Recoge el libro más de 20
horas de entrevistas realizadas desde finales de diciembre de 2015 a abril de
2016. No sé si era esa la voluntad expresa de las partes, pero el caso es que
se tratan sobre todo temas muy de la coyuntura política del momento aunque
Garzón intente a veces, con resultados diversos, profundizar algo más. Por
ejemplo, se dedican nada menos que 14 páginas, en un libro de menos de 200, a
explicar los problemas de la formación de grupos parlamentarios tras las
elecciones de diciembre, y todo un capítulo de 20 páginas, el 14, a explicar de
dónde surgió y cómo funcionó la “mesa a cuatro” (en este aspecto sí hay algunas
informaciones interesantes).
Por lo que vengo diciendo se
entiende que el libro, aunque entretenido y jugoso para quien esté interesado
por la política, me parezca un tanto superficial y en cierta medida superfluo.
Los pocos intentos que, como antes decía, hace Garzón por profundizar e ir más
a los problemas estructurales quedan sepultados
por los temas de la actualidad. Además, se repiten las mismas
referencias a Laclau, Lipotevsky o Gramsci en diversos lugares (quizá
explicable por ser conversaciones hechas en un período largo de tiempo y en
diferentes espacios). También me ha parecido chocante el uso que hace el
entrevistado del término ideología ya que parece deducirse de sus palabras que
él (ellos), IU, son los únicos que la tienen.
Por otra parte, se dedica
buena parte del capítulo 1 a la crítica de Podemos. Elsa García de Blas ha
hecho en elpais.com una buena selección de textos de esa crítica y a ella me
remito. Por mi parte reproduciré un par de ellos que comentaré brevemente:
“Y si tú quieres construir
pueblo, tienes que hacerlo fundamentalmente a través de la praxis; ellos creen
que los pueblos se construyen desde los discursos”. (p.24)
“Autoorganizarnos todas las
víctimas de la crisis es algo que solo se puede conseguir desde la práctica.
Para eso hacen falta organizaciones que ayuden a que eso suceda. Esta es
nuestra concepción de la organización política, mientras que para Podemos la
organización política es un instrumento fundamentalmente electoral que camina
adaptándose a lo que llaman el sentido común de cara a gobernar las
instituciones, pero sin cambiar necesariamente la mentalidad de la gente,
porque no es lo mismo adaptarte a la gente que hacer pedagogía del conflicto.”
(p.25)
Del primer fragmento solo
decir que no sé de qué texto de Podemos saca esa idea, y con respecto al
segundo, tras cinco años de crisis no tengo muy claro qué “pedagogía del
conflicto” han hecho desde IU o CCOO. Evidentemente no niego, muy al contrario,
que se puedan hacer críticas a Podemos, es más, creo que al menos en teoría es
una organización que debería crecer y desarrollarse a partir de las críticas;
lo que pasa es que tengo la impresión de que Garzón las hace hacia la
superficie y no siempre con mucho fundamento.
En fin, un libro que, como
se ve, es interesante aunque sea para plantear algunos temas de reflexión y
debate aunque a mí me ha defraudado un tanto no el Garzón político (que
demuestra tanto conocimiento y uso de la táctica como sus rivales a los que
critica por ello), sino el intelectual que parece pretender ser.
Miguel Roig, Conversación con Alberto Garzón
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