Predominio total de las series y, dentro de ellas, de
las producciones británicas. Hay muy buen material tanto en películas como en
series que vienen muy bien para estos días que a veces se hacen un poco largos.
Películas
La
trinchera infinita. Decía en la anterior entrega, al comentar la película
de Amenábar, que quería ver las nominadas para los premios Goya ya que apenas
veo cine español. Si la de Amenábar no me gustó especialmente, tengo que decir
que esta sí me ha parecido una buena, e incluso muy buena, película. Cine
arriesgado por el tema, los topos tras la guerra civil española, y la duración,
hora y media. Para ello hay que contar con un buen guion y unos intérpretes que
sean capaces de transmitir diferentes estados de ánimo y mostrar el paso del
tiempo (más de treinta años). Esta película cuenta con ambas cosas además de
con una magnífica dirección y por ello me parece que merece la pena verla.
Aute
Retrato. Un gran documento sobre uno de los mejores
compositores e intérpretes de los últimos cincuenta años. El documental se
centra también bastante en su faceta de pintor y, en el fondo, de artista
total, que yo conocía bastante poco y que tengo que reconocer que me interesa
menos. Aute me ha hecho disfrutar muchísimo con sus canciones y por eso le
estaré eternamente agradecido. Me pasa lo mismo que con Serrat o Sabina cada
uno con su estilo y personalidad. No obstante, el documental me ha dejado
cierto mal sabor de boca debido, seguramente, a verlos a todos tan mayores lo
que significa que yo también lo estoy. Somos de la misma generación y estamos
desapareciendo poco a poco.
Memories
of murder. Thriller surcoreano del director de Parásitos. Es una película de 2003 y la
acción se desarrolla en 1986. En una pequeña población alejada de Seúl se
producen una serie de asesinatos de jóvenes que la policía investiga. Está
basada en hechos reales aunque dudo que alguno de los personajes que aparecen
pueda parecerse a un policía real. Muy bien realizada y con momentos realmente
espléndidos de buen cine.
Series
Cobra.
Miniserie británica de seis episodios de unos 45 minutos cada uno. Al principio
se trata de la reacción del gobierno ante la amenaza de una tormenta solar y
puede parecer algo de ciencia ficción, pero enseguida se centra en los problemas
que se generan en el país y en los problemas, familiares y personales de los
principales responsables. Resulta entretenida aunque está llena de tópicos y
algunas situaciones son un tanto exageradas. Lo más curioso es que hay muchos
momentos y problemas que se asemejan bastante a lo que está pasando con el
covid-19 y la respuesta que se le está dando en diferentes países.
MotherFatherSon.
Serie británica de seis episodios de una hora cada uno. Se trata de un drama
familiar con trasfondo político y del mundo del periodismo. Muy entretenida e
interesante con algunos capítulos que
son especialmente buenos gracias a un guion muy trabajado y a unas buenas
interpretaciones. Es la primera vez que veo a Richard Gere en una serie y no lo
hace mal. Deja el final abierto a una próxima temporada que podría centrarse
más en los temas del periodismo y la política.
State
of play. Otra miniserie británica de seis episodios esta vez
de una hora cada uno. Es de 2003 y la vi hace cinco años, pero, claro, con mi
memoria me ha parecido como nueva. Esto no es extraño porque hace poco me pasó
con otra que había visto hacía año y medio. Esta que comento tiene un magnífico
guion y unas buenas interpretaciones. Es un thriller que se desarrolla en el mundo de la política y del
periodismo con lo que los ingredientes son muy interesantes. Entretenimiento
del bueno.
Vota
Juan.
He visto dos capítulos de los ocho que tiene la serie. No he podido seguir con
esa caricatura hecha sin ninguna gracia y con unas interpretaciones penosas.
Los mismos gestos, las mismas expresiones, las mimas escenas, repetido todo hasta
la saciedad. Penoso, y hay una segunda temporada lo que quiere decir que ha
tenido éxito.
Derry
girls. Segunda temporada de esta serie británica de seis
episodios. En la misma línea que la primera tiene los mejores momentos cuando
toca los temas religiosos y políticos. Desenfadada y entretenida.
Una
confesión. Miniserie británica que consta de seis episodios de
unos 45 minutos. Está basada en hechos reales (al final nos muestran
fotografías de los protagonistas) y tiene la particularidad de que el tema
principal es el tratamiento que se debe dar en las detenciones de sospechosos.
Un buen guion que, eso sí, toma partido por una de las posibles posturas
gracias al tratamiento que hace de los distintos personajes. Entretenida e
interesante.
El
jurado. Miniserie belga de diez capítulos de unos 45
minutos cada uno. Original planteamiento de un tema bastante visto ya en cine.
Además, conocemos un sistema judicial distinto de lo que solemos ver
habitualmente y que tiene particularidades curiosas en el desarrollo de los
juicios. No se centra exclusivamente en el juicio sino que ofrece la visión de
la personalidad y problemas de algunos de los jurados. Tiene un buen guion y
ambientación. Muy entretenida e interesante. Una demostración de que se puede
hacer buen cine, buenas series, desde cinematografías no muy conocidas. De
hecho esta la segunda buena serie que vemos de la televisión belga de Flandes.
Unorthodox.
Miniserie de producción alemana de cuatro capítulos de casi una hora de
duración. Basada en el libro de Deborah Feldman, retrata la comunidad hasídica
de Williamsburg en Brooklin. La joven, de 19 años, huye de la comunidad y se
dirige a Berlín donde está su madre que también se fue en su día expulsada por
la comunidad. La mayor parte de la historia se desarrolla en la comunidad
mostrando cómo funciona y la enorme ritualización y control de la vida en ella.
Es muy interesante. Basta que diga que he visto la mayor parte en versión
original en yiddish ya que solo está doblada, en la copia que yo he visto, los
momentos en los que hablan en inglés. Desde luego es un magnífico ejemplo del
daño que hacen las religiones, sobre todo algunas, a los seres humanos.
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