

"Porque tenemos derecho a sobresaltar al lector, a cogerle a contrapelo, a obligarle a reflexionar o a reaccionar en lo más profundo de sí mismo; también se le puede dejar insensible, desde luego, no afectarle para nada, no dar en su blanco o quedarnos cortos. Pero nunca hay que desconcertarle, no tenemos derecho; nunca hay que hacer que ya no sepa dónde está, en qué camino, aunque ignore adónde le conduce tal camino." (pág. 94-95)
En éste en particular rememora algunos momentos de su estancia en Buchenwald, de hecho forma parte de lo que algunos denominan la Trilogía de Buchenwald.
Como curiosidad he de decir que aparece H.M.Enzsberger del que publiqué una reseña el otro día.
Libro absolutamente recomendable como, por otra parte,la mayoría de la obra de este gran escritor.
Jorge Semprún, Viviré con su nombre, morirá con el mío.
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