Lectura,
libro
La lectura altera la apariencia de un libro. Una vez
leído, ya nunca parece el mismo; la gente deja su impronta individual en un
libro que ha leído. Uno de los placeres de la lectura es percibir esa
alteración de las páginas y el modo en que, leyéndolo, te apropias del libro.
Paul Theroux. El
viejo Expreso de la Patagonia
Edad
¿Virgen santa!¡Apenas le quedaban dos años para ser
un sesentón!
A partir de aquel momento, no subiría en ningún tipo
de transporte público, por miedo a que algún crío, al verlo, se levantara y le
cediera el asiento. Luego recapacitó: podía seguir yendo en transporte público
tranquilamente, porque lo de ceder el asiento a los ancianos era una costumbre
que ya no se estilaba.
Bernhard Schlink, Mujer bajando una escalera
Edad,
Cuerpo
A veces me veo el cuerpo desnudo en el espejo y siento compasión por él. ¡Hay que ver todo lo que ha vivido, lo que se ha
esforzado y ha bregado! No siento autocompasión; eso sería despreciable. No es
compasión por mí, sino por mi cuerpo. O por la decadencia en general.
Bernhard Schlink, Mujer bajando una escalera
Muerte,
Eutanasia
En realidad, estaría bien que todo el mundo
trabajara, pero pudiendo determinar el momento `para dejar de hacerlo. A partir
de ese momento, la sociedad debería pagarle al individuo durante tres años el
dinero que necesitase para llevar una vida digna y agradable. Después, tendría
que despedirse de la vida, pudiendo establecer por sí mismo la manera de
hacerlo.
Bernhard Schlink, Mujer bajando una escalera
Edad,
Vejez
Hacerse viejo para, por fin, ver el mundo es una
tremenda tontería. También es una tontería hacerse viejo para participar en la
historia del mundo o para ver crecer a los nietos. ¿Y para qué ponerse a leer
un libro cuando se sabe que no se podrá
leer hasta el final, sino que a la mitad habrá que cerrarlo y ponerlo a un
lado?
Bernhard Schlink, Mujer bajando una escalera
Religión
Son, entre otros, los curas. Son ellos quienes
mantienen en nuestras vidas la mentira de que los instintos han sido creados
por Satán y que la fornicación se convierte en amor cuando la gente se casa.
Los curas leen un ritual y dicen amén al pago de unas cuantas coronas, que
consideran una suerte de comisión. Y Dios bendice ese acto.
Torborg Nedreaas, Nada crece a la luz de la luna
No hay comentarios:
Publicar un comentario