viernes, 1 de junio de 2018

ANDAMIO


Nueva entrega de lo que he visto últimamente. Esta vez hay varias buenas películas y, como siempre, varias series interesantes. También como suele ser habitual hay más series que películas.


Películas


Invitación de boda. Una buena película palestina. Este cine suele llegar de vez en cuando a nuestras pantallas y siempre tiene interés. Especie de road movie a lo largo de las calles de Nazaret en un coche donde se desarrollan las conversaciones entre un padre y un hijo que reflejan el debate entre tradición y modernidad. También está presente el conflicto de la zona, pero es sobre todo una película de historias personales.

Lucky, Un verdadero homenaje a su protagonista Harry Dean Stanton. A mí al principio me deprimió un tanto pero por algo personal. Es una película que se sale de lo habitual hasta en su duración, apenas 88 minutos. Merece la pena verla.

El taller de escritura. Una película francesa original, interesante y con muy buenas críticas, pero a la que creo que le falta algo que no sé muy bien qué es para que sea realmente tan buena como afirman. Quizá tenga que ver con una cierta indefinición de lo que nos quieren contar.

Maria by Callas. Extraordinario documental en el que se pasa revista a los momentos fundamentales de su vida. Muy buena selección de fragmentos de entrevistas, imágenes y, por encima de todo, de varias interpretaciones que te dejan como hipnotizado. Hacía tiempo que no me emocionaba tanta en un cine.


Series


The looming tower. Una auténtica sorpresa. No la conocía y me la recomendó una amiga sin mayor insistencia. Magnífica serie estadounidense sobre  los enfrentamientos y ocultaciones entre la CIA y el FBI que de alguna manera permitieron que se pudiera producir el 11S. Basada en hechos reales que hace que incluso pongan algún momento real de la comisión de investigación del Congreso. En la línea de Homeland pero mejor por ser real. Una muestra de lo que son capaces de hacer en Estados Unidos con su historia; algo impensable en otros países.

Peaky Blinders. Cuarta temporada de esta serie británica original por sus protagonistas, una familia gitana de gánsters en la ciudad de Brimingham. La serie ha ido decayendo y en esta temporada, a pesar de constar de solo seis capítulos, se hace un tanto premiosa y se tiene la sensación de que los guionistas no saben cómo terminarla. Eso sí, lo hacen de tal manera que les puede dar para seguir con la historia.

La guerra de Vietnam. En diez capítulos de una hora se repasan de forma muy completa tanto los episodios bélicos como, y en esto es muy novedosa, los aspectos de la política interna tanto de Estados Unidos  como de los dos Vietnam. Una serie realmente magnífica. La mejor que he visto hasta ahora sobre el tema y he visto bastantes. Además, cuenta con la participación de decenas de protagonistas de ambos bandos; entre ellos Tim O’Brien cuyas novelas he leído y disfrutado.

Homeland. Séptima temporada y hay que reconocer que los guionistas de esta serie tienen capacidad de conseguir que funcione. La gran novedad es que esta vez se desarrolla prácticamente toda en Estados Unidos. Buena intriga aunque, sobre todo en la parte final, hay demasiados momentos bastante inverosímiles, pero en una serie que es puro entretenimiento se acepta y ya está.

Modus. Thriller sueco en la línea habitual de las series nórdicas aunque algo menos conseguida e interesante que otras. No obstante, resulta entretenida y con algunos buenos detalles; eso sí, un final bastante poco trabajado.

Quarry. Una muy desigual serie norteamericana sobre el regreso de un militar de la guerra de Vietnam. Magnífica ambientación –se desarrolla en 1972- y fotografía, pero un guion demasiado errático y con puntos oscuros en personajes relevantes. Entretenida pero con episodios un tanto tediosos.

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