“Pensó en su padre y se echó a llorar. Recordó cómo en una ocasión le había
gritado “Ojalá te hubieras quedado en un condón”” (p.63)
“(…) estaba harto de su guerra perpetua contra el mundo, una guerra que
llevaba luchando desde antes de tener palabras para articular la idea, una
guerra que, al principio, en la niebla de sus cuatro años de edad, fue una
rebelión instintiva contra ser abandonado en casas de acogida y escuelas
militares. Ahora en cierto modo entendía su condición de proscrito, lo entendía
más de lo que lo harían los adultos comprensivos.” (p.443)
En estas dos frases está perfectamente reflejada la condición del
protagonista de esta espléndida y triste novela: un joven de 11 años cuya vida
se cuenta hasta los 17; una vida en cautividad prácticamente siempre en
diferentes centros desde casas de acogida a hospitales psiquiátricos pasando
por reformatorios.
En los dos primeros capítulos la lectura me produjo una cierta angustia por
lo duro que era todo lo que le sucedía a Alex. A partir de ahí se produce una
cierta habituación y a pesar de que sigue siendo una novela dura y con una
fuerte carga de violencia (sobre todo la que afecta al protagonista a sus 11
años), se puede seguir leyendo entre otras cosas, o al menos a mí me ha
sucedido así, porque de alguna manera se pierde la noción de la edad de Alex.
Es el cuarto libro que leo de Bunker en muy poco tiempo y es también el que
más me ha impresionado y el que me parece más conseguido desde el punto de
vista literario. Personajes siempre en el límite, pero sin perder su humanidad.
Narrado con gran fuerza, de esa forma directa tan característica del autor, con
unos diálogos totalmente creíbles y una gran sensibilidad y cariño por sus
personajes.
Bunker, por lo que he leído hasta ahora, siempre se mueve por mundos
complicados, al margen no solo de la ley sino de la “normalidad”, y da la
impresión de que también tienen siempre una fuerte carga autobiográfica.
Novela muy recomendable al igual que los otros libros de este peculiar
autor que fue también guionista e incluso actor.
Hay que dar la enhorabuena y mostrar el agradecimiento a la editorial
Sajalin por poner a nuestro alcance estupendos libros en la Colección al margen (título que da una
clara idea de lo que contiene).
Edward Bunker, Little Boy Blue
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