En esta entrada vuelven a predominar las series tanto en
número como en interés. Ninguna de las películas es especialmente buena. Cosa
rara hay dos series españolas, eso sí,
muy diferentes; temporadas de continuación de otras dos, una francesa y
otra estadounidense; y otra noruega bastante original.
Muy variado todo en general, pero no está entre lo mejor que
he visto últimamente.
Películas
Volver a empezar
(Herself). Una película irlandesa sobre la violencia de género y, al mismo
tiempo, la solidaridad. No es nada original, pero creo que este tipo de
películas resultan útiles para ir cambiando poco a poco determinados comportamientos
y, sobre todo, determinada mentalidad social. Bien interpretada y dirigida.
Aquellos que desean mi
muerte. Película estadounidense sobre la persecución de un niño que ha sido
testigo del asesinato de su padre a manos de lo que parece ser un grupo de la
seguridad del estado o algo así porque no se aclara mucho a lo largo de la
película. Se termina escondiendo con unos familiares en una zona boscosa de
recreo hasta donde llegarán los perseguidores. Muy convencional y previsible,
aunque a pesar de todo resulta entretenida para una tarde calurosa de verano.
El silencio de los
espías. Un thriller canadiense que no tiene por dónde cogerse. Un guion
bastante complicado en el que nada se explica y en el que cualquiera pude hacer
cualquier cosa. Ni siquiera resulta entretenida.
Series
Maricón perdido.
Serie española de 6 episodios creada por Bop Pop y basada en su propia vida y
en alguno de sus libros. Tiene muy buenos momentos, sobre todo en el relato de
su juventud, pero también resulta un tanto reiterativa cuando llega a la época
de veinteañero. Llama la atención el papel reservado a los padres. De él,
violento y desagradable, ni siquiera se muestra el rostro y ella aparece como
alguien totalmente superficial y nada cuidadosa de sus hijos. Un guion bastante
desigual y un magnífico casting sobre todo en los dos actores que representan
al protagonista como adolescente y como joven. Los capítulos apenas llegan a
los 25 minutos.
Baron noir.
Segunda temporada de esta serie francesa de 8 episodios de casi una hora cada
uno. Aunque me gustó bastante la primera temporada, esta segunda me ha
decepcionado. Es cierto que está muy bien hecha e interpretada en algunos
papeles (la actriz que hace de presidenta no se caracteriza precisamente por la
cantidad de registros que tiene), pero al mismo tiempo tiene aspectos que no me
gustan: Uno es la dificultad de seguir a veces la trama por la cantidad de
nombres que salen en las muy rocambolescas estrategias que elabora el
protagonista, y otro son precisamente esas tramas que dejan una visión de la
política ciertamente muy negativa, más aún de lo que ya suele pensar el
ciudadano común.
De todas formas, tiene cierto carácter adictivo porque, como
pasaba con House of Cards, siempre
estás esperando a ver qué nueva estrategia se les ocurre.
Bienvenidos a Utmark. Serie noruega de ocho episodios
de unos 45 minutos cada uno. Es una demostración más de que los nórdicos hacen
algo más que thrillers. Es una serie difícilmente clasificable. Se desarrolla
en una pequeña población del “norte del norte” donde habita un conjunto de
personajes bastante solitarios y no muy felices. Un pastor de ovejas con su
mujer y su hija, otro de renos sami que además trafica con alcohol que le llega
de Rusia ilegalmente, su hermanastro, un peculiar comisario de policía, un
enterrador que ejerce también de “médico”, un proxeneta que acaba de enviudar y
que compra dos prostitutas albanesas para dar servicio al pueblo, etc. De todos
ellos es la hija la que demuestra más sentido común y mejor disposición para la
vida. Una serie muy curiosa y entretenida.
El cuento de la
criada. Cuarta temporada. Sigue la estela de las anteriores tanto en la
temática como en la estética y la fotografía. El problema que tiene esta
temporada es la reiteración de las situaciones y la excesiva intensidad de
muchos momentos de la protagonista. No sé si en esto tendrá que ver que la
actriz sea también productora y además directora creo que de tres episodios,
pero lo cierto es que a mí, a pesar de que es una magnífica actriz, me ha
resultado en varios momentos pesada y de hecho tenía ganas de que terminase. No
obstante, los dos últimos capítulos recupera la fuerza y el sentido.
Seguramente habrá más temporadas aunque no creo que me anime a seguir la serie.
Lo que tuvo de rompedor estética e ideológicamente no da para más. Eso sí,
tengo que reconocer que me siguen “poniendo” las expresiones religiosas que
utilizan; están muy conseguidas y ayudan a mantener el ateísmo y el desprecio
hacia la religión a gentes como yo.
El sabor de las
margaritas. Serie producida por la televisión de Galicia que consta de 6
episodios de más de una hora. Es la primera que veo de esa procedencia. Se
trata de un policiaco al estilo de los que hacen sobre todo los británicos pues
se desarrolla en una pequeña comunidad rural. Tiene un guion bastante bien
construido y con giros inesperados. Ahora bien, tanto la realización como la
interpretación son manifiestamente mejorables. Tras ver el primer capítulo dudé
si seguir viéndola por lo poco creíbles que me parecían algunas escenas en lo
que no sé si tiene algo que ver el hecho de que estén dobladas al castellano.
Poco a poco te vas acostumbrando y te dejas llevar por la historia aunque no
mejoren ni la dirección ni las interpretaciones.
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