miércoles, 29 de agosto de 2018

Crítica de la clase media argentina




Mi acercamiento a la obra de Piñeiro está siendo rápido y constante. Esta es la quinta novela que leo en menos de un año y sigo leyéndolas en forma muy desordenada pues se trata de una de las primeras que escribió, 2005, y seguramente una de las más famosas al obtener el Premio Clarín de novela, por un lado, y además ser llevada al cine en 2009 por Marcelo Piñeyro.
A pesar de lo dicho no es de las que más me ha gustado aunque el tema me parezca interesante y la técnica narrativa también. La obra es una acerada crítica de esa clase media argentina que se aislaba en los countries en los noventa cuando la situación económica promovida por el gobierno menemista les hizo creer que, como se dice por aquí, “todo el monte es orégano” y que luego, cuando llegó la crisis, vieron como su situación se convertía en precaria. Piñeiro nos muestra la vida en el country Altos de la Cascada y la mentalidad de los miembros de esa clase: solidarios de mercadillo de ropa usada para que la compren sus criadas, mucamas o empleadas domésticas; con un fuerte clasismo e incluso alguna dosis de antisemitismo; viviendo una vida muy regalada mientras el país se va hundiendo hasta que les toca a ellos. Nada nuevo por otra parte en esos grupos sociales sean argentinos o de cualquier otro país. (Hay que aclarar que el término clase media no se aplica igual en Argentina que en España; aquí sería clase alta o clase media alta).
Para contar la historia Piñeiro emplea cuatro parejas principales y un par más  secundarias. Utiliza, como he visto que será habitual en muchas de sus novelas, la primera persona que es casi siempre la mujer del único protagonista masculino que no tiene trabajo desde el principio de la historia, aunque otras veces no se sabe bien quién es la persona que relata. También, de vez en cuando, acude a la tercera persona, pero es poco frecuente. Esta forma de narrar da mucha fuerza al relato y hace que el lector participe y se implique mejor en la historia.
Y, sin embargo, a pesar de todo lo dicho, creo que hay algo que falla en la historia o en algunos personajes, lo cierto es que hay momentos en que me ha costado creerme lo narrado. Hasta muy avanzada la novela no se habla de los problemas económicos de alguna de las familias, cuando el lector se ha preguntado ya varias veces cómo es que pueden llevar ese tren de vida. Sí tiene, como suele ser habitual en la obra de la autora, elementos de intriga aunque tampoco resulte demasiado creíble, al menos para mí, lo que sucede ya que  no parece algo lógico dado el comportamiento que han tenido los personajes hasta ese momento. (No se puede decir más por aquello del spoiler.)
En todo caso, tan recomendable como el resto de las novelas de la autora de la que aún me quedan algunas pendientes de lectura.
Inmediatamente después de acabar la novela he visto la película que me ha dejado sensaciones ambivalentes. Creo que explica algo mejor el comportamiento de algunos personajes, pero al mismo tiempo trata menos el tema central de la vida en el country.
Hay una reseña corta pero útil de Ernesto Calabuig en elcultural.com.


Claudia Piñeiro, Las viudas de los jueves.

No hay comentarios:

Publicar un comentario