Varias veces he hecho ya alusión en el blog a mi
interés por la literatura que se hace en los países nórdicos. Suelen salirse de
lo habitual tanto en los temas que tratan como, en muchas ocasiones, en la
forma de hacerlo. No conocía a Saeterbakken
aunque he visto que tiene un libro publicado anteriormente por la misma
editorial. Claro que es tal la cantidad de libros que se publican cada año, que apenas es posible llegar a conocer la existencia de una pequeña minoría.
Estamos ante un libro que cumple con lo que decía de
los autores nórdicos. Un tema realmente original y un tratamiento también un
tanto diferente. Una pareja de la tercera edad en la que él es ciego y vive en
una mecedora dentro del baño y ella, con dificultades de audición, le cuida. El
autor va alternando los capítulos de tal manera que ambos van relatando en
primera persona lo que sucede en el día a día con alguna breve referencia de
vez en cuando a momentos anteriores. No hay otros personajes más allá de la
presencia en un par de ocasiones de un encargado de mantenimiento y de las
breves alusiones a un médico, a la asistenta que viene una vez a la semana, a
un antiguo compañero de trabajo del marido y, ya al final, alguien que viene a
compartir una habitación.. Realmente se podría decir que estamos prácticamente
ante una obra de teatro. De hecho creo que se podría montar sin tener que hacer
muchas modificaciones.
A mí el libro me ha producido mucho desasosiego
tanto por la situación en general, como por algunos momentos. Así, por ejemplo,
cuando él va describiendo cómo le podrían ir amputando las diferentes partes
del cuerpo y cómo así se iría desangrando. También por fragmentos tan duros
como el siguiente:
“Estoy bien, de verdad que no puedo quejarme. Tengo
una botella en la que mear y una bolsa en la que cagar. No tengo que hacer
ningún esfuerzo, el reumatismo me ha dejado el cuerpo tan rígido que se
mantiene sentado por sí mismo.” (p 89)
Desasosegante porque tal y como plantea Marc Peig en
su muy completa reseña en unlibroaldia.blogpot.com:
“El libro retrata de manera dura y directa el paso
del tiempo y el deterioro en la salud, propia y de pareja, arrastrando el alma
de un ser hacia su propia devastación, aborreciendo su vida y su cuerpo,
dando vía libre a una espiral de autodestrucción que le lleva a desear la
muerte y pensar en ella, en todas las maneras posibles, hasta llegar a
considerar una victoria el fin de la vida.”
(A mí he de decir que todo lo que hable del paso del
tiempo y de la salud es capaz de trastocarme bastante desde hace ya un tiempo)
O como también se refleja muy bien en la reseña de
Antonio F. Rodríguez en laantiguabiblos.blogspot.com:
“Un texto insano y retorcido, un tratado sobre el
rencor cotidiano, plagado de razonamientos tortuosos, como este: «Estando con
una mujer te vuelves un mentiroso. Te sientes obligado a mentir continuamente».
Una obra curiosísima, morbosa, terrible, que a pesar de todo se lee con interés
porque está resuelta de manera magistral. “
Un texto como se ve complicado y duro, pero que
efectivamente se lee con interés hasta las enigmáticas líneas finales.
StigSaeterbakken, Siamés. Traducción Cristina Gómez-Baggethun y Oyvind Fossan.
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