No son muchos los testimonios de los campos de concentración de Stalin, pero los que hay son verdaderamente buenos. En este caso, con tan sugestivo título, se presenta el de un judío polaco cuya peripecia por la Unión Soviética en la Segunda Guerra Mundial es realmente apasionante. Cuenta, además, con el añadido de que no escribe él directamente, sino que lo hace ayudado por una escritora profesional lo que tiene la ventaja de que el relato fluya con mayor facilidad sin que se pierda dramatismo ni intensidad. Parece más una novela, por la escritura, que un hecho real aunque no quiero decir con ello que no sea creíble todo lo que en el libro se cuenta. Además, a pesar de que se trata de una experiencia muy dura, lo es menos que otras que he leído, seguramente porque los últimos tiempos de su cautiverio los pasó como asistente en hospitales. Por cierto, no lo he dicho, la mayor parte de la condena la pasó en la región deKolimá. Con el titulo de Relatos de Kolimá hay una extensa obra literaria, seis volúmenes editados hasta ahora, deVarlam Shalámov; el primero ya lo he comentado en el blog.
Un libro, en fin, muy recomendable para seguir descubriendo hasta dónde puede llegar la maldad humana, pero también la resistencia del cuerpo y el espíritu.
Janusz Bardach y Kathleen Gleeson, El hombre, un lobo para el hombre
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