martes, 15 de mayo de 2018

Decepcionante



Este es un libro que trata dos temas realmente duros y difíciles. Por un lado, la muerte de su marido y, por otro, la enfermedad de su hija que se produce por las mismas fechas y que terminará con su fallecimiento muy poco después de publicarse este libro. Es decir, se trata de un texto dedicado a dos hechos dramáticos y, sin embargo, siento tener que decir que a mí me ha dejado bastante frío.
Dice Bernabé Sarabia en su amplia reseña en elcultural.com: 

“El gran mérito de Didion es hacer literatura, sujetar al lector a partir de detalles menores pero significativos de la vida cotidiana. Es capaz de establecer y presentar al lector la gama de sentimientos y la degradación de la felicidad que le supuso la muerte de sus padres a una edad normal, la de su marido, prematura, y la grave enfermedad de su hija. Y todo ello mientras el trabajo y los amigos siguen estando en su horizonte. Así consigue que el lector no salga de sus líneas en cuanto traspasa la primera página.”

Lo reproduzco porque creo que en él está una de las posibles explicaciones de lo que me ha sucedido; me refiero a esos “detalles menores” que menciona y que llenan muchas páginas del libro de tal manera que hacen su lectura un tanto tediosa por momentos y alejan de lo fundamental, o al menos de lo que a mí más me interesaba de lo que cuenta: su vivencia. He tenido que esperar hasta el capítulo 17, en un libro que tiene 22, para encontrar algo parecido a lo que esperaba.
Me resulta duro tener que dar esta opinión sobre el libro de una escritora que ya conocía y que me había gustado, pero es lo que he sentido leyéndolo. Le falta emoción, le falta profundidad y le sobra cotidianidad, aunque seguramente es lo que buscaba Didion que escribió el libro a lo largo del año siguiente al fallecimiento del marido.

Por cierto que se trata de un libro muy premiado y que tuvo gran éxito de crítica y ventas.
Máximo respeto a su dolor, pero reconozco que no he podido compartirlo, sobre todo en lo que se refiere a su hija, a pesar de que estoy especialmente sensible desde mi paternidad.
Hay una entrevista de EduardoLago con la autora en elpais.com.

Joan Didion, El año del pensamiento mágico. Traducción Javier Calvo.

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