domingo, 9 de diciembre de 2018

Otra novela premiada de Piñeiro



Es la sexta novela que leo de la autora en un año (la primera la terminé el 17 de diciembre de 2017), es decir, que he leído casi toda su obra en muy poco tiempo lo que indica el interés que me ha despertado y los buenos momentos que me ha hecho pasar.
Esta que hoy comento obtuvo el Premio Sor Juana Inés de la Cruz 2010 de la que el jurado dijo entre otras cosas:

“La novela –con un suspenso sostenido que la vincula con lo mejor del género policial- nos lleva a planteamientos tanto éticos como políticos de carácter universal en la sociedad contemporánea (…). La mirada irónica y desencantada, no obstante, fortalece el cuidado y el compromiso de la autora con sus personajes.” (Extracto del acta reproducido por la editorial en la solapa)

Aquí están las principales características no solo de este libro, sino de la mayoría de las obras de Piñeiro: trama con algunos elementos policiales, algo de crítica social y política, tratamiento de las relaciones personales sobre todo de pareja y unos personajes bastante bien construidos.
Con estos mimbres la autora construye una historia que atrapa desde el primer capítulo y que va desarrollando con precisión y haciendo uso de vez en cuando de flashbacks para dar a conocer las principales claves de la historia.
Hay como decía algunas referencias a la corrupción -el mundo en el que se desarrolla la historia es muy proclive pues se trata de un estudio de arquitectos y constructores-, y a los negocios no siempre del todo legales. Sirva de ejemplo el siguiente fragmento:

“-No, pará, no soy tan ingenua. Yo sé que no está del todo bien lo que hace. ¿Pero qué está bien? Mirá alrededor tuyo, la gente que conocés, ¿consiguió todo por derecha? El arquitecto ese para el que trabajás vos, los inversores que ponen la plata para que él haga su negocio, algunos de tus vecinos, el tipo al que le van a vender el próximo departamento, ¿consiguieron todo en buena ley? ¿Y los que ves en la tele?, ¿o los políticos? “(p. 192-193)

También hay una crítica a la colaboración necesaria de subordinados sin gran poder:

“-Que los peces chicos, en lugar de defender a los suyos, terminan defendiendo a los peces grandes. Revise la historia de la humanidad y va a ver si le miento. ¿Y sabe por qué?, para ilusionarse con que eso les permitirá llegar a ser lo que no son.” (p. 125)

Además del interés de los temas y de la trama, está la escritura de Piñeiro siempre efectiva, ajustada y redactada con una aparente facilidad que, sin embargo, debe de llevar su trabajo. Lo mismo sucede con los muy bien elaborados diálogos.
Por lo dicho resulta bastante normal que fuera llevada al cine en 2017, algo ya habitual con las novelas de la autora.
Tan recomendable y entretenido como el resto de sus libros.

Claudia Piñeiro, Las grietas de Jara.

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