Siguen siendo muy escasas las publicaciones que hablan sobre
Corea del Norte pero, eso sí, las que lo hacen suelen ser particularmente
interesantes. En este blog hay varias entradas con los pocos libros que he ido encontrando
a lo largo del tiempo sobre un tema que me llama mucho la atención debido a lo
hermético de su régimen; un régimen que en los distintos escritos o
documentales a los que he tenido acceso siempre aparece como muy duro para sus
habitantes tanto por el control político, y la represión subsiguiente de la
mínima queja, como por las dificultades
económicas por las que suele tener que pasar su población.
En este contexto nos llega este magnífico trabajo de Fifield,
una periodista neozelandesa que ha sido corresponsal en Tokio, Pekín y Seúl de
diferentes medios estadounidenses y que, por lo tanto, conoce muy bien la zona.
Además, entre 2004 y 2008 realizó diez viajes a Corea del Norte, país al que
volvió en 2014.
Fruto de todo ello es este magnífico texto en el que,
centrándose en la figura del actual dirigente Kim Jong Un, nos ofrece una
visión bastante concreta de cuál es hoy la situación del país.
El libro está dividido en tres grandes apartados: El
aprendizaje, La consolidación y La confianza. Apartados que e se corresponden
respectivamente con el proceso de formación de Jong Un, con su forma de llegar
al poder y los inicios en él y con el
funcionamiento habitual una vez consolidado.
En un libro de más de 350 páginas hay una enorme cantidad de
informaciones relevantes para entender cómo ha sucedido todo y qué cambios se
están operando desde la llegada de El Gran Sucesor. Ambos aspectos me parecen
lo más interesante de un libro en el que todo lo es. En este sentido destacaría
algunas de las cosas que Fifield cuenta. Así, por ejemplo, las exageraciones
sobre la personalidad del Jong Un que se hicieron para preparar su liderazgo
(algunas realmente inverosímiles); la combinación tras su llegada al poder de
aumento de la represión (con la creación de más campos de prisioneros) con el
desarrollo de una mayor libertad económica (apertura de peluquerías, talleres,
etc); la aparición de “los amigos del dinero”, es decir, de un grupo de gente
que se ha enriquecido con los cambios y, ya en el tramo final del libro, la
peculiar relación de Jong Un con el exjugador de baloncesto Dennis Rodman y,
sobre todo, con Donald Trump.
De los libros que he leído sobre el país es desde luego el
más completo además de, obviamente, el más actual y el que explica mejor cómo
está ahora el país. En los agradecimientos la autora menciona su deuda con
Barbara Demick cuyo libro Querido líder,
que comenté hace ya diez años, fue clave para conocer cómo era entonces.
Por otra parte, el libro está magníficamente escrito.
Fifield es desde luego una gran narradora y consigue atrapar al lector desde
las primeras líneas tanto por lo que cuenta como por la forma de hacerlo.
Creo que estamos ante un texto fundamental para conocer la
realidad de Corea del Norte y ante un libro clave para todo interesado en el
tema. Por cierto, una muestra más de la espléndida política editorial de Capitán Swing poniendo a nuestro alcance la obra de los buenos periodistas.
Anna Fifield, El Gran
Sucesor. El destino divinamente perfecto del brillante camarada Kim Jong Un.
Traducción Francisco J. Ramos Mena.
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