Gracias a una información de Javier Marías en El País, tengo ocasión de ver Camino a la guerra, película dirigida en 2002 por John Frankenheimer. Excelente muestra del cine político norteamericano. Relata los entresijos del gobierno de Lyndon B.Johnson que culminaron con la entrada masiva de tropas en Vietnam y con los bombardeos sobre el norte. Muy buen guión e interpretaciones. Se demuestra una vez más que es el mejor cine capaz de reflejar su realidad política de una forma crítica. Me queda la sensación de que nos ha gobernado y nos gobierna gente con una preparación más bien escasa y que toma decisiones trascendentales muchas veces sin gran conocimiento.
Vuelvo a ver, y creo que es la tercera vez, el documental Cazadores de utopías realizado en 1996 por David Blaustein. Otra muestra de cine político de un país que hace muy bien este tipo de documentales. Partiendo de imágenes de la época, 1965-1978, se muestran entrevistas con protagonistas de la izquierda peronista. Echo de menos que no aparezca gente de la dirección de Montoneros como Mario Firmenich o Rodolfo Galimberti. Me queda también un regusto amargo por varios motivos: la atracción ejercida por un personaje con tan poco bagaje intelectual e ideológico como Perón, la falta de visión política de la dirigencia de los Montoneros, la cantidad de gente que murió por errores clamorosos, etc.
Dos ejemplos muy recomendables de diferentes formas de realizar cine político. El primero para cualquier persona y el segundo para interesados en la historia de Argentina.
¿Podemos celebrar los ateos la navidad? En su origen fue una fiesta profana para celebrar el solsticio de invierno. Luego, la Iglesia la santificó como ha hecho con tantas otras festividades. En la actualidad, el fenómeno “religioso” más masivo de estas fiestas navideñas es la cabalgata de los reyes magos (que, para gran decepción, han resultado ser los padres) patrocinada, además, por los ayuntamientos y el sector del comercio. Las actividades más relevantes en la navidad son: por un lado, la comida y la bebida fundamentalmente en familia y hasta reventar, quizás para, imitando a los osos, estar preparados para el largo invierno y, por otra parte, los regalos, las compras muchas veces con carácter compulsivo. Así pues, las fiestas del consumo. Por lo tanto, ¡adelante! “Marchemos todos juntos y yo el primero por las fiestas navideñas”.
(Escribo esto desde que tengo un niño de un año, que si no…)
Hace unos días publicaba una nota sobre el fracaso escolar. Prácticamente el mismo día salía el informe PISA que manifiesta de alguna manera el fracaso de la escuela, pues tal supone estar entre el puesto 33 y 36 de los países analizados. (En el caso de Baleares en el cuarto puesto empezando por el final). ¡Todo un éxito! Entre las causas del fracaso español, entresaco algunas ideas que ofrecen catedráticos de distintas facultades de Ciencias de la Educación ( El País 8.12.2010): la formación y selección del profesorado, la elevada repetición de cursos, la organización parcelada de asignaturas, la excesiva carga académica, además muy anticuada, y la poca enseñanza práctica, el bajo nivel de exigencia,…
Habrá tiempo para volver sobre un tema crucial para el futuro.
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