Nueva entrega de lo que he visto últimamente. Esta
vez hay varias buenas películas y, como siempre, varias series interesantes.
También como suele ser habitual hay más series que películas.
Películas
Invitación
de boda. Una buena película palestina. Este cine suele
llegar de vez en cuando a nuestras pantallas y siempre tiene interés. Especie
de road movie a lo largo de las
calles de Nazaret en un coche donde se desarrollan las conversaciones entre un
padre y un hijo que reflejan el debate entre tradición y modernidad. También
está presente el conflicto de la zona, pero es sobre todo una película de historias
personales.
Lucky,
Un verdadero homenaje a su protagonista Harry Dean Stanton. A mí al principio
me deprimió un tanto pero por algo personal. Es una película que se sale de lo
habitual hasta en su duración, apenas 88 minutos. Merece la pena verla.
El
taller de escritura. Una película francesa original,
interesante y con muy buenas críticas, pero a la que creo que le falta algo que
no sé muy bien qué es para que sea realmente tan buena como afirman. Quizá
tenga que ver con una cierta indefinición de lo que nos quieren contar.
Maria
by Callas. Extraordinario documental en el que se pasa
revista a los momentos fundamentales de su vida. Muy buena selección de
fragmentos de entrevistas, imágenes y, por encima de todo, de varias
interpretaciones que te dejan como hipnotizado. Hacía tiempo que no me
emocionaba tanta en un cine.
Series
The
looming tower. Una auténtica sorpresa. No la conocía
y me la recomendó una amiga sin mayor insistencia. Magnífica serie
estadounidense sobre los enfrentamientos
y ocultaciones entre la CIA y el FBI que de alguna manera permitieron que se
pudiera producir el 11S. Basada en hechos reales que hace que incluso pongan
algún momento real de la comisión de investigación del Congreso. En la línea de
Homeland pero mejor por ser real. Una
muestra de lo que son capaces de hacer en Estados Unidos con su historia; algo
impensable en otros países.
Peaky
Blinders. Cuarta temporada de esta serie británica original
por sus protagonistas, una familia gitana de gánsters en la ciudad de Brimingham.
La serie ha ido decayendo y en esta temporada, a pesar de constar de solo seis
capítulos, se hace un tanto premiosa y se tiene la sensación de que los
guionistas no saben cómo terminarla. Eso sí, lo hacen de tal manera que les
puede dar para seguir con la historia.
La
guerra de Vietnam. En diez capítulos de una hora se
repasan de forma muy completa tanto los episodios bélicos como, y en esto es
muy novedosa, los aspectos de la política interna tanto de Estados Unidos como de los dos Vietnam. Una serie realmente
magnífica. La mejor que he visto hasta ahora sobre el tema y he visto
bastantes. Además, cuenta con la participación de decenas de protagonistas de
ambos bandos; entre ellos Tim O’Brien cuyas novelas he leído y disfrutado.
Homeland.
Séptima temporada y hay que reconocer que los guionistas de esta serie tienen
capacidad de conseguir que funcione. La gran novedad es que esta vez se
desarrolla prácticamente toda en Estados Unidos. Buena intriga aunque, sobre
todo en la parte final, hay demasiados momentos bastante inverosímiles, pero en
una serie que es puro entretenimiento se acepta y ya está.
Modus.
Thriller sueco en la línea habitual de las series nórdicas aunque algo menos
conseguida e interesante que otras. No obstante, resulta entretenida y con
algunos buenos detalles; eso sí, un final bastante poco trabajado.
Quarry.
Una muy desigual serie norteamericana sobre el regreso de un militar de la
guerra de Vietnam. Magnífica ambientación –se desarrolla en 1972- y fotografía,
pero un guion demasiado errático y con puntos oscuros en personajes relevantes.
Entretenida pero con episodios un tanto tediosos.
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