Hace unos meses me llevé una gran sorpresa al leer
el primer volumen de esta tetralogía. Sinceramente, no creía que un libro así
pudiera gustarme y no solo me gustó, sino que me predispuso para leer los siguientes.
Este segundo me ha hecho disfrutar tanto o más que
el anterior. La historia de las dos protagonistas y del espléndido conjunto de
secundarios que ha creado Ferrante te tiene atrapado desde la primera página y
desde esa impresionante descripción de la noche de bodas de Lila, una de las
dos protagonistas.
Como el anterior, y como sucederá en los cuatro
títulos, la historia está narrada por Elena, la otra protagonista que en dos
momentos diferentes se describe así:
“Empecé a cuestionarme a mí misma, había caído en un
error, me había hecho ilusiones. ¿Cómo era posible que yo, bajita, demasiado
rellena, gafuda, yo voluntariosa pero no inteligente, yo que me fingía culta,
informada, cuando en realidad no lo era, hubiese llegado a pensar que le
gustaría aunque no fuera más que durante unas vacaciones? (p. 278)
“A clase iba con una bata negra carente de toda
gracia; ¿qué esperaba la profesora que hubiese debajo de aquella bata, vestidos
y ropa interior como la suya? Había carencias, había miseria, mala educación.
Tenía un solo par de zapatos muy gastados. El único vestido que me parecía
bueno era el que me había puesto para la boda de Lila, pero hacía calor, estaba
bien para el mes de marzo, no para finales de mayo.” (p. 175)
Es decir, da una visión bastante penosa de sí misma aunque
luego la realidad termine siendo bastante menos dura con ella.
No voy a contar más de la historia. En el blog
devoradoradelibros.com se hace una reseña muy completa y un estupendo análisis
de los personajes y sus relaciones.
Sí quiero resaltar otros dos aspectos de la novela; para
ello utilizaré dos fragmentos de sendos blogs que me parece que los resumen muy bien:
“El estilo de Elena Ferrante es
preciso y compone con él una prosa envolvente e intensa, que por
momentos se vuelve casi lírica, con la que vuelve a hacer gala del dominio del
ritmo narrativo armando una novela pausada cuya lectura no se puede abandonar y
ofreciendo una narración donde no sobra ni falta ni una sola palabra, ni una
sola coma, mientras paseamos, casi sin darnos cuenta, por todo lo que de
complejo tienen la vida y el crecimiento.” En
entremislibrosyo.blogspot.com
“Las novelas de las dos amigas tienen
la intriga de un thriller, la trama de un culebrón, el contexto sociopolítico
de una novela realista y unos pasajes alucinados propios de la literatura
fantástica.” Brenda Otero, elpais.com
Efectivamente, ese carácter envolvente
de su estilo y una prosa tremendamente eficaz me parecen muy importantes para
atrapar al lector. Además, aunque a veces está en el filo de la navaja del
culebrón e incluso de la novela rosa, lo salva muy bien por la fuerza que da a
sus personajes y lo creíble de las situaciones en que los pone.
Absolutamente recomendable aunque sé
que habrá gente a la que no le guste ni le interese nada esta historia.
Reconozco que yo tuve que quitarme de la cabeza más de un cliché para leer el
primero. Hoy lo agradezco.
Elena Ferrante, Un
mal nombre. Traducción Celia Filipetto
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