miércoles, 7 de septiembre de 2011

ANDAMIO

Las 20 horas lectivas.

Esperanza Aguirre: “20 horas es menos de lo que trabajan la mayoría de los madrileños” (o algo así).
Ana Botella: “en el ayuntamiento los funcionarios trabajan más de esas horas” (o algo así)
La consejera de educación de la Comunidad de Madrid: “ los ochenta millones que supone de ahorro esa medida los emplearemos en…” (o algo así).
Las dos primeras, o tienen el mismo conocimiento que el consejero de trasportes de la misma comunidad -sí aquel para el que no existía el metrobus-, o tienen la misma capacidad de manipulación que su televisión, Telemadrid para más señas.
Saben, o al menos deberían saber, que la jornada laboral de un funcionario, y los profesores afectados lo son, es de 37 horas y media. El reparto varía de una comunidad a otra, pero suele suponer estar en el centro de trabajo de 27 a 30 horas quedando el resto para preparar las clases, corregir exámenes o trabajos, etc, lo que normalmente se hace mucho mejor en la tranquilidad de la casa particular. Por lo tanto, tanto doña Esperanza como doña Ana mienten, que es algo muy malo para gente tan religiosa como ellas, o acaso no conocen la verdad, lo que es muy malo para gente con los relevantes cargos que ocupan. Por cierto, esto me sugiere una pregunta, ¿ganan ambas más que la mayoría de los madrileños? Y en el hipotético caso de que la respuesta fuese afirmativa, ¿lo merecen visto lo visto?
Sinceramente, no creo que la ampliación de dos horas en el horario lectivo de los profesores vaya a llevar a la hecatombe que algunos están vaticinando: mala preparación de las clases, escasa atención a las tutorías,…Eso sí, va a afectar seguro a su moral laboral y a su consideración social (¡los jefes acusando a sus empleados ante la opinión pública de que trabajan poco!) Además, y con un afán de colaborar con la administración madrileña, los ochenta millones mencionados por la consejera se podían haber obtenido de otras fuentes. Como muestra un botón: el presupuesto de Telemadrid para el 2010 era de 81 millones de euros. Y ¿hay algo más irrelevante y que sobre que ese canal de televisión? Solamente puedo disfrutarlo un fin de semana al mes en mi tradicional visita a esa ciudad que me vio nacer y constato: es lo más tendencioso que he visto nunca en lo que a televisión pública refiere. (Reconozco que no he visto Canalsur)
No me extraña que uno de las consignas escuchadas estos días sea :” Nos sobra esperanza y nos falta ilusión”. Yo por mi parte me estoy planteando si creerme definitivamente la anécdota de Esperanza Aguirre y Sara Mago.


Rubalcaba y los euros.

Escuché a Rubalcaba el otro día en la radio y realizaba una serie de cálculos que resumo en lo que recuerdo. La reaparición del impuesto sobre el patrimonio unida a la creación de un nuevo impuesto sobre los bancos, pueden suponer un aumento de los ingresos de unos 2500 millones, 1500 por el primero y1000 por el otro. Esa cifra se dedicaría completamente a la creación de empleo. La desaparición de las diputaciones supondría por su parte una reducción de los gastos de 1000 millones.
Como se ve un total de 3500 millones de euros, cifra semejante a la que está subastando el gobierno de deuda pública en las últimas semanas.
Aquí me vuelve a pasar lo que comentaba antes sobre Esperanza y Ana, espero que perdonen las confianzas, o sabe perfectamente que está diciendo algo bastante irrelevante para la situación de la economía española y, por lo tanto, practicando la demagogia de forma descarada o, y no creo que sea el caso, desconoce las cifras de nuestro desastre.


José Blanco y la estabilidad.

Nuestro siempre alabado Pepiño acaba de hacer un descubrimiento descomunal, de gran trascendencia para el futuro, de gran impacto económico y social: la necesidad del equilibrio presupuestario y que, además, quede reflejado en un artículo de la Constitución para evitar que alguien se lo pueda llegar a saltar.
Evidentemente, el equilibrio presupuestario a medio plazo es una sana medida de política económica o, dicho de otra manera, es una forma de mantener una economía con buena salud. Implica endeudarse cuando sea necesario por la mala situación económica con el compromiso de ir devolviendo las deudas ahorrando en los buenos momentos. Esto es lo que hace cualquier familia y cualquiera que tenga dos dedos de frente “económica”.
¿Cuál es entonces el problema `para que se monte este follón en estos momentos? La primera noticia que se tuvo era que se pretendía constitucionalizar el déficit cero, esto es, no el equilibrio a medio plazo sino la imposibilidad de hacer presupuestos desequilibrados. Se trata de una antigua aspiración de todo el pensamiento neoliberal desde los años ochenta. Para el neoliberalismo el estado es algo casi superfluo y, en todo caso, su actuación debe tener un carácter subsidiario, así que cuanto menos gaste mejor porque queda para que lo gaste la “iniciativa” privada que siempre lo hará con un mejor criterio económico. De eso se trataba en un primer momento aunque luego haya habido presiones para que no quedase de esa manera que sería difícilmente digerible. Aún así ha quedado el miedo a que se haga cualquier referencia al tema por lo peligroso que pueda ser para el futuro. En el fondo, lo que se discute es el espíritu de lo que se plantea más que la letra concreta; el miedo es hasta qué punto tendremos que llegar para cumplir con lo que “los mercados” nos piden.

Dejo para otra ocasión hablar un poco sobre la evolución histórica de la deuda en España y otros países que creo que es útil para entender aún menos lo que está pasando.

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