Acabo de terminar la lectura de esta pequeña obra
maestra y aún estoy impresionado. Una obra que habla de la solidaridad, del
miedo, de la lucha por la supervivencia, de la abnegación, del sacrificio, pero
que, sobre todo, lo hace de una forma realmente diferente a lo que se suele
leer. No sobra nada, no falta nada; no hay nombres, ni fechas, ni topónimos; no importa. La tensión, lograda con una prosa
precisa, no nos abandona en ningún momento desde la primera frase. El
vocabulario es de una particular riqueza que lleva a que incluso quien, como es
mi caso, haya conocido el campo en los años cincuenta, tenga que acudir de vez
en cuando al diccionario.
El eje de la historia, siendo importante, no es lo
más relevante. La atmósfera, el paisaje, los personajes que apenas hablan o
susurran pero que sienten y de qué manera, esa es la clave de esta grandísima
novela.
Primera obra de su autor y no creo que sea la última
por el enorme éxito que ha tenido, premio del Gremio de Libreros de Madrid y
elegida mejor novela por los lectores de Babelia.
No solo es absolutamente recomendable, sino que yo
diría que es imprescindible para los amantes de la buena literatura. Un libro
de esos que una vez comenzados no podemos abandonar. Quedo a la espera de otros
escritos del autor.
Culmina con esta lectura un mes de enero lleno de
pequeñas obras maestras como he dejado reflejado en el blog. Pequeñas pues
todas las que he leído escritas originalmente en castellano apenas llegan, como
ésta, a las 200 páginas, pero todas también están extraordinariamente bien
escritas y cuentan historias diferentes y de forma diferente.
Cito de la solapa del libro:” Un hermoso debut: una
narración muy sobria, reducida a lo esencial; una novela de formación que habla
a la esencia de la vida con profundidad y sutileza, un protagonista único que
logra mantener toda su pureza; una historia universal”, Mariagrazia Mazzitelli,
editorial Salani, (Italia).
Jesús Carrasco, Intemperie
.
No hay comentarios:
Publicar un comentario