Hace bien poco alababa la primera obra
que leía de este escritor francés, Peste
& Cólera, y ya avisaba que pensaba continuar conociendo su
producción. Lo he hecho saltando
directamente a la última novela publicada hace pocos meses y tengo que decir
que ha vuelto a sorprenderme. Si en la anterior hacía una especie de biografía
de un poco conocido científico y aventurero relatándola de forma cronológica,
en esta se centra en un espacio, la ciudad de México, y un momento histórico,
básicamente finales de los treinta, para mostrarnos a un conjunto de muy
conocidos personajes reales que estuvieron por allí y en esos momentos. Así,
veremos a Trotski, Malcolm Lowry, A.
Artaud, Frida Kahlo, Diego Rivera, André Breton y un largo etcétera; pero,
además, lo hace sin seguir una secuencia cronológica de tal manera que hay
marchas hacia adelante y hacia atrás, pero siempre somos capaces de saber dónde
y en qué momento estamos (y lo digo yo
que tengo gran facilidad en perderme).
Aquí prefiero dar la palabra a Ricardo
Martínez Llorca que en culturamas.es ha
escrito a propósito del libro:
“Porque la estructura de la obra es
más elaborada, exige una respuesta del lector para que vaya asociando los
momentos temporales, obligados por las elipsis que existen al saltar de un
personaje a otro. La sensación de mosaico diseñado por un orate, pero
perfectamente planificado, da la impresión de que la obra estuviera escrita a
vuelapluma. Pero para escribir Viva es necesario tener una erudición
imposible como para soportar esa estrategia de escritura.”
Efectivamente, hay mucha erudición y
mucha planificación en un libro así, y si de la primera se disfruta, la segunda
se agradece.
Hay muchas cosas muy interesantes en el libro. A mí me ha encantado el
juego que muestra del muralista Rivera; las distintas apariciones de Lowry (no
me gustó hace años Bajo el volcán,
pero creo que tras la lectura de Deville tendré que darle otra oportunidad); el
contraproceso de Trotski presidido nada menos que por John Dewey; todo lo que
rodea a la casa azul de Coyoacán; ese personaje que aparece con tantos nombres
uno de los cuales es B.Traven, el autor de El
tesoro de Sierra Madre;…
Una novela, si es que así se la puede calificar, con elementos de lo que se
está llamando faction y que muestra
una vez más el nivel que están alcanzando los escritores franceses, su
capacidad de ser originales y de saltar por encima de la convenciones tradicionales
de los géneros.
Tremendamente recomendable. Solo una crítica o más bien una sugerencia:
hubiese estado muy bien publicar algunas de las fotos que comenta Deville.
Hay una buena reseña de Elena Hevia en elperiodico.com.
Patrick Deville, Viva
No hay comentarios:
Publicar un comentario