De este profesor de la Autónoma de Barcelona conocía su dedicación a la
Europa oriental y su magnífico libro de 1995, La trampa balcánica. Después le perdí la pista y me reencuentro con
este voluminoso y útil estudio sobre lo sucedido en el mundo en el cambio de siglo.
Publicado en 2009, se podría decir que está escrito casi al calor de los
acontecimientos como de hecho sucede con la cuarta parte dedicada a la
implosión del Nuevo Orden internacional y a la aparición de la crisis
económica.
El libro se divide en tres partes: I.-Posguerra fría, 1990-1995; II.- El
mundo se globaliza, 1996-2000 y III.- El salto al vacío, 2001-2008; más la cuarta y final mencionada antes.
Como se puede suponer, en un texto así con más de 500 páginas de densa tipografía,
hay de todo: temas más interesantes y mejor tratados y otros en los que se echa
de menos un mayor desarrollo (por ejemplo, Latinoamérica); visiones y opiniones
que no dejan indiferente, tanto sobre algunos de los dirigentes mundiales como
sobre las posturas de algunos países ante los conflictos; etc.
A mí personalmente me han gustado y llamado la atención principalmente
algunas cuestiones como: la revolución de la red de redes y la visión de las
ONG que da dentro del capítulo dedicado a la globalización; las páginas que dedica
a los conflictos africanos por la poca información que yo tenía de algunos; el
tratamiento que da a Chindia que me
ha parecido especialmente interesante y, por no alargarme demasiado, su visión
bastante equidistante, y por lo tanto poco habitual entre los escritores
occidentales, de los conflictos en la
antigua Yugoslavia.
Un libro que no tiene desperdicio y en el que cada uno puede aprovechar
aquellos temas o aspectos que la parezcan más relevantes o novedosos. Además,
tiene la enorme virtud de estar escrito con una gran agilidad de tal manera que
se pueden mucho tiempo leyéndolo sin que aparezca el cansancio, lo que no
quiere decir que no haya que hacer ningún esfuerzo intelectual para
comprenderlo en su totalidad, pero sí, que el autor lo facilita al expresarse
con mucha claridad.
Desde el punto de vista ideológico, Veiga se muestra bastante beligerante
en algunos momentos –el papel de Bush y los Estados Unidos, por ejemplo- y, sin
embargo, condescendiente y un poco superficial en otros –la implantación del
neoliberalismo en Chile y en otros lugares. En todo caso, se agradece el
esfuerzo de objetividad de que hace gala.
Un libro muy recomendable para todo aquel interesado en lo que pasa en el mundo.
Como simple anécdota sin importancia, pero que al mismo tiempo refleja la
dificultad de hacer según qué pronósticos, transcribo el siguiente texto de
gran actualidad:
“Netanyahu poseía cualidades como demagogo, pro era un mal político, y
terminó pagando su incapacidad de entender la nueva situación con la caída de
su gobierno, la descomposición del Likud y el final de su propia carrera
política.” (p.299)
El propio Veiga tiene una interesante reseña en su blog a raíz de una crítica hecha en rebelión.org.
El propio Veiga tiene una interesante reseña en su blog a raíz de una crítica hecha en rebelión.org.
Francisco Veiga, El desequilibrio
como orden. Una historia de la posguerra fría 1990-2008
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