Desde hace unos años tengo a
Mauvignier entre mis autores favoritos.
He seguido todas las traducciones que se han hecho de su obra , cinco hasta el
momento, y ninguna me ha defraudado. Es un escritor con una gran preocupación
por el estilo y el lenguaje, pero sin abandonar ni mucho menos los temas y las
historias que cuenta.
Esta novela es la más extensa de las
que se han publicado en España con casi 400 páginas ya que Mauvignier suele
escribir novelas cortas (hay una de apenas 50 páginas).
La historia que cuenta es la tragedia
que se produjo en 1985 en el estadio Heysel de Bruselas en la final de la copa
de Europa entre el Liverpool y la Juventus.
El libro se divide en tres partes
bastante diferenciadas: en la primera los protagonistas se preparan para
asistir a la final; en la segunda, la más corta, se recogen los hechos que
sucedieron en el estadio, y en la tercera se cuentan las consecuencias sobre
una serie de personajes. Estas partes no se corresponden exactamente con las
que aparecen así marcadas en la novela.
Los protagonistas son, por una parte,
tres jóvenes hermanos ingleses y, por la otra, un conjunto de italianos con
algún amigo francés y belga. En los momentos previos al partido se reparten el
espacio de la narración de forma bastante parecida, pero, una vez sucedida la
tragedia, el protagonismo pasa a quienes más lo sufrieron y en la parte final
será Tana, la mujer del único fallecido que sale, la protagonista
absoluta.
El autor toma claro partido y así hace
un retrato de los ingleses bastante duro como se puede ver en los siguientes
párrafos:
“Porque con el calor y la cerveza, con
la caminata y la voces que oíamos a lo lejos –England! England!- nos sentíamos como en casa, mejor que en casa.
Sin freno. Con cada insulto y cada carcajada nos desembarazábamos de nuestras
viejas pieles. Aparecieron las primeras amenazas, apenas disimuladas tras los
estribillos de antiguas canciones.” (p. 67)
“Cuando era joven, le daba también a
los porros. Y a las chicas. Organizaba batidas de castigo con sus colegas, iban
a la salida de las discotecas a “escarmentar maricas a palos”, como decían
entre alardeos, y también, en ocasiones, a pescar chicas que deambulaban solas
por las calles, de noche.” (p. 135) (Se
refiere a Doug el hermano mayor, que es el que tiene peor comportamiento).
“Pobrecito Geoff. Di, ¡acaso no sabes
que tus hermanos son unos auténticos fachas,
de lo más facha e idiota que se puede encontrar en Inglaterra? ¿Sigues sin
querer saberlo?” (p. 232)
“Y tu padre, en su butaca marrón con
su cerveza, también a él lo temes desde hace mucho tiempo, no mientas, le
tienes miedo desde siempre; ya te atemorizaba en tu infancia, cuando padeció
ese período de paro y ahogaba su miseria en la cerveza…” (p. 147) (Le habla a Geoff, el hermano pequeño y único
de alguna forma arrepentido).
Como se aprecia en los textos la idea
es tipificar a los hooligans que
tuvieron su mayor momento de auge precisamente por aquellos años. No obstante,
la novela va más allá de lo que sucedió en el estadio y de la culpabilización
de los hooligans ingleses. Hay mucho
de relaciones familiares tanto entre padres e hijos como entre hermanos, y
también de relaciones amistosas. Hay mucho de sentimientos, de emociones, de
sufrimiento. Para expresar todo esto Mauvignier utiliza frecuentemente la
técnica del monólogo interior propiamente dicho porque, en cualquier caso, toda la novela está construida desde lo que
narran en primera persona diferentes protagonistas.
Una historia muy bien construida y muy
bien contada en la que los momentos de máxima tensión, como lo que les sucede a
Francesco –el que fallece- y a su esposa Tana, provocan bastante angustia en el
lector sin que el autor se regodee demasiado en ellos. No es una crónica de lo
que pasó, de hecho cuando escribe, a raíz de la presencia de alguno de los
protagonistas, sobre el juicio que se produjo tres años después nos enteramos
de la sentencia en una línea que puede pasar casi desapercibida.
En fin, otra gran novela de este
espléndido escritor francés del que espero que se sigan traduciendo más libros.
Hay una muy breve reseña de JesúsFerrero en elpais.com.
Laurent Mauvignier, En la turba. Traducción Juana Salabert
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