jueves, 7 de junio de 2018

Para profundizar en la obra de una escritora



No es habitual encontrar en nuestras librerías textos como este en el que una autora nos acerca a un mayor conocimiento de su obra a partir de la publicación de un conjunto de materiales como son : correspondencia con lectores, comentarios y sugerencias a los directores de cine que han llevado a la pantalla alguno de sus libros, largas entrevistas con periodistas de medios de muchos países, fragmentos que por diversas razones no incluyó en sus textos publicados, etc.
Quizá la explicación más plausible de esta novedad sea el hecho de que se trata de alguien que ha mantenido férreamente su privacidad de tal manera que no se conoce ni su identidad sexual (hay quienes afirman que se trata de un hombre y otros de un colectivo), ni su aspecto físico, ni mucho menos su biografía más allá de algún dato que se aporta en el libro. Digo privacidad y no anonimato porque la propia Ferrante insiste ante las machaconas preguntas de varios periodistas que no se trata de anonimato. Precisamente este tema es el que más veces aparece en el libro ya que es una pregunta recurrente de la mayoría, si no de todos, los periodistas que la entrevistan (entrevistas que se gestionan a través de sus editores y consisten  siempre en preguntas cerradas y por escrito). Como es un tema que despierta tanto interés, dejo aquí algunas de sus repuestas:

 “La atención mediática, cuyo principal objetivo es dar voz y cuerpo a la estrella del momento, ha acostumbrado a los lectores a la idea de que es más importante el productor de obras que las obras mismas. Como si dijéramos: te leo porque me gustas tú, confío en ti, eres mi pequeño dios.” (p. 241)

“Además, los libros auténticos solo se escriben para ser leídos. El activismo promocional de los autores tiende, en cambio, y cada vez más, a borrar las obras y la necesidad de leerlas.” (p. 94)

“Ahora bien,  la enfatización mediática es muy distinta, el predominio del icono del autor sobre su obra. En este caso, el libro funciona como la camiseta sudada de una estrella del pop, prenda que sin el aura del divo resulta por completo insignificante.” (p. 269)

Obviamente, en un texto así la autora habla de infinidad de temas y explica multitud de cosas sobre sus personajes y el contenido de sus novelas. En este aspecto está el principal problema que tiene un libro así para un lector tan desmemoriado como yo: la mayor parte de lo que comenta de sus obras no puedo seguirlo porque no recuerdo las historias o los momentos a los que hace referencia. No obstante, me ha interesado su lectura porque es alguien que cuenta muy bien e intercala además reflexiones y opiniones tan jugosas como las siguientes:

“Quien escribe solo debe preocuparse por narrar del mejor modo posible lo que sabe y siente, lo bello, lo feo, lo contradictorio, sin obedecer a ninguna prescripción, ni siquiera a las que proveniente del campo al que siente pertenecer. La escritura requiere la máxima ambición, la máxima falta de prejuicios y una desobediencia deliberada.” (p. 305)

“Por lo demás, la clase política que nos gobierna, sin cultura, sin cerebro, sin justicia vaya ironía, se considera inocente y, con una repugnante sonrisita astuta, declara que las culpas, si las hay, son de otros. Detesto el tono de voz con el que estos poderosos opacos y bravucones manipulan la culpa y la inocencia. No me fío de sus declaraciones de intenciones, de sus peroraciones, de las autodefiniciones orgullosas e inmodestas.” (p. 123)

Desde luego es un libro absolutamente ineludible para sus fans, que son legión, y también útil para quienes como yo hemos leído con mucho placer la tetralogía Dos amigas y alguno de sus primeros libros. Quizá se podría haber suprimido alguna de las entrevistas para aligerar un poco la extensión, 439 páginas, y evitar algunas duplicaciones.
Un comentario final un tanto marginal. A mí como lector me gusta conocer cosas de los autores que leo e incluso es bastante  habitual que de vez en cuando vuelva a la solapa para ver su fotografía. Seguramente no me aporta nada como dice Ferrante, pero me gusta. Eso sí, respeto totalmente su postura y hasta creo que tiene razón en sus argumentos.
Hay una buena reseña de Beatriz Garza en unlibroaldia.blogspot.com.

Elena Ferrante, La frantumaglia. Un viaje por la escritura. Traducción  Celia Filipetto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario