Llevaba tiempo queriendo conocer algo de Sebald y el
otro día me topé con este libro cuando acababa de terminar otro sobre cómo los
alemanes habían vivido la Segunda guerra mundial en el que, como comenté en la
entrada correspondiente del blog, uno de los temas que más me habían llamado la
atención era el de los bombardeos de las ciudades alemanas. Este es,
precisamente, el tema de este libro de Sebald o mejor dicho, el silencio de la
literatura de posguerra sobre estos bombardeos y los enormes daños de todo tipo
que produjeron.
El libro tiene dos partes bien diferenciadas. En la
primera se recogen de forma adaptada unas conferencias que el autor dio sobre
el tema en Zurich en 1997; la segunda está dedicada exclusivamente a comentar
la obra de un escritor de posguerra de segunda fila.
Tengo que reconocer que si al principio me ha
interesado el planteamiento del libro y lo que el autor cuenta sobre la
destrucción y el papel que debió de jugar en la estrategia de los aliados, a
partir del momento en que se centra en comentar la obra de los pocos autores
que escribieron algo sobre el tema, el libro se me ha caído de las manos. Es
difícil seguir un texto en el que se están diciendo cosas sobre libros y
autores que se desconocen totalmente aunque alguna de las reflexiones sí que
sean interesantes. Lo mismo me ha sucedido con la segunda parte pues desconozco
al escritor en el que se centra Sebald.
No obstante, el libro merece la pena por lo que se
puede entender y por cosas como las que escribe
Rafael Narbona en su reseña en elcultural.com. Así:
“La mirada de Sebald no es la de un
historiador. Las deslumbrantes páginas que recrean la destrucción de Hamburgo
evidencian la excelencia de un estilo, donde la sensibilidad estética nunca se
aleja de la solidaridad hacia el dolor ajeno.(…)
El talento literario de Sebald se
manifiesta en su evocación de ese cine que perdió una de sus paredes en medio
de un bombardeo, sin que se interrumpiera la proyección o en el triste destino
de los animales del Zoo de Berlín, que deambulan por las ruinas, incapaces de
comprender lo que sucede. Es difícil olvidar la imagen de los hombres que
husmean entre las entrañas de un elefante, cuya caja torácica recuerda la
estructura de los edificios destruidos o la fascinación de los clientes
anónimos de una librería de Hamburgo por las fotografías de los cadáveres que
yacían en plena calle tras el bombardeo, mostrando esa curiosidad furtiva que
suele suscitar la pornografía.”
Efectivamente, tiene momentos y
descripciones de gran fuerza, pero como titulo la entrada, me parece irregular
desde el punto de vista de un lector no demasiado informado, como es mi caso,
sobre la literatura alemana de posguerra.
Seguramente habrá que insistir con
algún otro libro del autor del que el mismo Narbona dijo a raíz de su muerte el
2001 en accidente de automóvil: “Se nos ha ido uno de los últimos clásicos
vivos.”
W. G. Sebald, Sobre
la historia natural de la destrucción. Traducción Miguel Sáenz
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