Si tuviera que resumir en una idea lo
que me ha supuesto la lectura de este libro diría que se puede comparar a subir
en una montaña rusa; vas subiendo despacio, premiosamente hasta una cima desde la
que caes en picado con la angustia y la descarga de adrenalina para volver a
subir de nuevo y caer y…
Realmente sólo hay dos momentos en los que
he “caído” y, desgraciadamente, mucho en los que he subido. Puede que, como se
dice en uno de los comentarios de la obra que enlazaré al final, se trate de la
construcción de un gran edificio, pero también es cierto, como se dice en el
otro comentario que enlazo, que resulta extraordinariamente aburrida en muchos
momentos.
Con Roth ya tuve una mala experiencia con
La conjura contra América que me
pareció inmensamente aburrida. Ahora, reconozco que la experiencia no ha sido
tan negativa, pero me sigue pareciendo que, como tantos otros autores estadounidenses
sobre todo, escriben y escriben y escriben contando todo de todo, pero sin
llegar a profundizar. Realmente, después de más de 500 páginas hablando del
mismo personaje protagonista termino sin saber muy bien las verdaderas motivaciones
de algunos de sus comportamientos. Lo mismo me pasa con el personaje de su
hija.
Más de una vez he dicho en el blog que
no soy lector desde hace tiempo de literatura ni anglosajona ni española. Lo
fui hace años pero poco a poco las he ido abandonando por la de otras
procedencias. Pues bien, los últimos intentos con la española me han salido
bien, con la otra no. Seguiré intentándolo.
Philip Roth, Pastoral americana
No hay comentarios:
Publicar un comentario