viernes, 25 de enero de 2013

Decepción inesperada



Comenté ahora hace dos años La carroza carmesí, primer libro del autor que leía y ante el que expresaba mis sentimientos ambivalentes: me interesaron el retrato de la ciudad y de la sociedad, y poco las historias de sus protagonistas. Pues bien, en éste que comento ahora, ni una cosa ni la otra me han llamado la atención; de hecho he abandonado la lectura a falta de poco más de cincuenta páginas.
Puede ser que Krúdy sea el gran renovador de la literatura húngara de principios del siglo XX, pero esta historia escrita en 1918 y, sobre todo, el lenguaje con el que lo hace, me han sonado a antiguos y, en algún momento, me han parecido un tanto cursis.
No obstante, seguiré insistiendo con la literatura húngara que me ha hecho pasar muy buenos ratos como se puede comprobar en otras entradas del blog.

Gyula Krúdy, Girasol

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