jueves, 23 de marzo de 2017

Interesante premio Goncourt




En la entrada anterior comenté la novela de un escritor esloveno nacido en 1980. Ahora la de una autora nacida en 1981 en Marruecos que vive en Francia y escribe en francés. Ambas son dos magníficas novelas aunque tratan temas muy diferentes y están escritas también con muy diferentes estilos.
Slimani obtuvo el año pasado el prestigioso premio Goncourt por esta obra. La novela cuenta la relación de una niñera con la familia que la contrata. Está construida como un thriller, pero ya desde la primera página sabemos qué va a pasar, por lo que el resto de la novela consiste en ver el proceso que llevará a tan terrible final. En ese proceso, la niñera, Louise, tiene un papel protagonista y en varios capítulos la autora nos mostrará algunos episodios de su vida. Además, también plantea algunos problemas actuales como, por ejemplo, las relaciones de pareja, la educación o los prejuicios de clase.
Ahora bien, el gran mérito de la novela creo que está en su estilo y en la capacidad de la autora para mantener al lector en tensión y prestando la máxima atención a pesar de conocer cuál es el final y quién lo protagoniza. Como se dice en dos extractos que la editorial ha puesto en la faja que acompaña el libro:

Canción dulce atrapa al lector con una fuerza asombrosa, tanto por el dominio narrativo de Leila Slimani como por su escritura directa, fría y precisa.” S. Dupays, Le Monde.

Thriller intimista de alta tensión. Magnífico y glacial.” N. Van Egmond, La Parisien Magazine.

A mí me ha recordado en distintos momentos y por diferentes razones (atmósfera, tensión, estilo) a otros dos escritores franceses que están entre mis favoritos: Emmanuel Bove y Laurent Mauvignier.
Como en el caso del esloveno que mencionaba antes, esta es la segunda novela de Slimani por lo que hay que esperar de ambos una larga y fructífera carrera con tan buenos inicios.
Una lectura altamente recomendable.
Aprovecho para agradecer a una editorial como Cabaret Voltaire su política editorial con la publicación de libros tan interesantes como, entre otros,  los de Mohamed Chukri, el mencionado Mauvignier y, lógicamente, el que acabo de comentar.



Leila Slimani, Canción dulce. Traducción Malika Embarek López.

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