En la literatura sobre la época nazi y
la represión de los judíos hay una ingente cantidad de libros que en su mayoría
abordan el tema con gran seriedad y rigor. También hay otros, pocos, entre los
que se encuentra el que comento, que lo hacen aplicando también un cierto
sentido del humor que, por otra parte, es algo típicamente judío.
Dice Philip Roth en el Prólogo que: “(…)
más que un estilista sumido en la búsqueda implacable de la persuasión
minimalista, Weil era un narrador coloquial nato.”
Esta es la gran virtud de este libro,
la enorme capacidad narradora y creadora de situaciones del autor.
No hay un protagonista ni una historia
que vaya desde el principio hasta el final. En el libro hay muchas historias y
muchos protagonistas que a veces poco tienen que ver con la anécdota que abre
el libro y que le da el título; esa divertida historia de la orden de Heydrich
de quitar una estatua del músico judío
Mendelssohn de la terraza de una sala de conciertos. A partir de ahí
Weil nos irá mostrando cómo era la vida en la Praga ocupada por los nazis. Los
protagonistas van apareciendo, y a veces desapareciendo, en diferentes capítulos (el libro tiene
XXII). Los principales son judíos, pero también es importante la presencia de
nazis incluyendo a personajes reales como Heydrich y Speer.
El libro se lee con interés y con
gusto a pesar de la dureza de algunas historias y algunos momentos quizá por
esa mirada satírica que se menciona en la contraportada.
Hace poco he visto en las librerías
otro libro de Weil publicado también por la misma editorial, Impedimenta, a la
que hay que agradecer el cuidado con el que hace las ediciones así como los
autores que está dando a conocer.
Hay una buena reseña en unlibroaldia.blogspot.com.
Jirí Weil, Mendelssohn en el tejado. Traducción Diana Bass
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