Efectivamente, con esta serie de cinco relatos se acaba mi relación con Kurt Wallander. Una pena porque me ha hecho compañía en muchos momentos y ha logrado meterme en sus historias y sus problemas como pocos personajes de novela.Estos relatos, además, tienen el interés añadido de que están escritos con anterioridad al primer libro de la serie, Asesinos sin rostro, y vemos por tanto a un Wallander en sus inicios como policía, como marido y como padre.
Al finalizar me queda la nostalgia del personaje y de su final en el último libro, que no desvelaré por si hay lectores que no lo conozcan. Soy muy aficionado a la novela policiaca, y aunque actualmente hay una verdadera invasión de títulos, de comisarios, de detectives, etc., no me resulta fácil encontrar otros autores que me interesen tanto.
No me queda sino recomendar la lectura de cualquiera de los libros que tienen como protagonista a este peculiar Wallander y también, por qué no, ver alguno en su versión para televisión aunque desde luego pierden mucho.
Henning Mankell, La pirámide
Hola Carlos! conocí a Mankell entre aeropuertos, suaviando malos ratos con esta lectura que encontré deliciosa, empecé con Wallander y en esta última venida a Caracas compré, en la misma librería Relay que ya tengo fichada en el aeropuerto de madrid "El Chino" que he disfrutado un montón. Me ha dado gusto encontrar este post tuyo, justo esta mañana pensaba, bueno, cuando regrese a Palma y espere en Madrid tengo una nueva cita con K.W. y mira tu que también te gusta. GUAY!
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