Tengo al autor como uno de los grandes escritores
franceses actuales y eso, referido a Francia, ya es mucho decir. Desde luego
los libros que he leído de él, que creo que son todos los traducidos, me han
parecido siempre muy buenos. Eso sí, hacía tiempo que no se publicaba ninguno,
pero la espera ha merecido la pena.
De entre los fragmentos de críticas que la editorial
reproduce en la contraportada, destaco el siguiente:
“Una novela
admirable, un thriller sin acción (o sin apenas acción), con un suspense
puramente literario” (Raphaëlle Leyris, Le Monde)
Creo que da exactamente la clave de lo que es esta
magnífica novela y por la que merece mucho la pena dedicar varias horas a su
atenta lectura: literatura en estado puro.
Una anécdota muy simple, una trama poco compleja y un
limitado número de personajes y, sin embargo, la novela te va atrapando y
absorbiendo gracias a la enorme calidad de lo que ha escrito Mauvignier.
Fragmentos bastante extensos con muchas oraciones subordinadas que te llevan a
una lectura pausada, como pausado es el avance de la historia. Una historia,
por cierto, que ocupa 458 páginas con letra pequeña.
Creo que uno de los elementos que la hacen tan
atractiva es lo bien que están tratados los personajes y cómo Mauvignier es
capaz de transmitir al lector sus pensamientos y sentimientos, además,
obviamente, de lo bien que narra sus comportamientos.
En definitiva, una novela que merece mucho la pena.
Quien conozca ya al autor no se sorprenderá por su calidad aunque sí quizá por
la extensión de la novela. Quien no lo conozca tiene una buena oportunidad para
hacerlo.
Sus otros libros traducidos están comentados también
en el blog.
Por cierto, me ha sorprendido mucho ver siete u ocho erratas, algo inusual en esta editorial.
Laurent Mauvignier, Historias de la noche.
Traducción Javier Albiñana.
¡Hola Carlos!
ResponderEliminarMe gustaria saludarte. Te recuerdo con much gratitud desde los tiempos del instituto alla en Torrelodones. Puedes mandarme tu whatsapp donde quieras, googleame y me encontraras. Un fierte abrazo.