Offutt es un escritor muy reconocible tanto por sus
temas como por el tratamiento que les da, y en esta primera obra ya están
presentes ambos aspectos. Por lo que se refiere a los temas: el mundo rural con
sus tradiciones pero también sus problemas, en este caso no solo en Kentucky
sino también en Montana; la presencia de la naturaleza con el río, el bosque y
los pájaros; etc. Temas en los que se muestra como un gran narrador, con una
estructura de la historia muy clara y bien llevada, con unos diálogos que me
atrevería a decir que son quizá lo mejor de su obra o al menos de lo más
característico, y con unas descripciones tanto de los lugares como de las
situaciones que son muy visuales, de tal manera que se va creando en la mente
del lector una visón de la historia como si se tratase de un película. Además
de todo lo anterior está la gran creación de personajes y, en este caso con un
protagonista, Virgil, que se enfrenta a la difícil situación de tener que
vengar la muerte de su hermano por la presión que recibe en el pueblo, lo que
le llevará a huir a Montana donde le espera otra complicada historia.
Creo que es la obra en la que Offutt hace más
alusiones a la política de su país y, curiosamente, todas tienen lugar en la
época en que Virgil, ya con el nombre de Joe, pasa en Montana. Allí se
encuentra con un grupo de gente que no paga impuestos porque no quieren que el
estado gaste su dinero, que enseña a los hijos en su casa porque no quieren que
los adoctrinen en la escuela y que de forma larvada a veces y explícita otras
son xenófobos y racistas.
Como decía antes, la novela tiene dos partes bien
diferenciadas. En la primera que se desarrolla en el espacio habitual en las
novelas posteriores, esto es, en un pueblo de la montaña en Kentucky, Virgil se
ve enfrentado al hecho de que distintos habitantes le van sugiriendo que siga
la tradición y vengue la muerte de su hermano. La segunda se desarrolla en un
pueblo también pero del estado de Montana en el que Virgil, ahora Joe, intenta
iniciar una nueva vida lejos de su casa y del peligro de ser detenido. Aquí es
donde va a conocer a ese grupo radical y otra forma de vida.
La novela se publicó en 1997 y es muy interesante
ver cómo ya entonces, y por lo que he visto leyendo el magnífico libro Jesús y John Wayne de Kristin Kobes,
desde mucho antes, existía esa mentalidad que a veces se piensa que llega con
Trump cuando lo que este hace es aprovecharse de ella para obtener votos.
Reproduzco dos fragmentos del libro que son un buen ejemplo de cómo trata Offutt el tema:
“
- No reconocemos la autoridad del gobierno federal
sobre los ciudadanos particulares.
- No sé si lo entiendo.
- Es muy sencillo, Joe. No nos da miedo defender nuestra libertad. Ahora mismo, la mayor amenaza proviene del gobierno. Washington no quiere patriotas, quiere ovejas. La gente de este país está embotada por los medios. Lo único que quiere es comodidad”. (p 279)
“
– Por todo el país la gente está empezando a
hartarse del crimen, las drogas y de las escuelas mediocres. Está harta de ver
cómo los tribunales dejan libres a los asesinos. Harta de un gobierno que aprueba
decretos inútiles sin ton ni son. Saben muy bien lo que tendría que ser
América, y para quién ha de ser”. (p. 320)
En fin, otro buen libro de este magnífico escritor
que, además, en este caso tiene una extensión poco habitual pues pasa de las
400 páginas.
Chris Offutt, El
buen hermano. Traducción Javier Lucini.
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