A lo largo de las 667 páginas que forman el libro, Franzen da cuenta de todo tipo de problemas en las diferentes formas de relación humana: matrimonios, amantes, hermanos, amigos,… A través de vueltas al pasado más inmediato, va mostrando los orígenes de los conflictos y su posterior desarrollo. La verdad es que deja pocos cabos sueltos. Ante tan apabullante ejercicio de psicología, el lector, yo en este caso, ha tenido acceso también a toda clase de reacciones: interés, desgana, aburrimiento, entusiasmo, identificación, rechazo,…sin que sea capaz de decir cuál ha sido la predominante.
Desde luego se trata de una novela que los aficionados a la literatura anglosajona deben leer. En mi caso, que no lo soy como tampoco de textos de este tamaño (salvo que se trate de unos de esos clásicos del XIX), he de reconocer que he pasado muy buenos momentos y que realmente me la he “zampado” casi de un tirón. Eso sí, me parecen exagerados los elogios de la solapa.
Dejo el enlace con la crítica de Carlos Boyero que me parece interesante. También una entrevista realizada a raíz de la aparición de Libertad.
Jonathan Franzen, Libertad
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