Normalmente cuando una novela ha sido adaptada al
cine he leído primero la novela y luego he visto la película. Me parece que por
lo general es mucho mejor hacerlo así. En este caso el proceso ha sido inverso
y, además, no se trata de una película sino de una serie de televisión de unas
10 horas de duración que en líneas
generales hace una adaptación bastante fiel a la novela. (Se puede leer un
artículo de Nidia García Hernández en el diario.es en el que critica bastante
la adaptación.)
Al tratarse de una obra que consiste en una
distopía, pero que en la que también de alguna manera se pretende un cierto
realismo, la imaginación del lector tiene que funcionar a lo largo de todo el
libro, desde las vestimentas de los personajes a las descripciones del espacio
urbano o del interior de las viviendas. Evidentemente, si se ve primero la
serie todo esto se pierde porque cada vez que hay que imaginar viene a la
memoria cómo se ha reflejado todo eso en la serie. Esta es una pérdida importante
aunque creo que uno de los mayores logros de la adaptación televisiva es,
precisamente, haber sido muy fiel y muy creativa en estos aspectos.
La novela es realmente magnífica. Te atrapa desde el
principio y, aunque conozcas la historia, está tan bien narrada y tan bien
utilizados los tiempos y los diferentes flash
back que se disfruta desde el principio hasta el final.
“Es la primera vez que leo una obra de
Margaret Atwood y no creo que sea la última. Lo cierto es que su prosa,
inteligente, ágil, crítica, sarcástica y profunda, me ha resultado tan
cautivadora como el personaje que ha trazado a la perfección para
transmitírnosla, la pobre Defred. Esta autora posee una voz única y potente, lo
que hace de esta historia algo tan fascinante como temible.”
Coincido plenamente con esta opinión del
blog laorilladelasletras. También es mi primera lectura de esta autora de la
que no sé por qué nunca me ha apetecido leer ninguno de sus libros que hay en
casa. Este error lo subsanaré pronto.
Sobre el contenido de la obra no diré
nada y me remito a la reseña de Ernest Alós en elperiodico.com.
Sí me gustaría comentar un aspecto de la
novela del que habla la propia Atwood en la introducción que ha hecho para la
presente edición. (La novela se publicó originalmente, y curiosamente, en 1984.) Me refiero a su posible carácter feminista
y antirreligioso. Para ello, reproduzco primero un fragmento en el habla uno de
los comandantes que gobiernan la ciudad:
“-Ordeno que las mujeres luzcan
indumentarias modestas –dice-, recatadas y sobrias; que no destaquen por el cabello
trenzado, el oro, las perlas o los atavíos costosos.
Sino (como corresponde a las mujeres que
se declaran devotas) por sus buenas obras.
Dejad que la mujer aprenda en silencio,
con un sometimiento total. –En este punto nos dedica una mirada. Total –
repite.
No tolero que una mujer enseñe, ni que
usurpe la autoridad del hombre, sólo que guarde silencio.
Porque primero fue creado Adán, y luego
Eva.
Y Adán no fue engañado, pero la mujer,
siendo engañada, cometió una transgresión.” (p. 304)
Creo que solo con este texto ya se ve
por dónde va la autora. Me parece que sí se trata de una obra claramente
feminista y crítica con algunas formas que adoptan las religiones. Al menos es
la sensación que a mí me ha quedado tanto tras la lectura de la novela como
después de ver la serie de televisión.
Dice Atwood al respecto de la religión:
“De modo que el libro no está en contra
de la religión. Está en contra del uso de la religión como fachada para la
tiranía: son cosas bien distintas.” (p. 17)
Lo que sucede es que se ha utilizado tantas
veces para una u otra forma de tiranía (aunque sea intelectual) que no es
difícil estar en contra.
Para finalizar reproduzco otro fragmento
de la autora en el que habla de sus fuentes porque me parece que es muy
interesante para entender el contenido de la obra:
“El
cuento de la criada se nutrió de muchas facetas distintas: ejecuciones
grupales, leyes suntuarias, quema de libros, el programa Lebensborn de las SS y
el robo de niños en Argentina por parte de los generales, la historia de la
esclavitud, la historia de la poligamia en Estados Unidos…La lista es larga.”
(p. 18)
En definitiva, un libro impresionante y
que recomiendo leer aunque se haya visto la serie de televisión. Eso sí, aunque se trate de una distopía hay elementos que están demasiado cercanos.
Margaret Atwood, El
cuento de la criada. Traducción Elsa Mateo Blanco
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