sábado, 12 de agosto de 2017

Retomando a Luis Sepúlveda


Desde la muy famosa Un viejo que leía novelas de amor tenía muy abandonado a este buen escritor. Apenas un par de libros y eso que ha llovido desde entonces y que ha publicado bastante. Tras la lectura de este que comento creo que tendré que remediar ese fallo.
Sepúlveda ha escrito un trhriller político o si se prefiere una novela policíaca con trasfondo político. La historia atraviesa buena parte del siglo XX pues hay sucesos en la Rusia de Trotsky o en la Alemania nazi. Una historia muy bien elaborada y construida con un personaje, Juan Belmonte, muy interesante que ya ha protagonizado alguna otra novela del autor y que seguramente volverá en otras porque es de los que da mucho juego. También Verónica, la compañera de Belmonte, es otra buena creación y la aprovecha muy bien Sepúlveda para mostrar el rostro de la dictadura de Pinochet y también para contraponerla con algunas traiciones de otros militantes de izquierda.
Aprecio en Sepúlveda un cierto, o un gran, desencanto con la situación política en la que ha quedado Chile tras la llegada de la democracia. Se nota en varias intervenciones de regresados del exilio y puede ser otro buen ejemplo el siguiente fragmento:

“Febrero se despedía, en pocos días se produciría el cambio de gobierno, Michelle Bachelet entregaría la banda tricolor de las promesas no cumplidas a Sebastián Piñera para que hiciera lo mismo (…)” (p.175)

Una novela que se lee de un tirón, de esas que cuesta dejar descansar un rato porque hay que hacer otra cosa; una novela que, como decía más arriba, anima a buscar otras anteriores del autor.

Luis Sepúlveda, El fin de la historia


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