Tercer volumen de la tetralogía que Ferrante ha
dedicado a esta historia de la relación entre dos mujeres a través de la cual
nos muestra la vida en Nápoles, y en general en Italia, en este caso en el
tramo final de los años sesenta.
Novela adictiva donde las haya; te atrapa la
historia; vives con pasión lo que les pasa a muchos de sus personajes; te
reconoces en comportamientos, pensamientos y actitudes (las protagonistas
nacieron en 1944 y yo en 1949).
La novela trata de la vida y sus problemas, de la
dificultad de las relaciones, de las clases sociales y sus luchas, del amor,
del matrimonio, de la maternidad y paternidad, del sexo, de la pasión, del
compromiso, de la persistencia de los odios, de las diferencias regionales en
Italia, de la dificultad de ser escritor, de los choques entre padres e hijos,
etc., etc., etc.
Es decir, habla de cosas que le pueden pasar o le
han pasado a cualquiera de los lectores y, además, lo hace con una naturalidad y una agilidad
narrativa que a mí me tiene realmente asombrado.
Habrá momentos en los que te sientas más implicado y
otros que te parezcan un poco reiterativos y hasta algo fuera de lugar, pero el
conjunto supone una obra realmente notable. Tanto que no creo que deje pasar
mucho tiempo para leer el cuarto y último libro de la saga.
Me resulta muy difícil destacar momentos de esta
tercera entrega. Por mi historia personal, me ha interesado mucho todo lo que
escribe sobre los acontecimientos del 68 al 70 vistos a través de la familia de
su marido, una familia burguesa de izquierdas. Obviamente Ferrante no
profundiza en el tema, pero las líneas que le dedica me parece que están
tremendamente acertadas y que da una visión clara de este tipo de actitudes.
También me ha parecido muy bien tratado todo lo relacionado con los problemas
laborales de Lila, una de las dos protagonistas.
Claro que, hablando de protagonistas, las dos
mujeres que ha creado la autora me parecen lo mejor de la novela. Entendamos
mejor o peor algunos de sus comportamientos, son seres de carne y hueso que
mantienen el interés por sus vidas a lo largo de todo el libro. Además, vamos
viendo cómo evolucionan a través de los momentos más importantes. El conjunto
de personajes secundarios es también muy bueno
y completan esa visión de la época y de los comportamientos humanos.
Creo que cualquier mujer que lea esta tetralogía
sacará un gran partido porque, sea quien sea que se esconda tras el pseudónimo
de Elena Ferrante, parece conocer muy bien el mundo de las mujeres.
En fin, un libro absolutamente recomendable. La
reseña que hay en devoradoradelibros.com es no solo magnífica, sino muy completa y en ella se pueden encontrar muy bien
contados los temas y los personajes.
Elena Ferrante, Las
deudas del cuerpo. Traducción Celia Filipetto.
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