Último libro leído del autor húngaro y creo que también será el último pues no se ha publicado, que yo sepa, ninguno más. Cuenta aquí una historia sobre un profesor en la primera o segunda década del siglo XX que le permite, parece ser que de forma bastante autobiográfica, hablar sobre el sistema educativo y el mundo de los jóvenes en esa época. Independientemente de otros valores que pueda tener la obra, a mí me ha interesado esta descripción del mundo de la enseñanza en esa época porque, además, me ha recordado cosas tanto de mi época de alumno como de la de profesor, con lo que tristemente se demuestra lo poco que se ha avanzado en algunas cosas.
El libro está escrito en 1924-25 y quiero destacar por ello una escena que me chocó mucho al leerla. Se trata de un momento en el que unos alumnos agreden a un profesor sacando fotos el hecho para luego poder mostrarlas, es decir, algo que nos parece hoy tan moderno o tan de moda tiene casi cien años.
Un libro muy entretenido, con historias interesantes, bien escrito como siempre en este autor, con un personaje principal bien construido; en definitiva, recomendable.
Dezso Kosztolányi, La cometa dorada
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