domingo, 9 de marzo de 2025

Segundo volumen de la pentalogía dedicada al fascismo

 

 

Este es el segundo volumen de los cinco que Scurati ha dedicado al fascismo. El quinto ha sido editado recientemente en castellano y es cuando me he dado cuenta de que, desde que en 2020 leí el primero, no había vuelto a tener noticia de la serie a pesar de lo interesante que me resultó.

Este segundo abarca el periodo que va de 1925 a 1932, es decir, los años de consolidación del fascismo y de la conversión de Italia en un estado totalitario fascista al que incluso se sometió el mismo partido, el PNF.

Al igual que en el anterior, no se trata de una biografía de Mussolini a pesar de la gran M de la portada. El libro cuenta algunos aspectos de esa biografía pero es, sobre todo, una radiografía del movimiento fascista y de cómo poco a poco se fue haciendo con todo el poder del estado italiano eliminando cualquier oposición tanto política como sindical o social. Para ello emplea nada menos que 569 páginas y un conjunto de personajes cuya relación, con un breve apunte de quiénes eran y qué hacían, le ocupa otras 16.

El libro, que sigue un estricto orden cronológico, está dividido en multitud de capítulos de cinco o seis páginas. Cada uno tiene su correspondiente fecha y el nombre del que va a ser el principal protagonista. Solo se salta ese espacio en los que dedica a la conquista de Libia y uno muy concreto en el que reproduce siempre entrecomillado un extenso debate entre varios de los principales líderes del partido fascista.

Al igual que sucedía en el libro anterior, al final de cada capítulo se reproducen algunos textos y documentos que han servido para la elaboración del correspondiente capítulo y que demuestran la veracidad de cosas que se narran. De alguna manera es una forma de decir que, aunque no se trate estrictamente de un libro de historia, sí que son históricos los principales hechos que se narran. Evidentemente, luego hay mucho material narrativo de “invención” y creación por parte del autor, pero sí quiere dejar constancia de que la base del texto es la historia del fascismo y de cómo este pronto se hizo con todo el poder del estado. En este sentido me parece especialmente interesante el siguiente texto de 1925 de Mussolini que Scurati cita al final de uno de los primeros capítulos: 

La violencia es moral cuando es oportuna, quirúrgica, caballeresca. Pero cuando el Partido de la revolución tiene el poder en sus manos, la violencia debe ceñirse a los instrumentos y los propósitos exclusivamente estatales. El Partido debe limitarse a crear y mantener un ambiente “de simpatía” hacia el ejercicio de esa eventual violencia de Estado” (p. 69)

 Es interesante por un lado por la defensa que hace de la violencia, pero, por otro lado, y aquí es lo más importante, por cómo subordina el Partido al Estado una vez convertido este en un Estado plenamente fascista.

A lo largo de todos estos años se fueron dictando una serie de leyes y órdenes para conformar ese Estado. En el libro se mencionan las principales y es una pena que apenas se profundice en ellas aunque, claro, eso hubiera hecho que la lectura del libro fuese demasiado densa porque, y esta creo que es una de las principales virtudes del libro, Scurati es un gran narrador que mantiene la misma agilidad a lo largo de todo el texto sea cual sea el momento histórico en el que se centre. Quizá le cuesta algo más cuando escribe sobre Libia páginas en las que, por cierto, hace una feroz crítica de cómo se hizo la conquista de esos territorios.

En definitiva, un libro muy interesante que se puede leer casi como una novela aunque creo que lo disfrutará sobre todo quien esté interesado en la historia.

Hay una breve pero recomendable reseña de DomingoRódenas en elperiodico.com.

Nota: Como pasaba en el primer volumen, el traductor emplea de vez en cuando una serie de palabras que no había visto nunca. En la reseña que hice puse una relación de ellas, pero en este no he ido tomando notas. Realmente algunas son muy originales.

 

 

Antonio Scurati. M. El hombre de la providencia. Traducción Carlos Gumpert.

 

 

 

 

 

jueves, 27 de febrero de 2025

Irregular autobiografía

 

Soy un gran aficionado al jazz. De hecho es prácticamente la única música que escucho en los últimos años y, dentro del jazz, son los tríos con lo que más disfruto. Mehldau es, precisamente, un pianista que ha publicado bastantes discos con esa formación y, también, es uno de los pocos intérpretes conocidos a nivel internacional a los que he tenido el placer de escuchar en directo.

Por todo eso, me hizo especial ilusión encontrar esta autobiografía teniendo en cuenta, además, que son pocos los libros tanto biográficos como autobiográficos de músicos de jazz que se traducen y publican en nuestro país.

Desgraciadamente el libro me ha defraudado. A pesar de su extensión, 425 páginas en gran formato, se centra en sus años de juventud y en sus inicios en el jazz, esto es en los ochenta y primera mitad de los noventa (Mehldau nació en 1970). Es decir, no habla de sus mejores años como intérprete, aunque es cierto que sí refleja muy bien lo que era esa música en el Nueva York de esos años.

El libro es tremendamente irregular para un lector de mis características, esto es, alguien que disfruta con esa música pero que, al mismo tiempo, desconoce totalmente la teoría musical. Me gusta cuando habla de los músicos y me pierdo cuando lo hace de la música que hacen.

Por otra parte, el libro está lleno de momentos en los que se explaya en reflexiones filosóficas e incluso a veces religiosas que, sinceramente, ni me interesan especialmente ni en muchos casos entiendo.

También encuentro excesivo el espacio que dedica a sus problemas en el colegio con su grupo de amigos. Es obvio que fue una época muy importante para el autor, pero creo que se pueden entender sus problemas sin necesidad de dedicarles tanto espacio. En este sentido, tengo la impresión de que Mehldau ha debido de tener muchas horas de terapia porque hay mucho psicologismo en las apreciaciones que hace en este tema de la amistad en general y de las preferencias sexuales en particular.

Desde luego, no sé si es un pianista de jazz al uso porque hay autores como Thomas Mann, Joyce, Adorno o Bloom que están muy presentes en el libro, un texto en el que aparece muchas veces, aunque tampoco sé si es lo que él pretende, como un intelectual.

En general, hay muchas páginas por las que he pasado muy por encima, si bien le reconozco un doble mérito: por un lado, la capacidad de reflexionar en profundidad sobre tantos temas y, por otro, la gran sinceridad con la que se manifiesta en aspectos como, por ejemplo, su consumo de drogas que durante una época le tuvieron al borde del colapso.

En fin, creo que es un libro que gustará a los seguidores del pianista sobre todo y a algunos seguidores del jazz, pero que no es demasiado interesante para el resto.

En cualquier caso hay que agradecer a esta editorial la publicación de este tipo de libros y esperar que lo hagan con alguna otra biografía o autobiografía de músicos de jazz.

 

Brad Mehldau, Un canon personal. Traducción Juan Manuel Ruiz Pardo.

 

 

 

martes, 25 de febrero de 2025

Una época conflictiva

 

He visto más películas basadas en novelas del autor, en concreto: El secreto de sus ojos y La odisea de los giles (del libro La noche de la Usina), que libros ya que solo hay uno comentado en el blog.

El que ahora comento, publicado hace dos años, me llamó la atención por lo que se dice del tema en la contraportada. Uno de los aspectos de la Argentina, un país al que me unen fuertes lazos de amistad desde hace muchos años, que más me ha interesado y sobre el que tengo buena bibliografía es el conflictivo período de los años setenta del siglo pasado y, más concretamente, la existencia y las acciones de los movimientos revolucionarios que hubo en la época.

Sacheri se centra en esta novela en las acciones de dos comandos, uno de Montoneros y otro del ERP, formados por cuatro o cinco miembros cada uno. Los vemos preparar atentados, ya sean secuestros o “ejecuciones”, discutir a veces sobre la necesidad de actuar de una u otra manera, de la efectividad de la acción armada frente a la mera acción política, etc. Pero, y este es uno de los principales puntos débiles en mi opinión del libro, todo ello tratado de una forma bastante superficial y un tanto tópica, que desdice en parte lo que el propio autor escribe en una nota al principio de la obra: “Esta novela es fruto, entre otras cosas, de un laborioso trabajo de investigación bibliográfica y testimonial que llevé a cabo durante varios años”. (El autor es licenciado en Historia y profesor)

Además de estos protagonistas están los que sufrieron algunas de sus acciones. Por ejemplo, el profesor de la universidad de un miembro de uno de los comandos que será asesinado o el empresario de éxito a cuyo hijo secuestran. También, y este me parece uno de los aciertos del libro, está el padre de uno de los miembros del ERP que funciona en la novela como una especie de conciencia externa que, a través de una serie de monólogos, va dando su opinión sobre el actuar de su hijo y de los jóvenes revolucionarios. Da la impresión de que, de alguna manera, este padre refleja la opinión de Sacheri ya que el resto del relato suele ser una narración bastante descriptiva de las acciones o de las formas de pensar sin entrar en valoraciones.

La novela se puede leer prácticamente como un thriller con fondo político y en algunos aspectos casi como una novela histórica. Sacheri es un gran narrador y tengo que decir que he leído sus 476 páginas, en edición de formato grande, bastante absorbido por lo que me estaba contando más allá de los aspectos que antes criticaba. Me sigue pareciendo un momento histórico apasionante y se puede comprobar también por la cantidad de documentales que se han hecho sobre él; algunos realmente magníficos.

Creo que es un libro recomendable sobre todo para quienes se interesen por el tema o para quienes lo lean simplemente como un thriller.

 

Eduardo Sacheri, Nosotros dos en la tormenta.

 

viernes, 21 de febrero de 2025

Otra faceta del nazismo

 

A pesar de lo mucho que he leído a lo largo de los años sobre ese período histórico, y más concretamente sobre el nazismo, me ha sorprendido el tema de esta interesante novela: las maternidades nazis creadas por Himmler para que tuvieran un buen nacimiento los hijos de los SS.

De Mulder, una escritora belga que es también profesora de literatura en la universidad, cuenta la historia de los últimos momentos, finales de 1944 hasta la llegada de los aliados, de la primera que se creó. Para ello se centra en tres personajes: Renée, una joven francesa embarazada por un joven soldado alemán por lo que ha sido repudiada por su familia; Helga, una enfermera alemana muy trabajadora a la que algunas de las situaciones que se producen le harán poner en duda sus convicciones; y Marek, un prisionero polaco desplazado desde Dachau para hacer trabajos de mantenimiento.

Estos tres personajes van alternándose en capítulos bastante cortos y a partir de eso la autora primero describe en qué consistían ese tipo de instituciones y luego, poco a poco, va entrando más en los problemas de los protagonistas. Así, la novela va de menos a más, ganando en intensidad y emoción porque se trata, como se dice en la cita de Le Figaro Littéraire que la editorial reproduce en la solapa, de: “Una novela que tiene la fuerza de un gran documental”.

De documental tiene todo lo que supone de descripción de la vida en la casa, la alimentación, la llegada de niños robados, la descripción de la ceremonia de la “bendición del nombre”, la esterilización de alguna mujer o la eugenesia practicada con algún niño que no cumplía con los requisitos mínimos. La fuerza la adquiere a través de las vicisitudes de sus tres protagonistas, cada uno con un tipo de problemas que al final tendrán salidas muy diferentes.

Todo ello narrado con una escritura muy concisa y a menudo yo diría que hasta algo cortante que, en cualquier caso, se adapta muy bien a lo que se está narrando.

Un libro, en definitiva, muy interesante por su contenido y también por lo bien que está escrito.

 

Caroline De Mulder, Los niños de Himmler. Traducción Patricia Orts.

 

 

miércoles, 19 de febrero de 2025

Una visión diferente del conflicto

 

Aunque la guerra en Gaza lleva ya bastante tiempo en marcha y, además, se trata de un conflicto muy sangriento en su origen y en su desarrollo solo conozco dos libros de autores israelíes que se hayan atrevido a dar una visión diferente de la enormemente mayoritaria en su país. Uno es Meil Margerit cuya obra, El declive de la sociedad israelí, comenté hace pocos meses; el otro es el que hoy comento.

Mishani es un escritor de novela negra al que el editor de una revista suiza le propuso hacer un diario para publicarlo en la revista, lógicamente en alemán, al final del año 2023. Luego su editor en Israel le animó a seguir escribiéndolo para publicarlo en alemán en forma de libro. Finalmente, se decidió a publicarlo también en hebreo en Israel.

El diario abarca desde el 7 de octubre de 2023 al 10 de marzo de 2024, y está dividido en seis partes en función de lo que estaba aconteciendo en la guerra; por ejemplo, La rutina engañosa de la guerra, la 3ª, o La tregua, la 4ª.

Aunque se trata de un diario realmente no lo parece porque no tiene la estructura típica del género. Mishani va mezclando algunas informaciones de lo que sucede en el conflicto, de lo que le sucede a él en su relación familiar con  reflexiones sobre las consecuencias que la guerra tendrá en el futuro.

Para sus reflexiones utiliza varias veces textos de Ezequiel, de la Ilíada y nada menos que de Frantz Fanon y de su libro Los condenados de la tierra, en este caso para hablar del uso de la violencia. Digo que nada menos porque se trata de un autor muy denostado por lo general en occidente.

Si ya el libro de Margerit antes mencionado me pareció valiente en el contexto de cómo está la sociedad israelí, este de Mishani me parece que da un paso más y se atreve con reflexiones como las siguientes:

“Nada justifica la matanza que llevó a cabo Hamás, pero no creo que lo que hicimos antes y continuamos haciendo ahora nos ayude a evitar la próxima masacre. La crueldad de Hamás el sábado negro no justifica de modo retroactivo años y años de dominio sobre la vida de los palestinos” (p. 77)

“En Israel, estamos conmocionados por la violencia de la masacre del 7 de octubre y tenemos cicatrices profundas en el cuerpo y en el alma. Entonces, ¿cómo vamos a ser capaces de escuchar a Fanon cuando declara que la lucha por la liberación de un pueblo no es posible sin una violencia asesina?

(Aquí hay una cita de Fanon que no reproduzco)

Releer a Fanon tampoco nos permite seguir ignorando la violencia sistemática -tanto la que se ve como la que está oculta- que ejerce el ocupante y, de este modo, entender que la violencia del ocupado es un intento de liberarse de la propia ocupación. ¿Acaso podemos ahora siquiera atender a la voz de Fanon cuando nos negamos a admitir él “contexto” del 7 de octubre y la guerra en Gaza: la ocupación y el control de años y años sobre los palestinos” (p. 166-167)

“(…) Tal vez algún día, si ellos lo desean y eligen a unos líderes mejores que los de Hamás y si también nosotros elegimos a unos líderes mejores, podríamos vivir en buena vecindad y paz” (p. 25)

Esto último me parece realmente muy difícil, por no decir que imposible, después de lo que está pasando y de la violencia y el odio desatados.

Desde luego estamos ante un libro de lectura muy recomendable. Un libro que va más allá de lo que escuchamos habitualmente, que no deja de criticar a Hamás y su brutal acción, pero que es muy duro con lo que está haciendo el gobierno de su país, escrito, además, por alguien que vive en Israel y que se gana la vida vendiendo libros y dando algunas clases en la universidad. Hay que ser muy osado y muy valiente para publicar esto allí tal y como está esa sociedad de volcada a favor de la masacre que están perpetrando en Gaza.

 

Dror Mishani. Habitación sin vistas. Diario de guerra en Tel Aviv. Traducción Sonia de Pedro.

 

lunes, 17 de febrero de 2025

ANDAMIO

 

Segunda e interesante entrada del año. Muy buen cine con gran variedad de temas. Bastantes series con claro predominio británico y también temas de todo tipo desde el thriller, siempre mayoritario, al biopic pasando por el cine político, serbio en este caso.

 

Películas

 

No Other Land. Producción palestina sobre los desalojos que lleva a cabo el ejército israelí en zonas rurales de Cisjordania con el pretexto de que son zonas de entrenamiento militar. Hay imágenes desde 2019. Es un documental muy bien realizado y con muy buena captación de imágenes significativas. Si algo queda claro al final es que el conflicto durará mientras haya palestinos en su tierra porque lo que hace Israel es crear gente que siempre tendrá motivos para la reivindicación y me atreverá a decir que para el odio.

 

El 47. Producción española. Cine social en estado puro que podría firmar el mismísimo Ken Loach. Se desarrolla en dos momentos, 1958 y 1978, en el barrio barcelonés de Torre Baró. Cine necesario para recordarnos de dónde venimos y cuánto esfuerzo han costado algunas conquistas sociales. Además, está muy bien hecho y cuenta con buenas interpretaciones con un inmenso Eduard Fernández a la cabeza.

 

La infiltrada. Producción española que ha compartido con El 47 el premio Goya a la mejor película. Basada en un caso real aunque parezca algo irreal que alguien esté dispuesto a infiltrarse en una organización como era ETA en las condiciones en que lo hizo. Está muy lograda la tensión en diferentes momentos y sobre todo cuenta con una interpretación espectacular de Carolina Yuste. Seré una de las buenas películas del año.

 

El caso Miranda. Producción estadounidense. Basada en hechos reales. Un caso de violación ocurrido en 1966 dio lugar a una batalla en los tribunales que terminó con la necesidad de que el detenido pudiera guardar silencio y no hablar si no era en presencia de su abogado. Muy interesante, un guion muy bueno y buenas interpretaciones. Merece la pena sobre todo para quienes gusten de las películas de abogados y juicios.

 

Series

 

El agente nocturno. Serie estadounidense de 10 episodios de 50 minutos. Un thriller de acción que viene bien para descansar de series tan intensas como las que he visto últimamente, pero que no es de lo mejor del género. Para empezar, le sobra al menos el equivalente a dos capítulos, el guion hay momentos en que se vuelve bastante farragoso y las interpretaciones son muy justitas. No obstante, cumple con su función de entretenimiento.

Netflix

 

Get Milllie Black. Miniserie británica de 5 episodios de 50 minutos. Un noir con todas las letras. Bastante original al desarrollarse principalmente en Jamaica y tratar temas como el racismo o la marginación de ciertos homosexuales. Actores desconocidos y una trama bastante básica, pero que ganan con una realización y ambientación muy conseguidas.

HBO

 

Oriana Fallacci. Serie italiana de 8 episodios de 55 minutos. Tenía interés por esta serie ya que fui seguidor y lector de la periodista hace muchos años. La serie recoge sus inicios en la segunda mitad de los años 50 del siglo pasado. Una primera parte centrada en su estancia en Hollywood y una segunda en sus amores desgraciados con otro periodista italiano y en sus problemas de salud. Muy desigual en su interés y en el trabajo de los guionistas. Interpretaciones mejorables. Espero que hagan otra temporada con la Fallacci que toca temas interesantes. Esta primera no merece demasiado la pena salvo para gente que la leyera en su momento.

 

 

Ludwig. Miniserie británica de 6 episodios de una hora. A medio camino entre la comedia y lo policiaco en la mejor tradición de Agatha Christie y su Hércules Poirot, salvando las distancias, claro. En cada episodio hay un caso nuevo que se resuelve aplicando el ingenio y la lógica. Entretenida.

Movistar +

 

 

Chacal. Serie británica de 10 episodios de 55 minutos. Con el personaje creado por Forsyth como protagonista realizan esta serie de acción y asesinatos con buen diseño de producción y un actor que garantiza el éxito. Muy entretenida y con el aliciente de trasladar al espectador el problema moral de identificarse con un asesino sin piedad.

Disney+

 

Shetland. Quinta temporada de esta serie británica de 6 episodios de 55 minutos. En la misma línea que las anteriores, pero esta vez con una trama más compleja, con más muertos y más personajes implicados. Como siempre muy entretenida y unos magníficos paisajes.

 

Operación Sabre.  Serie serbia de 8 episodios de 45 minutos. Basada en hechos reales, en concreto en el asesinato del primer ministro de Serbia en marzo de 2003. La serie cuenta cómo se hizo y a partir de ahí por un lado se centra en los antecedentes, y por otro en las investigaciones sobre quiénes lo hicieron. Lo que queda bastante claro es la cantidad de implicados que hubo dado que el muerto pretendía acabar con la corrupción y con los restos del sistema de Milosevic. Muy interesante y en general se sigue bien aunque hay momentos algo más difíciles.

Filmin.

 

Rebus. Serie británica de 6 episodios de 45 minutos. Adaptación de novelas de Ian Rankin. Es una serie policiaca aunque se centra sobre todo en los problemas de las relaciones entre los diferentes personajes. De hecho, la trama no es lo más importante. Se desarrolla en Edimburgo y es entretenida, pero con altibajos.

Movistar+

 

Sweetpea. Serie británica de 6 episodios de 45 minutos. Una comedia negra, muy negra de una peculiar asesina en serie. Tiene buenos momentos y otros no tanto. En general resulta entretenida.

Sky Showtime

domingo, 16 de febrero de 2025

Black no descansa

 

Voy ya más o menos por el duodécimo libro de Black leído en los últimos diez años y, curiosamente, no recuerdo haber leído ninguno de John Banville a pesar de que están la mayoría en la biblioteca de mi casa (mi mujer es muy seguidora suya).

Black tiene la enorme ventaja de que sus lectores sabemos lo que nos vamos a encontrar en cualquiera de sus libros: por un lado, una trama policiaca bastante básica y, me atrevo a decir, que no demasiado interesante, y, por otro, una magnífica ambientación, unos personajes conocidos que siguen con sus mismas manías y actitudes; todo ello narrado de una forma magistral con una escritura muy cuidada.

En este caso, una mujer ha desaparecido. El inspector Strafford, que mantiene una relación con Phoebe, la hija del doctor patólogo Quirke, protagonista de casi todas las novelas de la serie, recibe el encargo del caso. Ya tenemos así a algunos de los habituales de Black. Luego aparecerán algunos otros.

Además, tampoco podía faltar su tradicional alusión a los abusos sexuales a niños. En este caso se trata de un arzobispo y un profesor expulsado del colegio donde trabajaba y que juega un papel importante en la novela.

Pues bien, con estos mimbres el autor es capaz de escribir 330 páginas manteniendo el interés del lector en capítulos en los que va alternando aspectos de la trama de la novela con otros en los que se centra en las relaciones entre los diferentes personajes.

Desde luego un libro recomendable que hace pasar un buen rato. Un buen ejemplo de lo importante que es la buena escritura a la hora de contar historias.

 

Benjamin Black, Los ahogados. Traducción Antonia Martín.

jueves, 13 de febrero de 2025

Continuación de la trilogía

 

Inexplicablemente han pasado cinco años desde que comenté Cerco I, el libro que inicia esta trilogía de la que, por cierto, no se ha publicado, al menos que yo sepa, el tercer volumen. Digo que me resulta inexplicable porque me pareció un gran descubrimiento por lo que enseguida compré este segundo volumen que, sin embargo, ha estado aparcado entre los libros pendientes hasta hace unos días.

Tiller sigue en este el mismo esquema del anterior. Tres personas le cuentan a David, alguien que ha perdido la memoria y pide a amigos y familiares que le ayuden a recuperarla, cosas de las relaciones que tuvieron con él en los años ochenta, en su época de juventud. Al mismo tiempo, estas personas cuentan algunos aspectos de su vida en la actualidad en el año 2006.

Son tres personas muy diferentes en cuanto a formas de ser y a su relación con David que le sirven a Tiller para contar una buena variedad de problemas en las relaciones tanto familiares como de amistad. También, como pasaba en la anterior entrega, para denunciar una serie de aspectos criticables de la sociedad noruega como, por ejemplo, el machismo (tanto en los años 80 como en 2006), el odio a los homosexuales, el “festín” del consumo de los 80, la violencia de género, el desclasamiento o el rechazo a la gente de ciudad (todos los personajes viven en núcleos rurales).

Más allá del interés que puedan tener estos temas, la principal virtud de la escritura de Tiller radica en la agilidad narrativa que tiene y lo bien que construye los diálogos tan importantes a la hora de narrar las relaciones, especialmente las que se producen en los ochenta cuando tanto David como los que le escriben son adolescentes.

Una novela muy interesante y recomendable de un escritor que es, además, doctor en Historia, dramaturgo y miembro de una banda de rock.

 

Carl Frode Tiller, Cerco II. Traducción Cristina Gómez y Oyvind Fossan.

 

 

jueves, 6 de febrero de 2025

El discurso de la extrema derecha

 

Empiezo a estar un poco agobiado y hasta algo estragado por un tipo de lecturas. En enero he comentado en el blog los libros de Steven Forti y de Joaquim Bosch que tratan también sobre la extrema derecha y el peligro que supone para el mantenimiento de los sistemas democráticos en muchos países. El que ahora comento también va sobre el mismo tema desde un enfoque en parte al menos algo diferente.

Camargo es profesora de la UIB y, además, fue diputada y portavoz en el Parlament de les Illes Balears. Su especialidad es la sociolingüística y el análisis del discurso, por lo que es alguien muy adecuado para hablar de los discursos que pone en marcha la extrema derecha. Ahora bien, en el libro no habla solo del discurso, sino que hace un análisis más completo incluyendo los aspectos ideológicos y las medidas que proponen en unos lugares y que están poniendo ya en práctica allí donde gobiernan.

El libro está dividido en cinco capítulos.

En el primero se centra en los aspectos más teóricos sobre el análisis crítico del discurso. En el segundo hace un breve recorrido por lo que fue el discurso del fascismo histórico para ver lo que ha cambiado hoy y también lo que permanece. El tercero ya está centrado más en nuestro tiempo y en los orígenes de los discursos, en aquellos acontecimientos históricos, 11M, COVID o crisis 2008, que han sido momentos de auge. El cuarto está centrado en cómo se trasladan los discursos a través de las redes sociales fundamentalmente. Finalmente, en el quinto, el más extenso, ya describe pormenorizadamente y analiza ese discurso,

Como se puede apreciar, se tratan todos los temas que hacen referencia a la extrema derecha -o extrema derecha 2.0 como prefiere llamarla Forti-, aunque se da prioridad al análisis de los elementos de su discurso, un discurso que está muy bien resumido en el siguiente fragmento:

El trumpismo discursivo es, como todo discurso político, un texto construido con una finalidad propagandística, pero se trata en este caso de una modalidad definida por Jason Stanley como “propaganda autoritaria”, en la que sus rasgos más sobresalientes son la mentira, el socavamiento de la razonabilidad, el efecto de exclusión y la erosión de la empatía.” (p. 232)

Me parece también interesante reproducir el párrafo que Camargo dedica a lo que habría que hacer ante el dominio que ya tienen estos sectores en las redes sociales:

“Urge, por último, tomar medidas serias y de rápida aplicación no solo para garantizar una mayor transparencia en cuanto a las fuentes de información que circulan en redes y plataformas, frenando la proliferación de bulos y pseudoinformación, sino para impedir la violación de la intimidad, el capitalismo de la vigilancia y la extracción indiscriminada de datos personales con finalidades mercantilistas. Hay que controlar el algoritmo para evitar que sea este quien nos controle y hay que hacer lo mismo con la publicidad y las escuchas” (p. 151)

Claro, el problema está en quién tiene la capacidad técnica, la decisión y el poder político suficiente para implantar medidas de ese tipo.

No quisiera acabar este comentario de un libro que me parece muy interesante y cuya lectura recomiendo encarecidamente sin hacer alusión a dos aspectos que me parecen criticables. El primero va en la misma línea que la crítica que hacía al último libro de Steven Forti. Cuando se quiere que un escrito tenga el mayor número posible de lectores posible, hay que facilitar su lectura y para ello huir un poco de esa costumbre tan universitaria de citar todo lo citable y enumerar todos los autores que han escrito sobre un tema. Hay momentos en este libro en que los árboles ocultan bastante el bosque. Esta es una crítica más formal que otra cosa. Lo segundo es más importante en mi opinión. Parto de una cita que hace la autora:

“(…) utiliza los efectos destructivos de la globalización capitalista y aviva el sentimiento de desposesión y desesperanza que ha sido su consecuencia lógica” (p. 98, Laval)

Estoy acostumbrado a que se dé esta visión de la globalización, que no deja de ser la visión eurocéntrica en este caso, porque para muchos en otras partes del planeta la globalización está suponiendo todo lo contrario. De hecho está demostrado cómo están disminuyendo las desigualdades entre países. Otra cosa es lo que pasa en el interior de los países desarrollados, pero el mundo es mucho más grande. (No obstante, este es un tema demasiado extenso e importante para poder tratarlo aquí y ahora).

 

Laura Camargo Fernández, Trumpismo discursivo. Origen y expansión del discurso de la ola reaccionaria global.

 

 

 

miércoles, 5 de febrero de 2025

Biografía novelada de una escultora

 

Qué gran escritor es Vásquez. Evidentemente ya lo sabía pues he comentado ya en el blog cinco libros suyos, pero creo que en este se supera. Ha escrito una especie de biografía novelada de una artista colombiana, Feliza  Burzstyn, una escultora que debió de tener mucho éxito en su momento, años setenta, pero que yo desconocía totalmente. Además, me parece que, salvo en determinados momentos, no tuvo una vida especialmente apasionante y, sin embargo, tal y como la narra Vásquez te metes en la historia y la disfrutas plenamente.

Por lo que cuenta el autor, se interesó por la historia de esta mujer hace casi treinta años sobre todo a raíz de una nota de García Márquez, gran amigo de Burzstyn, que decía que murió de tristeza. Lo hizo en 1982 cuando tenía solo cuarenta y ocho años.

El libro lo ha estructurado en cinco capítulos, pero no cuenta la historia de una forma totalmente lineal, sino que va alternando diferentes momentos y episodios de su vida. También incluye sus encuentros con Pablo, el último marido de la escultora, en la que este le da muchas informaciones para la elaboración del libro.

La protagonista vivió en Nueva York, París y Bogotá. Era hija de un matrimonio de judíos polacos que se expatriaron a Colombia. A los veintiún años ya tenía tres hijas fruto de su matrimonio con Larry, un estadounidense del que se separó enseguida y con el que se fueron a vivir las tres hijas. Tuvo luego una larga relación con Jorge Carrión y un segundo matrimonio con el ya mencionado Pablo. En medio tuvo un gravísimo accidente por el que tuvieron que reconstruirle parte del rostro aunque parece ser que quedó muy bien.

Como escultora se dedicó a modelar restos de desguaces y distintos materiales metálicos en esculturas que solían ser de gran tamaño. Se relacionó con la mayoría de los intelectuales de Colombia y nunca quiso tener participación de ninguna manera en la política de su país del que, sin embargo, fue expulsada de forma injusta durante un periodo de tiempo.

Como decía antes, no tuvo una vida demasiado intensa salvo en los últimos años, pero la maestría de Vásquez, sobre todo en los dos primeros capítulos, hace que sí lo parezca.

Como persona era tremendamente libre (anarquista para algunos de sus amigos) y queda claro que siempre decía lo que pensaba. Algo que me ha sorprendido es lo poco que aparecen sus hijas en el libro y solo muy al final nos enteremos de que tuvo más encuentros con ellas tanto en Estados Unidos como en Colombia.

Vásquez incluye en el tramo final del texto un par de entrevistas, me imagino que figuradas, que le sirven para dejar constancia del carácter y la forma de pensar de Feliza.

En fin, un libro recomendable por la calidad literaria que demuestra una vez más su autor.

 

Juan Gabriel Vásquez, Los nombres de Feliza

miércoles, 29 de enero de 2025

Original

 

Conocía a la autora por ver sus libros en los estantes de las librerías, pero hasta ahora no me había animado a leerla a pesar de que presto bastante atención a la literatura hecha por mujeres sudamericanas. De hecho este libro ha sido un regalo y, tras su lectura, debo decir que lo agradezco de nuevo.

Wiener ha escrito una novela un tanto peculiar en la que la política está casi permanentemente presente. La protagonista narra en primera persona los dos primeros capítulos en los que nos cuenta, por un lado, sus estudios en el colegio Atusparia en los años ochenta del siglo pasado, un colegio fomentado por los rusos cuando aún existía la Unión Soviética y, por otra parte, su juventud en el barrio con su iniciación tanto a la vida sexual como a cierto coqueteo con las drogas. En el tercero, cambia totalmente de registro y nos lleva a 2028 y una cárcel a cielo abierto en plena selva donde están las presas políticas. A partir de ahí en capítulos bastante cortos y con variedad de registros como la entrevista, el artículo de prensa o el cuento, se centra en los problemas políticos del Perú y en las dificultades que tiene la izquierda para llegar a acuerdos que sirvan para afrontarlos. Aquí hay muchos fragmentos que corresponden más al género del ensayo y que a mí me han resultado especialmente interesantes aunque reconozco que rompen un tanto el transcurrir de la historia.

No soy un buen conocedor de la política peruana y eso hace que a veces me pìerda aspectos de las controversias que se plantean, aunque también es cierto que algunas son universales como, por ejemplo, el debate entre la actuación solo política o la político-militar.

Wiener escribe muy bien y es capaz de transmitir todos esos conflictos con gran claridad (es periodista y eso se nota en este aspecto). Quizá yo le criticaría una cierta desarticulación y la presencia de solo dos personajes relevantes, la protagonista y la que fue su maestra en la escuela con la que tendrá fuertes enfrentamientos en el futuro. Por cierto, un futuro que no se limita al 2028 ya mencionado sino que también le dedica un espacio al 2032.

Una novela, pues, original y muy comprometida en sus temas, que he leído con gusto y que me ha enseñado aspectos de la situación de su país que desconocía, además de mostrarme algo que veo mucho últimamente también por estos pagos como es esa incapacidad de la izquierda para ponerse de acuerdo en temas básicos y dejar de lado los enfrentamientos personales.

Creo que tendré que leer alguno de los libros de Wiener ya publicados.

Hay una extensa y muy interesante entrevista de Pablo Elorduy con la autora en osalto.gal

 

Gabriela Wiener, Atusparia.

 

 

 

domingo, 26 de enero de 2025

Sobre el amor materno-filial

 

Es la primera vez que veo una novela de Boyt aunque leo en la solapa que ha escrito ya siete, no sé si se ha traducido alguna otra. También leo que es bisnieta de Freud y, aunque igual no tiene nada que ver, esta novela es casi un tratado de psicología de las relaciones materno filiales.

La historia se centra en tres mujeres: Ruth, la narradora de casi toda la obra, una profesora con muy buena relación con sus alumnas, pero con problemas en la relación con su hija Eleonor que acaba de tener una hija, Lily, que pronto vivirá con su abuela Ruth ante la vida difícil de su madre. Hay también algunos personajes secundarios poco relevantes excepto, ya en el tramo final, el de Jean, otra profesora amiga de Ruth.

La novela comienza y termina muy bien, pero una vez más me sucede que se me atasca bastante en la parte intermedia. Una parte en la que se centra casi exclusivamente en la relación de Ruth con su nieta/hija Lily y que apenas varía a medida que van pasando los años.

La novela está bien escrita, con numerosos y buenos diálogos y, sobre todo, con una gran sensibilidad a la hora de tratar a los diferentes personajes. Sin embargo, creo que le falta mayor protagonismo y explicación del personaje de Eleonor que aparece y desaparece sin que sepamos muy bien los porqués más allá de alguna referencia a la drogadicción.

Me ha gustado particularmente el hecho de que las amistades de Ruth sean casi exclusivamente enseñantes y también, algo muy habitual, la diferencia que tiene Ruth al enfrentarse a sus alumnas y a su hija, tal y como se muestra en el siguiente fragmento: 

“Estaba desorientada con ella y sin ella, superada por la situación, famélica, denigrada y hundida, por lo que era extraño que en el colegio me aclamaran como la defensora de las sufridas adolescentes. Llevar una doble vida no es nada fuera de lo normal, pero resultaba algo grotesco ser tan buena para esas cosas, y tan mala a la vez”. (p. 71-72)

(Entiendo muy bien de lo que habla pues tengo un hijo adolescente y fui profesor de adolescentes durante muchos años).

En fin, una novela que se lee con gusto y que tiene su interés más allá de que creo que el tema merecía una mayor profundización en algunos aspectos.

Hay una buena reseña de Koldo en unlibroaldia.blogspot.com.

 

Susie Boyt, Amada y perdida. Traducción Magdalena Palmer

 

 

jueves, 23 de enero de 2025

Otro aviso más

 

Conozco al juez Bosch por sus intervenciones televisivas siempre cargadas de sentido del derecho y, lo que es más importante, de la justicia. Pertenece a Jueces para la Democracia y representa, por tanto, posiciones muy minoritarias dentro del conjunto de los magistrados españoles, pero desde luego me es difícil estar en desacuerdo con las posiciones que en esas intervenciones plantea, otra cosa es con alguna de las de este libro. Además, también comenté en el blog el libro sobre el estado de la justicia que escribió con Ignacio Escolar.

El libro está dividido en ocho capítulos. En los dos primeros realiza dos magníficos resúmenes: por un lado, de nuestro muy interesante siglo XIX y, por otro, de cómo está la extrema-derecha a nivel mundial y en España. Los siguientes se centran en: 3. La deriva autoritaria. 4. La revolución digital y la polarización. 5. Xenofobia. 6. El sistema institucional. 7. Los partidos políticos. 8. El desmantelamiento del estado social.

Esto es, va analizando los diferentes sectores en los que se está produciendo, o existe el riesgo de que se produzca, una involución hacia diferentes formas de autoritarismo. El análisis parte siempre de lo que está pasando en el mundo y termina con las correspondientes referencias a lo que pasa en nuestro país.

Para sus análisis se apoya prácticamente siempre en referencias a autores de la extensa bibliografía que reproduce al final del libro. La mayor parte de los fragmentos del libro tienen alguna de esas referencias aunque no exista normalmente la cita textual. Con ello queda de manifiesto que lo que ha hecho Bosch es dejar un estado de la cuestión tal y como la plantean los principales especialistas de las diferentes materias. Quizá la excepción sea lo que explica y analiza del CGPJ, tema al que ha dedicado bastante estudio y del que por cierto me he enterado de una vez gracias a las páginas que le dedica.

Desde luego estamos ante un libro muy recomendable por lo que tiene de gran síntesis y de aviso por si aún estamos a tiempo de frenar algo de lo que  se nos viene encima.

Ahora quisiera, como advertía más arriba, comentar críticamente algunas cosas que no comparto o que creo necesario matizar.

Por un lado, cuando habla de la polarización no entra a fondo sobre quiénes son sus máximos responsables aunque deja algún ejemplo significativo. Esto es algo que se hace habitualmente en los medios y está bastante claro que no todos tienen la misma responsabilidad.

Por otro lado, cuando habla de globalización me parece que da una visión muy nacionalista del fenómeno. Es cierto que es un tema muy conflictivo y que está provocando desigualdades en el interior de los estados desarrollados, pero también lo es que gracias a ella están disminuyendo las desigualdades a nivel mundial. En este tema creo que hay que abrir siempre el foco porque ,si no, nos quedamos muy reducidos a nuestro pequeño espacio. (No deja de resultar curioso que antes era la izquierda la que se manifestaba contra la globalización y a veces de forma bastante violenta, mientras que ahora es la extrema derecha la que lo hace).

Finalmente, me parece un tanto injusto lo que afirma en el siguiente fragmento:

“Los derechos de las identidades de los grupos más variados son importantes y tienen que defenderse en las instituciones. (…) Sin embargo (…) Si los líderes políticos solo dedican tiempo en el debate a unos temas concretos y omiten propuestas contra el deterioro de las condiciones de vida (…)” (p. 256)

No quiero terminar el comentario sin dejar constancia de que me he sentido reflejado en esta otra afirmación:

“Cuando no estamos de acuerdo absolutamente con ninguna propuesta del partido ideológicamente contrario es muy probable que hayamos entrado ya en la espiral de la polarización afectiva”. (p. 164)

En cualquier caso un libro necesario escrito, además, por alguien que aplica la razón y el razonamiento sereno a los problemas más debatidos de la actualidad, algo poco habitual en este mundo tan polarizado y dominado por las emociones.

Hay una larga y muy interesante entrevista de Pablo Elorduy con el autor en elsaltodiario.com

Nota. El título de esta entrada viene a cuento pues en poco tiempo he comentado otros libros, como por ejemplo el de Steven Forti, que van en la misma dirección.

Joaquim Bosch, Jaque a la democracia. España ante la deriva autoritaria mundial.

 

 

lunes, 20 de enero de 2025

Entretenimiento de calidad

 

En relativamente poco tiempo he conocido a tres escritores estadounidenses que tienen en común una gran capacidad narrativa no exenta de calidad. Son: Douglas Kennedy, Scott Spencer y ahora tengo que añadir a este Dominick Dunne.

Del primero he leído todo lo traducido. De los otros dos solo un libro, pero creo que no será el único. Hacen un tipo de literatura que viene muy bien para determinados momentos vitales en los que se necesita concentrarse en las historias que te cuentan y olvidarse un poco del ambiente tóxico del país.

Al buscar alguna reseña tras la lectura del libro, me he encontrado con la sorpresa de que el argumento tiene que ver con unos hechos que sucedieron realmente en 1975 que el autor conoció en 1991 coincidiendo nada menos que con la resolución del caso del asesinato de su hija, la actriz Dominique Dunne. El autor colaboró en la reapertura del caso de los setenta.

El libro no es una novela policíaca aunque en el primera página aparezca ya un asesinato, sino un magnífico reflejo de algunos sectores de la clase alta estadounidense. La protagonista es una familia irlandesa católica que se ha hecho rica a partir de unos ascendientes que fueron cocinero y fontanero y que, por ello, no son aceptados con normalidad en los círculos en los que se mueven.

Uno de los grandes aciertos de la novela es la buena caracterización de los principales personajes, desde Gerald, el patriarca que todo lo dirige y todo lo puede, a Grace, esa madre de misa y rosario diario que, al mismo tiempo, se va frecuentemente de compras a París, pasando por Constant, el hijo preferido del padre en el que ha puesto sus mejores esperanzas, que es

el coprotagonista de la historia junto con el narrador, su amigo Harrison. Además, está el resto de los miembros de la familia.

Con estos mimbres, Dunne va tejiendo una trama de relaciones entre ellos con el fondo del asesinato que, como decía, presenta ya en la primera página. Unas relaciones en las que los secretos y las mentiras son algo habitual.

El autor utiliza nada menos que 473 páginas para contar la historia, algo que me ha parecido un tanto excesivo. Creo que le sobra algo de la segunda parte en la que se aleja de la familia para centrarse sobre todo en el narrador que se ha convertido en un escritor famoso. (No sé qué me está pasando últimamente, pero en muchas novelas hay un momento en su parte central que empiezan a cansarme, aunque luego las suelo retomar con gusto).

En todo caso, creo que se trata de un escritor interesante al que hay que volver a leer aprovechando que la misma editorial ha publicado varios de sus libros.

 

Dominick Dunne, Una temporada en el purgatorio. Traducción Eva Millet.