jueves, 22 de junio de 2017

Fin de una trilogía



Con esta entrega se termina la trilogía que O’Brien dedicó a reflejar la realidad de la Irlanda de los cincuenta y sesenta a través de la historia y las relaciones entre dos mujeres.
Seguramente estoy influido por haber leído de forma casi simultánea la extraordinaria tetralogía de Elsa Ferrante, pero tengo que reconocer que esta trilogía ha ido de más a menos. Si el primer volumen, en el que se cuentan los años de formación,  me pareció muy interesante, ya en el segundo me empezaron a sobrar cosas y en este tercero me ha costado mucho entrar en bastantes momentos.
Las dos amigas están ahora casadas y, desde luego, no felizmente como de forma irónica reza el título. El libro se divide en capítulos contados en tercera persona cuando hablan de una de las amigas, Kate, y en primera cuando es la otra, Baba, la que lo cuenta. Estos son lo mejor del libro pues tienen un gran sentido del humor y de la ironía sobre todo en algunas escenas de sexo del capítulo 7 o en la búsqueda de médico para abortar del capítulo 9.
En todo caso poca cosa para un libro en el que, aunque está muy bien escrito y los personajes son muy reales y creíbles, me ha costado mucho entrar y que he leído bastante por encima por falta de interés en las historias.
Como decía antes, lo siento porque el primer volumen me había parecido muy bueno e interesante y he visto que la trilogía ha gustado bastante a mucha gente, pero en mi caso no ha sido así y eso siempre supone una cierta frustración.



Edna O’Brien, Chicas felizmente casadas. Traducción Regina López Muñoz

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