Vaya final de año e inicio de 2023. En películas es
difícilmente mejorable. Gran variedad de temas y orígenes, pero en todas hay
mucha calidad. Es de lo mejor que he visto últimamente. En series pasa
prácticamente lo mismo aunque aquí hay predominio británico. Que siga la
fiesta.
Películas
El baile de los 41.
Una producción mexicana. En la época de Porfirio Díaz se produjo la detención
de 41 homosexuales que tenían un club en el que se relacionaban con total
libertad. De hecho eran 42 los miembros del club, pero parece ser que al que no
detuvieron era yerno del propio Porfirio. La película narra la peripecia de
este yerno, de cómo se casó con la hija del presidente y cómo se enamoró
perdidamente de otro hombre. Muy bien contada y con una espléndida fotografía.
Una película diferente.
También en el cielo.
Producción danesa basada en una novela. Se desarrolla a finales del siglo XIX o
principios del XX. Se centra en dos temas: el fanatismo religioso y la situación de la mujer. Es una
película de lento pero muy intenso transcurrir. Bastante desasosegante. Una de las
claves de su éxito es la interpretación de la protagonista. Muy buena aunque
hay que verla con buena disposición de ánimo.
Al descubierto.
Producción estadounidense sobre los abusos sexuales de Harvey Weinstein o, más
exactamente, sobre la investigación periodística que se hizo en el New York Times. El guion está hecho por
las periodistas que lo investigaron y cuenta muy bien cómo fueron avanzando
paso a paso hasta conseguir las pruebas y las “confesiones” necesarias para dar
validez a la denuncia. Muy bien interpretada. Una película muy interesante para
ver cómo funcionan algunos poderosos y, desde luego, para darse cuenta de lo
importante que es tener una prensa con la fuerza y el coraje necesarios para
desenmascararlos.
Aftersun.
Producción británica. Centrada en la relación, pasada, entre un padre y su hija
de 11 años. La relación es vista –recordada- después de veinte años y, por lo
tanto, hay recuerdo y nostalgia por un padre del que apenas sabemos nada ni
entonces ni ahora. La visión se hace desde la niña y todo transcurre durante un
viaje de vacaciones en Turquía. Muy original y con un ritmo pausado que a veces
me ha parecido que se centra en algunas imágenes a las que hace durar
demasiado. Una buena película que, sobre todo, se sale de lo habitual y habla
de sentimientos y emociones.
Almas en pena en
Inisherin. Producción británica. Se desarrolla en una isla frente a la
costa de Irlanda en 1923, mientras que en la “isla grande” tenía lugar la
guerra civil. Es la historia de una amistad entre dos personajes peculiares y
también un reflejo de cómo era el mundo rural en la época con sus cotilleos, el
pub como centro de la vida social, el gran consumo de alcohol, etc. Muy buenas
interpretaciones y una narración hecha con gran sensibilidad en el tratamiento
de los personajes y unas magníficas vistas de la isla. Una buena película.
El acusado. Una
producción francesa sobre el tema de la violación. Una película realmente
magnífica por muchas razones, pero sobre
todo porque expone muy bien los diferentes puntos de vista y lo hace sin ningún
tipo de maniqueísmos. Tiene un guion construido al milímetro y unos discursos
en el juicio que se siguen con total interés porque reflejan los diferentes
puntos de vista con mucha claridad. Muy recomendable.
El triángulo de la
tristeza. Producción sueca dirigida por el polémico y muy crítico director
Ruben Östlund. Como corresponde se trata de una comedia en la que se pone en
solfa desde el mundo de la moda a los influencers pasando, sobre todo, por las
clases sociales. Para ello divide la película en tres partes de las que la
segunda es un verdadero desmadre con ese crucero de lujo en el que los ricos
terminan vomitando y… Quizá le sobra a la película algo del metraje tanto en
esta parte como en la tercera porque queda muy claro enseguida de qué va la
cosa. Ha sido elegida como la mejor película europea del año. No puedo opinar
porque no he visto las suficientes para hacerlo. Desde luego es buena e
interesante.
Series
No me gusta conducir.
Miniserie española de 6 episodios de 30 minutos. Su creador es Borja Cobeaga lo
que ya da idea de que estamos ante una comedia. Es un buen divertimento y,
quizá lo más importante, se puede ver en familia; de hecho mi hijo de 12 años
es el que más veces se rio al menos en los primero capítulos. Buenas
interpretaciones. Una serie que cumple lo que promete.
Movistar +
The Crown. Quinta
temporada de esta serie británica. Tiene 10 episodios de 59 minutos. Esta
temporada está centrada en Carlos y Diana terminando cuando ella va a conocer a
Dodi Al-Fayed. Está en la misma línea de calidad que las anteriores y luego
depende del interés y/o el conocimiento que cada uno tenga de lo que pasó.
Debido a mi mala memoria, casi todo me ha parecido nuevo y me ha entretenido
mucho. Por otro lado, me han gustado especialmente las escenas en las que
aparece John Major.
Netflix
The England.
Miniserie británica de 6 episodios de 50 minutos. Yo creía que se trataba de
una serie sobre Boris Johnson, pero es más bien una serie sobre la gestión que
hizo el gobierno británico de la COVID-19, gestión evidentemente dirigida por
Johnson. A mí me ha servido para ver de forma cronológica cómo pasó todo dadas
las similitudes en muchas cosas con el caso español, fundamentalmente con lo
que sabemos de la gestión que se hizo en la Comunidad de Madrid. Sin embargo,
creo que a la serie le sobran si no dos capítulos enteros, sí al menos gran
parte de ellos que se dedican a mostrarnos demasiados casos de enfermos prácticamente
iguales. Resulta difícil de ver en esos capítulos como ya advierten los
productores al inicio. Seguramente es una serie que se debe ver a pesar de
todo.
Movistar+
El marginal. Serie
argentina de 13 episodios de 50 minutos. Esta es la primera temporada de una
serie que ha tenido cinco. Es un drama carcelario en el que no falta ningún
elemento del género desde los diferentes grupos que pugnan por el poder hasta
los funcionarios corruptos aderezado con grandes dosis de violencia. Buen
guion, pero sobre todo unas magníficas interpretaciones que hacen creíbles sus
personajes. El único problema es que hay muchos momentos, particularmente con
algunos actores, en lo que es muy difícil entender lo que dicen porque a un
vocabulario complicado se une una escasa vocalización. Es una buena serie, pero
echa un poco para atrás seguir viéndola por este problema.
Netflix
Manayek. Serie
israelí de 10 episodios de 45 minutos. Es una especie de Line of duty, pero con más policías y fiscales implicados en la
corrupción aún que en la serie británica. Un guion bien construido, con muchos
giros y muchos personajes que, por la dificultad de los nombres, cuesta seguir
al principio. Tiene la calidad que suelen tener las series que se hacen en ese
país que hace que muchas luego tengan su remake en Estados Unidos.
Filmin
The english.
Miniserie británica de 6 episodios de 45 minutos. Una western a la antigua usanza con todos los tópicos del género y
alguna pequeña novedad. Una inglesa va a los Estados Unidos para vengarse de un
hombre por hechos sucedidos en Londres. Allí entra en contacto con un indio,
sargento del ejército que se ha licenciado al terminar la guerra, que la
ayudará en su cometido. Un drama con momentos muy conseguidos y algún otro en
el que me ha parecido que había demasiado “texto”. Es original la presencia de
muchos ingleses más o menos recién llegados al oeste. Por cierto, los paisajes
son todos de Castilla que es donde se ha rodado la serie que cuenta con una
magnífica fotografía.
HBO Max
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