Es el último escrito de Chirbes aunque parece ser que lo
empezó hace veinte años. Como he comentado en otras entradas del blog
comentando sus anteriores novelas, Chirbes es uno de mis escritores favoritos y
creo que uno de los mejores en castellano de los últimos treinta años.
En esta novela corta, 153 páginas, se aleja de los
temas que había venido tratando en sus más recientes escritos y deja, por lo
tanto, de reflejar aspectos de nuestra sociedad. Una historia de amor y de
desamor, encuentros y desencuentros familiares, la enfermedad “vergonzante o la
importancia de las diferencias culturales y sociales para el amor, son los
temas que desarrolla en esta novela.
Como sucede siempre con este autor, además del
interés que pueden despertar sus temas, lo más importante, lo que le hace
diferente y superior a la mayoría de los que escriben en castellano, es la
forma de tratarlos, su estilo tan característico del que es una buena muestra
el capítulo con el que abre este libro que me parece lo mejor de esta, por otra
parte, espléndida despedida.
Recojo dos fragmentos de sendas reseñas que explican
mucho mejor lo que quiero decir:
“Uno lee este libro sobrecogido; asiste a los encuentros y
desencuentros como si se estuviera allí mismo, en el escenario donde comen,
aman, pasean, se emborrachan, madrugan, se enfadan, se extrañan. El lector es
testigo mudo y voraz de lo que acontece. Como si fuese un cámara que filmara
todas las escenas de la novela. Y luego, cuando abandona la lectura, la
película le persigue, las imágenes le asaltan, y le acompañan.” Manu Llorente, elmundo.es
“Otros
elementos reflejan al Chirbes más reciente, si bien se encuentran en toda su
escritura: el control férreo de la ambigüedad moral, la sutileza con que gradúa
la información, la precisión del engranaje narrativo, en el que un dato
apuntado fugazmente adquirirá luego importancia capital, el balance entre expresividad
sobria y descarnada.”
Domingo Ródenas, elperiodico.com
Un libro que no solo recomiendo por su calidad, sino
porque puede servir también, al menos así ha sido en mi caso, de una especie de
despedida de un magnífico escritor aunque, eso sí, de los escritores siempre se
despide uno relativamente porque se pueden releer, y yo lo haré con toda
seguridad, cualquiera de sus libros.
En cualquier caso, gracias Rafael Chirbes.
Rafael Chirbes, Paris-Austerlitz
No hay comentarios:
Publicar un comentario