Hace unos meses descubrí, leyendo El fin de la historia, que Luis
Sepúlveda tenía una faceta como escritor de novela negra. Me lo pasé muy bien
con ese libro y me pareció que el protagonista, Juan Belmonte, era un personaje
original e interesante. La primera aparición fue precisamente en esta novela
que ahora comento y cuyo título ya da alguna pista.
Cuando leo novela negra, y es algo a lo
que dedico un tiempo cada año, lo que más me suele interesar no es la trama que
monta el escritor, sino los personajes que la llevan a cabo y el ambiente en el
que se desarrolla. Por eso me gustan tanto escritores recientes como Benjamin
Black o Philip Kerr que han sabido hacer ambas cosas de una forma muy
sugerente. Obviamente, mis favoritos del género siguen siendo Hening Mankell y
Patricia Highsmith.
La trama de esta novela que comento no
tiene demasiada complejidad ni tampoco demasiado interés; sin embargo, este
Belmonte, que será el protagonista, sí porque hay una serie de historias
paralelas en las que nos va contando muchas cosas de su pasado que, este sí,
tiene mucho interés. Exmilitante de izquierdas y participante en muchos conflictos
de los años setenta y ochenta en distintos países de Sudamérica, se presenta
ahora un tanto decepcionado y desencantando con lo que está sucediendo sobre
todo en su Chile natal. Así, por ejemplo:
-
“(…) Su hermano sigue en el
ejército, ahora es coronel. Varias víctimas de las torturas lo han reconocido,
pero es de los intocables.
-
El precio de la democracia. Me cuesta creer que
estoy en Chile. Nunca pensé en regresar frenado por el miedo a toparme con
tipos de su calaña, de los que siempre supieron lo que pasaba, no movieron un
dedo para impedirlo y se dedicaron a profitar a la sombra de los que hacían el
trabajo sucio. Supongo que ahora es un paladín de la democracia, de los capaces
de reconocer que hubo excesos. Nauseabundo el precio de la democracia.” (p.
190-191)
También hace una fuerte crítica a los
comunistas en este caso en Europa y más en concreto en la RDA donde se origina
la trama.
Una novela muy entretenida y con esos
aspectos críticos que la hacen más interesante además, claro, de estar muy bien
escrita como obra del buen escritor que es Sepúlveda.
Luis Sepúlveda, Nombre de torero.
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