Hace unos días comentaba en una entrada el último libro de otro buen escritor peruano, Santiago Roncagliolo. Comparándolo con el de Vargas Llosa hay algo que me ha llamado mucho la atención: este utiliza muchísimos más modismos peruanos que el primero de tal manera que se tiene la sensación de que se trata de un uso algo forzado. Desde luego, hoy por hoy prefiero con mucho a Roncagliolo; tiene más cosas que contar y sabe hacerlo muy bien.
Desde La fiesta del Chivo creo que Vargas Llosa no ha vuelto a escribir una gran novela, pero sí tiene la suficiente entidad, dominio del lenguaje y creatividad para escribir libros que se lean con cierto interés aunque no con el placer de sus grandes obras que tienen ya muchos años y que habrá que volver a leer para encontrar al gran escritor que ha sido.
Nadal Suau hace una buena reseña en elcultural.com.



Mario Vargas Llosa, Cinco esquinas

jueves, 17 de marzo de 2016

Los intelectuales y la opinión



Estamos ante un libro valiente y  necesario, es más, creo que debería ser un libro mucho más extenso pues apenas pasa de las 200 páginas.
Como queda claro en el título, Sánchez-Cuenca analiza críticamente el hecho de que muchos escritores, aprovechando la fama justamente obtenida  por sus buenas novelas o ensayos, se ponen a opinar de cualquier tema sin tener los conocimientos técnicos que se requieren o sin tomarse al menos  la molestia de informarse más y mejor.
Divide el texto en tres capítulos para ocuparse sucesivamente de: una visión general de los escritores y la opinión, de cómo tratan el tema del terrorismo y el nacionalismo y, finalmente, de las visiones de la crisis.
La idea que atraviesa todo el libro es la siguiente:

“Mientras la denuncia es una cuestión de valores, las teorías y las políticas requieren otro tipo de registro argumental. En España se han confundido y mezclado ambas cosas, de manera que tenemos a un número elevado de personas pontificando sobre el origen del nacionalismo y del terrorismo, sobre cómo tratar políticamente con movimientos nacionalistas y sobre cómo llevar a cabo la política antiterrorista.” (p.28)

Aunque la cita se refiera a solo dos temas, porque en el libro ocupan un parte importante del análisis, son varios más los aspectos que trata el autor. La carga crítica es muy fuerte sobre todo con alguno de los escritores como en el caso de Muñoz Molina que ha escrito un libro para explicar la crisis  y la situación del país. Aquí tengo que reconocer que habiendo leído el libro criticado no fui capaz de ver las evidentes incorreciones en las que incurre el autor. Tampoco salen bien parados otros como: F. de Azúa, J. Cercas, J. Marías, F. Savater (en este caso reproduce un texto memorable en defensa de los toros), M. Vargas Llosa, G. Bueno y un largo etcétera.. Obviamente, en ninguno de estos casos discute su valor en los campos de su especialidad bien sea la narrativa o el ensayo, sino lo que apuntaba  antes y que se podría resumir en aquello de “meterse en camisas de once varas”.
Tampoco sale muy bien parado el periódico El País ni el grupo PRISA ya que es quien acoge la mayor parte de lo publicado por los autores criticados.
Hay dos cosas del libro que me han interesado de forma especial. Por un lado, la diferencia que establece entre cultura intelectual analítica y holística que resulta muy útil para entender y analizar muchas interpretaciones. Por otro lado, la crítica pormenorizada que hace del “Manifiesto de los libres e iguales”.
Sin embargo, a la hora de interpretar el cambio ideológico desde la izquierda a la derecha que se ha producido en muchos de los autores criticados, Sánchez-Cuenca creo que  simplifica demasiado y que hay más factores que ayudan a explicarlo.
Como decía al comienzo, me parece un libro no solo necesario sino insuficiente porque me gustaría que se ampliase a otros creadores de opinión altamente indocumentados. Un texto que me ha hecho pensar y sobre el que tendré que volver muy pronto.
Por cierto, muchos de los escritores citados están entre los autores cuya narrativa  leo habitualmente  -ayer mismo terminé el último libro de Vargas Llosa-,  y también, me parece curioso observarlo, entre los que he dejado de leer el resto de sus escritos. Seguramente, y aunque de forma bastante inconsciente, me estaba dando cuenta de cosas que Sánchez-Cuenca explicita y explica muy bien.
Acabo de ver una interesante entrevista con el autor y una buena reseña.



Ignacio Sánchez-Cuenca, La desfachatez intelectual. Escritores e intelectuales ante la política

miércoles, 16 de marzo de 2016

Recuperando a un viejo conocido



Desde que a mediados de los años noventa leí los dos libros de Kross que publicó la editorial Anagrama no había vuelto a tener notica del autor. Ambos libros no solo me gustaron sino que, además, me parecieron muy interesantes por ponernos en contacto con realidades muy diferentes y con la visión de un escritor desde un pequeño país como Estonia.
Cuando vi el libro que hoy comento en la librería me llevé una grata sorpresa; era el momento de recuperar a un autor interesante.
Kross nació en 1920 y en este libro cuenta la historia de un personaje, Ullo Paerand, que nació también por esas fechas lo que le permite contar también muchos momentos importantes de la historia de su país. Para contarla emplea la voz de un narrador, Jaak Sirkel, que, según afirma  la traductora en el Prólogo, es un alter ego del propio Kross. El narrador se basa en una serie de conversaciones con el protagonista que tuvieron lugar en 1986 y que reproduce entrecomilladas. De esta forma asistimos a la multitud de peripecias vitales por las que atraviesa Ullo tanto en lo profesional (estudiante, periodista deportivo, propietario de una lavandería,  funcionario al servicio del primer ministro y, la mayor parte del tiempo, fabricante artesano de maletas), como en lo personal con diferentes relaciones afectivas hasta llegar al matrimonio (curiosamente se casará con una mujer a los tres días de haber sido rechazado por otra). Estas andanzas le sirven a Kross para ir dejando destellos de la evolución de su país desde su inicial independencia a la invasión nazi y la posterior soviética para terminar nuevamente independiente.
A partir de un determinado momento, Kross abandona la reproducción de las conversaciones y será el propio Sirkel el que cuente la historia. Este cambio es algo que en un primer momento resulta chocante, pero que luego, al centrarse mucho en los acontecimientos políticos, parece una buena opción.
Hasta aquí la parte descriptiva y ahora explicaré brevemente por qué me parece una novela irregular. Al ser un libro muy extenso, 470 páginas de densa tipografía, hay momentos muy conseguidos y otros que se hacen un tanto tediosos (por ejemplo, la gran cantidad de páginas que dedica a los días 18-20 de septiembre de 1944) o, en otros casos, un tanto irrelevantes para lo que parece que se quiere contar. He dedicado bastantes horas a su lectura y en varios momentos el libro se me caía de las manos aunque luego volvía a retomar el interés.
En todo caso hay algo que me ha gustado especialmente y es cómo logra Kropss que el lector se traslade a las diferentes  épocas (sobre todo cuando escribe sobre las décadas de los veinte y los treinta) y le parezca estar viviéndolas. Eso es algo que pocos escritores logran en sus obras y creo que es la mayor virtud de este magnífico escritor. Desde luego recomiendo la lectura de este libro y, si es posible encontrarlos, de los que publicó Anagrama.
Dejo aquí el enlace a una completa reseña de RaúlJiménez.



Jaan Kross, Vuelo estático

domingo, 13 de marzo de 2016

Artículos interesantes

Otra semana bastante floja a pesar de cómo está de revuelto el patio político.

Josep Ramoneda escribe sobre lo que está suponiendo para la idea de Europa el tema de los refugiados y las respuestas que se dan. (El País)

Buena reflexión de Luis García Montero sobre la identidad nacional. (infolibre.es)

Segundo artículo de Miguel Pasquau Liaño sobre la posibilidad de conformar un gobierno y los juegos que se están haciendo. El primero lo recomendé la semana pasada. Son hipótesis que ya veremos si se confirman, pero están muy bien argumentadas. (ctxt.com)

viernes, 11 de marzo de 2016

Mis temas recurrentes VII: Comprender el mundo



Reconozco que  resulta un título bastante presuntuoso, pero solo quiero recoger la idea de que una parte de mis lecturas se dedican a intentar conocer un poco el funcionamiento de nuestra sociedad en sus diversos componentes: la economía, la política, la información, la cultura, etc.
En la actualidad, la llamada globalización constituye un elemento clave para esa comprensión, pero como le dediqué precisamente la segunda entrada de esta serie, a ella me remito. Aquí voy a hablar de otros libros.
Creo que la historia de la posguerra de Judt nos ofrece un marco histórico muy adecuado para ir encajando algunas de las cosas que han pasado con posterioridad, además se trata de un magnífico libro de historia.
Los dos que pongo de Jones me han ayudado a entender la sociedad británica y muchos aspectos de la española.  También con Chavs a hacer más de un análisis autocrítico.
El de Serrano, autor al que sigo en todo lo que publica, me interesa porque te anima y te enseña a ver qué hay detrás de muchas de las informaciones que recibimos a diario y, que si no se está alerta, las creemos sin mayor problema.
Luis Arroyo es un auténtico especialista en la comunicación política y su libro es un buen ejemplo de cómo se prepara y, de alguna manera, manipula esa comunicación. (Él mismo ha participado en más de una campaña electoral.)
Sobre economía hay en el mercado multitud de textos; además, los que hablan de la globalización se suelen centrar sobre todo en este apartado. Estefanía me parece uno de los que escriben sobre estos temas de forma más clara sin perder por ello la precisión y la profundidad. Siempre es sugerente su lectura.
Todorov es otro autor que es interesante para muchos temas. En este caso son sus reflexiones sobre los peligros internos de la democracia como la xenofobia, el poder de los medios de comunicación, o el mesianismo.
El librito de Roy me ha puesto en contacto con una realidad, la de la India, de la que desconozco casi todo. Muchas de las cosas que cuenta de ese país creo que se pueden extrapolar a otros países y de ahí su doble interés.
Zizek es tan enormemente crítico con casi todo, que todo lo que dice resulta interesante y puede ser objeto de debate.
Termino con otro libro de Judt aunque muy diferente. Son sus casi últimas reflexiones sobre el estado del mundo que a mí me hicieron pensar e incluso cambiar algún que otro comportamiento.

Obviamente, esta no es sino una ínfima muestra de lo que se publica, pero creo que bastante abarcadora y significativa.

jueves, 10 de marzo de 2016

El primer Khadra





En la  última entrada mencionaba precisamente a Khadra como uno de mis autores favoritos y es que la escritura de este exmilitar argelino, afincado en Francia desde hace muchos años, tiene una gran fuerza  además de que suele tocar temas de su país de nacimiento de gran actualidad.
He leído todos los libros que se han traducido que, por otra parte, son la mayoría de los que ha escrito en los últimos veinticinco años. El que hoy comento lo escribió en 1990 y constituye la presentación y, por lo tanto, la primera entrega de la serie de novela policíaca que tiene como protagonista al peculiar comisario Llob.
No solo presenta en este libro al personaje que luego utilizará tantas veces, sino que también critica, sobre todo en la primera parte y de una forma incluso más fuerte de lo habitual en él,  la situación de la sociedad argelina llegando a decir algo tan duro como : “Hay días en que, honradamente, pienso que los treinta años de independencia nos han hecho más daño que los ciento treinta y dos años de opresión y oscurantismo.” (p.53)
Por lo demás, la trama de la novela no tiene un especial interés y la investigación, si es que así se la puede llamar, tampoco. Lo aspectos más interesantes del libro son: el lenguaje, el personaje protagonista y las diferentes críticas que, utilizando a Llob de intermediario, va haciendo y que nos dan una idea bastante aproximada de cómo era esa sociedad.
No es obviamente su mejor libro, pero sí que es muy recomendable para sus seguidores porque podemos apreciar temas y formas narrativas que luego utilizará en el resto de su obra. (Incluso hace una alusión al porqué escribe en francés.)


Yasmina Khadra, El loco del bisturí

lunes, 7 de marzo de 2016

Descubriendo literatura árabe




Es una pena que no se traduzcan más novelas no solo de escritores árabes sino también, como esta, escritas en árabe. Y es una pena porque siempre ofrecen historias diferentes, perspectivas originales, personajes muy bien trabajados e interesantes y una ambientación muy lograda. Tengo entre mis favoritos a dos escritores árabes, Khadra y Maalouf, pero que escriben en francés ya que de los que escriben en árabe no hay demasiado publicado si exceptuamos, claro está, al grandísimo Naguib Mahfuz.
Khalifa es sirio y viví allí (o al menos lo hacía en 2012). Su novela fue escrita en 2006 y tuvo grandes problemas con la censura. A España no llegó hasta 2012 que es la edición que acabo de leer.
Toda la novela está atravesada por los problemas políticos y religiosos que hubo en los años ochenta cuando gobernaba con mano de hierro Háfed al-Ásad, el padre del actual presidente. Las Brigadas de la Muerte practicando la represión, los islamistas pregonando el califato islámico, algunos grupos marxistas buscando otras salidas, etc., constituyen el trasfondo de la historia que cuenta Khalifa que es la de los miembros de una familia de Alepo con una variada gama de mujeres y hombres con muy distintas visiones y actitudes ante la vida. La protagonista, cuyo nombre no se menciona en ningún momento, es la narradora y ella misma pasará por la militancia islamista radical, la cárcel y un arrepentimiento que la llevará al exilio, pues como afirma en un momento dado:
“Aquel día salí de la facultad de medicina por última vez y escupí al triste edificio. De este modo me vengaba de las chicas de mi grupo que no me habían perdonado que saliera con la cabeza descubierta y de la dureza de los paracaidistas entrenados por el comandante de las Brigadas de la muerte.” (p.364)
Esta idea de que ni con unos ni con otros que se da en la cita, parece ser la del propio autor aunque es mucho  más crítico con el régimen que con los islamistas.
No es una novela política en la mayor parte de sus páginas, sino, como decía antes, la historia de una serie de personajes espléndidamente construidos que a veces se ven atropellados por las circunstancias.
Me gustaría destacar sobre todo la magnífica escritura de Khalifa que hace que te vayas embebiendo del ambiente y que leas la historia con un interés que va creciendo a medida que vas conociendo más a sus protagonistas. Sin olvidar la enorme sensibilidad de que hace gala a lo largo de toda la obra.
Novela muy recomendable y espero que pronto se traduzca algo más de este autor.
Dos interesantes reseñas que dan buena información sobre el autor y sobre esta misma novela en elpais.com y en elcultural.com.



Khaled Khalifa, Elogio del odio

domingo, 6 de marzo de 2016

Artículos interesantes

En estos tiempos tan convulsos y con tanta opinión muchas veces demasiado sesgada y poco fundamentada, la revista digital ctxt.es está ofreciendo artículos muy interesantes y visiones que se salen de las habituales en la prensa tanto en papel como digital. Pongo dos ejemplos.

Santiago Rico Alba hace un particular análisis de los modales y los discursos en el Parlamento. En él hace una fuerte defensa del discursos de Pablo Iglesias, pero lo más interesante es la parte podríamos decir teórica.

Miguel Pasquao Liaño plantea una hipótesis de por qué están pasando las cosas e incluso se atreve a ofrecer por dónde seguirán. Muy sugerente y además con la ventaja de que se podrá verificar pronto.

Saliendo del tema de los últimos tiempos es muy recomendable la entrevista que le hace Fabrice Arfi a Emmanuel Carrère en la revista de libros de infolibre.es. Aunque no la he leído completa todavía, no dudo de su enorme interés por la relevancia de este escritor que es uno de los que más me han gustado en los últimos años.

viernes, 4 de marzo de 2016

Violencia en Perú



Este escritor peruano, limeño para más señas, tiene la virtud de tocar generalmente temas complicados y de hacerlo de una manera tan ágil narrativamente hablando que es difícil dejar el libro. De hecho, este en concreto lo he leído prácticamente en dos sentadas.
Son 400 páginas en las que hay pocas que sobren. Todas contribuyen a ese crescendo de la violencia y, al mismo tiempo, a ir explicando y dando informaciones para que se puedan entender algunos de los comportamientos de sus jóvenes protagonistas, si es que existe alguna explicación para cosas como las que suceden en el libro.
Como hay una magnífica reseña de Luis Alemany en elmundo.es a la que remito, solo comentaré un par de cosas que me han gustado especialmente. Por un lado, los diálogos, en los que creo que está uno de los puntos fuertes de este novelista. Muy creíbles y ajustados a la edad de los protagonistas. Por otro lado, la gran creación de personajes tanto de los jóvenes estudiantes como de sus padres. En este sentido, el padre de Manu, un militar que termina totalmente destrozado, me parece que refleja muy bien lo que ha debido de pasar en la realidad con bastante gente.
Una magnífica novela que me ha recordado en algunos momentos ese Abril rojo que tanto me gustó en su día. Muy recomendable.

Santiago Roncagliolo, La noche de los alfileres


jueves, 3 de marzo de 2016

Inagotable Kapuscinski




Cuando ya no esperaba ninguna novedad sobre la obra del gran periodista polaco, aparece la traducción de esta reedición de un libro publicado en Polonia en 1962.
África una vez más como protagonista o, más en concreto, Ghana, el Congo y los políticos que estaban luchando por conseguir la independencia desde Krumah a Lumumba o Kasavubu.
El libro se abre con dos espléndidos capítulos en los que se reconoce al clásico Kapuscinski con sus descripciones de personajes peculiares y, sobre todo, marcado por la pesadez inhumana del calor y la humedad típicos del clima tropical. Además, ataca con fina ironía y sarcasmo la figura del colono en uno de sus textos más comprometidos. Así, aunque la cita sea de un capítulo posterior, escribe:

“Hay quien pregunta por qué en el Congo pegan a los blancos. ¿Cómo que por qué? Porque los blancos han pegado a los negros. He aquí el círculo cerrado del desquite. No hay más que explicar.” (p.154)

Las otras dos partes del libro, que son las más extensas, están dedicadas a los dos personajes principales en las independencias mencionadas y que, además, tanto impresionaron al joven reportero polaco: Kwane Krumah y Patrice Lumumba. Parece ser que su idea era escribir un libro sobre cada uno de ellos, pero no pasó de ser un proyecto y lo que aquí se publica son los reportajes que envió a la revista polaca para la que trabajaba.
A mí, como me pasa con cada libro de este escritor, me han entusiasmado los retratos que hace y las cosas que cuenta, pero es que, además, yo viví con una cierta intensidad la independencia del Congo -tenía 13años-, y me ha encantado reconocer a todos los protagonistas y también darme cuenta de qué tipo de información era la que yo manejaba, de hecho el diario ABC,  pues me hice firme partidario de Moise Thsombe al que Kapuscinski destroza en lo político y en lo humano.
En fin, una suerte poder contar con un nuevo texto de uno de mis escritores favoritos, alguien que es capaz de sintetizar y describir así:

“Nasser habla con firmeza y énfasis, siempre dinámico él, impulsivo y autoritario. Touré juega con la multitud, se la gana con su talante, su eterna sonrisa y su sutil desenfado. Nkrumah, grandioso y concentrado, muestra las maneras del predicador que conserva desde los tiempos en que pronunciaba sermones en las iglesias estadounidenses de los negros. Y luego, embriagada por las palabras del líder, esa multitud se arroja en éxtasis bajo las ruedas del coche de Gamal, levanta en volandas el de Sékou y se descoyunta para poder tocar el de Kwane.” (p.135-6)

Recomendable para todo el mundo e imprescindible para seguidores del autor. Tiene también esta edición el atractivo de las fotos, varias muy ilustrativas de lo que se lee en el texto; en alguna aparece un joven periodista polaco que con los años llegaría a ser tan conocido en España como para que se le otorgase el premio Príncipe de Asturias.


Ryszard Kapuscinski, Estrellas negras