martes, 12 de febrero de 2019

Releyendo a un grande



Esta es la tercera vez que leo este libro. La primera fue en el momento de su publicación en 2003. Desde entonces me ha parecido el mejor libro de un escritor que los tiene muy buenos. Por eso lo releí hace algo más de tres años y lo comenté en el blog. Esta vez lo ha releído motivado por haber visto la película documental que, con el mismo título que el libro, acaba de ganar el Premio Goya. La película me ha traído el recuerdo del libro y ha puesto imágenes a escenas que yo había construido en su día en mi imaginación.
Para el comentario del contenido del libro me remito a lo que ya puse en el blog. Ahora solo quiero insistir en un par de cosas y dejar algunos fragmentos como muestra de la escritura de Kapuscinski.
Me sigue pareciendo un texto magnífico aunque, evidentemente, Kapuscinski toma partido por uno de los grupos en presencia en el conflicto: el MPLA. Pero más allá de este apoyo es capaz de reflejar de manera magistral aspectos que no suelen aparecer en reportajes sobre conflictos debido seguramente a esta posición suya:  “(…) considero que no debo escribir sobre personas con las cuales no haya vivido, aunque sólo fuera una pequeña parte, lo mismo que viven ellas.” (p. 77)
También cuenta muy bien cómo es una guerra en el trópico en el que: “A mediodía, por el contrario, cuando pega un sol de justicia, los combatientes caen en las invencibles garras del sueño y la pereza.  Se esconden en la sombra y descabezan un sueñecito. La pasión guerrera se amortigua y se enfría la hostilidad.” (p. 84-85)
Desde otro punto de vista, hay imágenes difíciles de igualar como esta sobre la huida de los colonos portugueses: “Ignoro si ha habido alguna otra ocasión en que una ciudad entera haya atravesado el océano, pero fue precisamente esto lo que sucedió en este caso. La ciudad salió a navegar por el mundo en busca de moradores. Se trataba de los antiguos habitantes de Angola, portugueses que se diseminarían por Europa y América.” (p. 29)  (El subrayado es mío para destacar una frase realmente hermosa.)
En fin, un libro sobre el que no pasa el tiempo aunque sea un reportaje sobre algo que pasó en 1975. Eso sí, no creo que al autor le gustase saber hasta dónde ha llegado la corrupción de los que se hicieron con el poder.



Ryszard Kapucinski, Un día más con vida. Traducción Agata Orzeszek

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